Festival

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Sherlock se encontraba caminando de un lado a otro mientras fumaba a la vez que su mente estaba llena de una vorágine de pensamientos agolpándose uno tras otro. William solo lo miraba con diversión pues su querido novio había estado así desde que John les dio la noticia de que iba a convertirse en padre ya que Mary estaba esperando un bebé y al parecer ya tenía un poco mas de un mes de embarazo. Aún recuerda cuando el doctor llamo entre lágrimas a su amigo para contarle la noticia.

-¡Sherlock, yo, yo voy a ser papá!- dijo sollozando este.

-¿¡Espera no es muy pronto!?- exclamó Sherlock asimilando la noticia y entrando en pánico- un bebé, un bebé, un bebé.

-Lo sé, lo sé ¿Qué voy a hacer? ¿seré un buen papá? Creo que me voy a desmayar- en plena crisis.

-Respira, respira- el farmacéutico le decía al otro pero era como si se lo estuviera diciendo así mismo.

-No es como si fueras tú quien va a tener el bebé, Darling- se burló William que estaba junto a su novio en aquel momento descansando en la cama pues recién acababan de despertar producto de que el doctor Watson había llamado a Sherlock un domingo en la mañana

-Voy para allá, Liam prepárate pues esto es una emergencia- mientras cortaba la llamada y se apresuraba a ir a colocarse lo primero que encontrara en el armario.

-Tu pantalón esta al revés- se rio William negando con la cabeza pensando que su novio estaba en plena crisis nerviosa.

-Un bebé, Liam, un bebé- dijo este sin poder creerlo todavía y abotonando mal su camisa.

-Vamos, hay que ir a felicitarlos- mientras iba a ayudar a su Sherly que era un completo desastre en este momento.

-Gracias Liam, no sé que haría sin ti- agradeció el farmacéutico mientras era ayudado a vestirse pues estaba en pleno colapso mental.

-Eres tan lindo, Sherly- a la vez que terminaba de arreglar la camisa del otro y le daba un pequeño beso en la mejilla- John y Mary estarán felices de saber que estás tan emocionado.

Después de aquello terminaron de arreglarse y se dirigieron a la casa de la feliz pareja sin olvidar comprar un pequeño presente que tuvo que ser elegido por el rubio pues Sherlock todavía estaba perplejo aunque en su mente se reunían muchos pensamientos.

-¿Podrías dejar de murmurar? todos nos observan pensando que estás lanzando algún tipo de maldición – se burló William- Aunque yo lo encuentro completamente adorable.

-Liam vamos a tener un bebé- dijo este aterrado.

-Sherly, ellos lo tendrán- mientras rodaba los ojos- ¿Por qué estas tan asustado tú?

-¿Y si no soy un buen tío? John me matara si lo dejo jugar en mi laboratorio, ¿y si odia la química? ¿ y si no le agrado?- dijo Sherlock comenzando a enumerar todas las cosas que podrían salir mal

-Mírame- mientras agarraba el mentón de su novio haciendo que lo mirara directamente a los ojos- Lo harás bien, tranquilo ¿sí?

-Pero Liam, ¿y si..?- pero en ese momento fue silenciado por el rubio quien lo beso.

-Si no lo puedes manejar recuerda que aquí estaré yo para ayudarte, después de todo he cuidado niños antes. .

Eso pareció tranquilizar al farmacéutico quien se relajo un poco y abrazo al otro diciéndole que era el mejor novio. Después de aquello continuaron su camino hacia la casa de los Watson llevando con ellos una cesta de magdalenas pues a Mary le encantaban aquellos dulces. Una vez estuvieron allí John se lanzó a abrazar a su amigo y la mujer simplemente se reía suavemente pues su esposo era bastante melodramático.

Entre libros de química y matemáticasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora