Extra 3

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Sherlock estaba muy emocionado pues finalmente tendría su ansiada cita con Liam en el parque de atracciones Chessington. Llevaban poco tiempo como novios así que esperaba que todo saliera bien, pero no podía evitar pensar que podría meter la pata y hacer sentir incomodo a su rubio favorito. La última cosa que quería hacer era que su Liam lo odiara o no se sintiera a gusto a su lado. Así que tomo como desafío personal darle la mejor cita posible a su novio, por lo cual se dedicó a navegar en la página del parque temático haciendo todo un plan para que fuera un día inolvidable. Anoto en su mente todo tipo de información que lo ayudara a lograr su objetivo, pensando que antes de conocer a William aquellos detalles no le hubieran importado en absoluto, pero dado que este era especial para él quería esforzarse al máximo por verlo feliz.

Entonces en la mañana del gran día se coloco sus mejores ropas y al mirarse al espejo pensó que tal vez era demasiado no queriendo que su Liam lo mirara con burla.

-Darling ¿No crees que es un poco excesivo?- era lo que este diría seguramente.

Su Liam solía burlarse de él muy a menudo ya que Sherlock se volvía un desastre cuando interactuaban diciendo o haciendo cosas vergonzosas intentando parecer genial.

-Eres adorable, Sherly. No tienes que esforzarte tanto, ya me gustas mucho- le dijo el rubio una vez mientras acariciaba con cariño su mejilla.

Recordar las dulces palabras de su novio hacía que su corazón se acelerara pensando que parecía un adolescente, a pesar de que no era su primer amor sentía que era el más grande y no volvería a amar a nadie de la misma manera.

Se hubiera perdido en sus pensamiento, pero todavía debía encontrar algo mas adecuado para ponerse y se dirigió a su armario en busca de una camiseta, chaqueta azul marino y pantalones que combinaran, no quería verse mal al lado de William quien siempre se veía tan elegante y lindo sin importar lo que se pusiera. Antes no se hubiera preparado tanto para salir pero era una ocasión importante así que todo debía ser perfecto.

-Bien, creo que estoy listo. El corazón de Liam se acelerará al verme - mientras se miraba al espejo y sonreía arrogantemente.

Entonces tomo sus llaves, celular y billetera asegurándose de llevar dinero en efectivo esta vez, ya que no iba a dejar que su Liam pagará de nuevo, pues se supone que era él es quien lo estaba invitando. Casi le da un infarto cuando escucho a John en la cocina y le preguntó que hacía aquí cuando se supone que debería estar con Mary.

-Peleamos- mientras prácticamente lloraba en sus cereales con leche.

-¿Qué sucedió esta vez?

Entonces el doctor le contó rápidamente lo ocurrido y Sherlock simplemente suspiro ya que no era bueno con estos temas pero intento darle su apoyo a su amigo.

-Llámala, debe estar preocupada por ti- fue todo lo que dijo

John abrió los ojos desmesuradamente y dijo que lo haría de inmediato, sorprendido de que su amigo que no solía estar interesado en las relaciones interpersonales le diera tan buen consejo.

-Sherlock el amor te ha cambiado, debo asegurarme de agradecerle al profesor Moriarty- dijo este conmovido.

-Tsk, no exageres John.

Pero la verdad era que hasta él se había dado cuenta de que gracias al amor que sentía por su Liam su relación con los demás también cambió un poco en un buen sentido, ya que se había vuelto más considerado.

John fue a llamar a Mary y Sherlock se dio cuenta que ya iba tarde a su cita con William así que se apresuro lo más que pudo.

-Hace tanto frío y William debe estar esperándome, soy lo peor

Cuando llego a la entrada de la universidad encontró al rubio que tenía una mirada solitaria al observar caer la nieve, se veía tan hermoso pero le rompía el corazón. Ni siquiera podía imaginar que pensamientos estarían cruzando la mente de su novio, Sherlock era consciente de que el rubio no se lo diría fácilmente pues su Liam era alguien muy reservado, sin embargo esperaría hasta el momento en que este pudiera compartir aquello con él.

-Hey Liam- dijo Sherlock saludando.

-Hola Sherlock- dijo este brindándole una linda sonrisa

-Disculpa la demora ¿Nos vamos?- mientras tomaba la mano de su novio la que estaba cubierta por un guante y depositaba un beso en ella guiñando un ojo.

-Eres demasiado descarado- dijo el rubio mientras dejaba escapar una risa complacida mientras tomaba la mano de su Sherly sin importarle que los demás los vieran.

Después se dirigieron a la estación y tomaron el metro, Sherlock se convirtió como una especie de barrera para que las demás personas respetaran el espacio personal del profesor de matemáticas aunque él no dudaba en darle pequeños besos en las mejillas de vez en cuando y mantenerlo muy cerca.

Bajaron y caminaron hasta llegar al parque, compraron los boletos preparándose para subir a la primera montaña rusa pero hubo un problema ya que ambos quedaron muy mareados después del paseo. Decidieron que lo mejor sería realizar otras actividades para poder disfrutar el reto del día.

-¡Vamos al zoológico! Escuche que nacieron unos cachorros de león recientemente- dijo Sherlock mientras tomaba la mano de su novio arrastrándolo hacia allá

-Te sigo entonces- dijo entre risas William.

Una vez allí encontraron a una señorita que estaba repartiendo diademas con orejas de león y Sherlock pensó en lo bien que se verían en la cabeza de su Liam así que le pidió dos.

-¿No crees que estamos muy grandes para eso, Darling?- dijo con burla el rubio pero le gustaba ver feliz a su Sherly.

-Debo comprobar mi hipotesis ¡Es por el bien de la ciencia!

-¿Qué hipotesis, señor estudiante de química?- dijo con diversión William.

-¡Te verás muy lindo con ellas!- entonces le coloco la diadema a su novio y se sonrojo mucho.

-¿Qué pasa? ¿me veo gracioso?- dijo mirándolo con curiosidad y acercándose.

-Foto, necesitamos una foto ¿señorita podría?- mientras le entregaba su celular a la joven

-Por supuesto- respondió la chica intentando no reír.

Sherlock también se coloco las orejas de león y le dijo a su novio que posará como si tuviera garras, este lo hizo ya que Sherlock parecía muy emocionado.

-Digan cheese- dijo la joven y le entrego el celular a Sherlock

-¡Es hermoso! Gracias- mientras miraba la fotografía con una sonrisa muy tonta.

William lo observaba divertido y se iba a sacar las orejas pero su novio se lo impidió. Lo miró con burla y este solo le dijo que lo dejará disfrutar de la vista un poco más.

Estuvieron paseando el resto de la tarde viendo todas las atracciones que el parque tenía mientras iban tomados de la mano disfrutando su cita.

Entre libros de química y matemáticasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora