Unión

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Advertencia: Lemon, R18

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Una vez llegaron allá Sherlock abrió sin cuidado la puerta y prácticamente empujo a su Liam hacia el interior reclamando sus labios, dejando tirado descuidadamente el poster en el suelo. Covalente se encontraba durmiendo pero levanto una oreja como un gesto de bienvenida, el joven de cabellos oscuros se aseguró de cerrar y entonces guio al rubio hasta su habitación sin decir muchas palabras pues estas sobraban y ambos se sentaron en la cama, pero primero el estudiante de química quiso asegurarse de algo antes de seguir.

-¿Confías en mí?

-Creo que eso ya había quedado claro- mientras apretaba la mano del otro

-Entonces permíteme sostenerte ahora, Liam- en sus ojos se podía ver el anhelo y un poco de miedo ya que lo que menos quería era dañar a su novio. El rubio lo observo conmovido y tomo la mano de este besándola con cuidado.

-Por supuesto- mientras separaba sus manos para colocar sus brazos alrededor del cuello de Sherlock iniciando un dulce beso que subió pronto de intensidad, ya que Sherlock lo empujo levemente dejándolo recostado en la cama. Los dorados cabellos de William formaban un bonito desorden en la almohada mientras ambos se besaban y sus manos que estaban enredadas en los mechones de pelo de Sherlock desataron con algo de impaciencia la cola de caballo de este.

-Parece que te gusta verme con el cabello suelto ¿verdad, Liam?

-Te favorece mucho, Darling- mirándolo con ojos brillantes y labios relucientes que rogaban por otro beso.

-Solo a ti te permito que me veas así- dijo este mientras hundía su cabeza en el cuello de su novio un poco avergonzado, pues los cumplidos que este le hacia de repente lo dejaban débil.

Casi nadie había visto sus rebeldes cabellos desatados, excepto John porque viven en el mismo departamento y el odioso de Mycroft por ser su hermano. Liam era un caso especial por obvias razones y disfrutaba la sensación de los suaves dedos de este recorrer sus oscuras hebras.

-Sherly eres hermoso- mientras cerraba suavemente sus ojos y sonreía con la dulzura que estaba reservada solamente para su novio.

-No quiero escuchar eso de ti, cuando eres tan bello que me duele el corazón de solo mirarte- mientras lo estrechaba entre sus brazos con más fuerza.

-lo... mismo... digo... yo- dijo William mientras daba pequeños besos en la cabeza del estudiante de química.

-Se siente tan bien tocarte que no puedo contenerme-mientras seguía acariciando sobre la ropa y con impaciencia iba desabotonando la camisa de su Liam, en un movimiento la deslizo dejando al descubierto los tentadores hombros del rubio los cuales beso con cariño y deseo. A pesar de que realmente quería unirse con él, no iba a apresurarse demasiado pues quería que fuera una ocasión especial. Había tenido toda una tarde para enfriar su mente, al menos un poco así que no seria imprudente y le daría a su Liam las atenciones que este merecía. Beso con suavidad las marcas que había dejado hace unas horas como pidiendo disculpas por haber sido demasiado brusco.

-Tranquilo, Sherly. No me molesta- lo tranquilizo William al ver la preocupación en sus ojos.

-Tendré mas cuidado, pero tu piel es tan apetecible que yo...

-Shhh, ya te dije que no me molesta. Dicen que la concentración es una virtud así que céntrate en este momento-mientras colocaba su dedo índice sobre los labios de Sherlock.

Entre libros de química y matemáticasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora