Resfriado

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Sherlock nuevamente estaba muy nervioso, después de los eventos del día de San Valentín las cosas habían estado muy bien entre ambos, tal vez demasiado. Liam se había sentido muy culpable después de "haber arruinado su cita" según sus propias palabras. Ante ojos inexpertos parecería que el comportamiento del rubio era el mismo, pero Sherly que lo tenía perfilado completamente, aunque algunos detalles se le escapaban, sabía que este se estaba comportando demasiado complaciente.

Ya sea en cosas pequeñas como traerle té o pequeños snacks hasta dejarlo besar su cuello tanto como quisiese siendo que antes se quejaba después de unos minutos o permitirle abrazarlo durante mucho más tiempo incluso cuando estaban en público. Al principio Sherlock estaba feliz pues pensaba que su relación había mejorado mucho más, pero entonces se dio cuenta de que su Liam ya casi no se burlaba de él como los meses anteriores, a pesar de que dijera cosas realmente estúpidas y cursis. Esto encendió las alarmas del estudiante de química pues sentía que su novio estaba siendo excesivamente cuidadoso con él como si temiera causarle algún daño o malestar. Se demoró en darse cuenta debido a la felicidad que le provocaba poder estar acaramelado con el rubio, pero no era tonto al menos no todo el tiempo y se había dado cuenta de esta inusual conducta pues era como si una parte de su Liam estuviera siendo solapada por la culpa que este debía sentir.

Intentó sacar a flote el tema pero su novio era bastante hábil en evadir hablar de aquello, engatusándolo con besos y leves caricias en su cabello dejándolo completamente desarmado. Pero Sherlock no se rindió y siguió tratando, pues no le gustaba que su Liam lo pusiera como su máxima prioridad conteniéndose de hacer lo que realmente quería. A veces sentía que aunque el rubio era una persona completamente extraordinaria este no lo veía así y ponía a los demás sobre si mismo la mayoría del tiempo, la soledad en sus ojos a veces se dejaba ver aunque Sherlock estuviera a su lado y la amabilidad de este era cruel, pues a pesar de que ayudaba a los demás difícilmente dejaba que le retribuyeran el favor. Esto hacía que muchas veces las personas que recibían su asistencia se sintieran completamente desoladas. Aquel era el caso de Sherlock quien realmente le debía mucho a William, pues lo salvo del aburrimiento en que se encontraba inmerso del cual en muchos años no vio salida y lleno su corazón con un sentimiento cálido que lo motivaba a intentar ser mejor persona, alguien que mereciera estar a su lado. Se sintió infinitamente feliz cuando pudo ayudarlo el día de san Valentín aunque hubiera sido solamente estar ahí y comprarles cosas para comer al par de hermanos. Recordar como su novio se mostró completamente vulnerable le rompió el corazón pero se sintió profundamente orgulloso de ser ese soporte que su Liam tanto necesitaba, era una emoción egoísta pero no le interesaba en absoluto pues lo único importante es que iba a estar allí para este las veces que lo necesitará . Pensó que habían dado un paso enorme en su relación pero ver a su novio comportarse de esta manera tampoco le gustaba pues desde que lo conoció lo considero su igual, no un sirviente cuya única función era complacerlo. Así que este uno de marzo estaba dispuesto a tener una seria conversación con su Liam aunque a este le gustará o no, pero tenían que hablarlo según lo que le dijo John. Este lo vio fumar mas de lo normal y caminar en círculos en el balcón la tarde anterior, después de que se enterara, por parte del profesor Worth, que su novio se había quedado hasta la noche terminando unas tablas para una clase debido a que había pasado casi todo el día con el estudiante de química.

-Diablos soy un egoísta, pero él tampoco me habló sobre ello- le comentó con frustración a su amigo.

-Al inicio con Mary nos pasaba algo similar siempre queríamos estar juntos y muchas veces aplazábamos nuestras obligaciones por el otro , nos trajo problemas así que tuvimos que hablarlo. Después de que abriéramos nuestros corazones pudimos funcionar mejor.

-Eres un cursi. Aún recuerdo cuando descubrí tus fanfics de esa saga de libros popular, todo era tan.... Rosa – mientras lo apuntaba con su cigarrillo y sonreía maliciosamente.

Entre libros de química y matemáticasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora