Futuro

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Había pasado casi una semana y los días se hacían bastante cortos, aunque ambos tenían muchas obligaciones buscaban cualquier excusa para verse y el día de hoy no era la excepción. Pues a William se le "perdió" su bolígrafo favorito. En realidad podía escribir con cualquiera de los lápices de la oficina del profesor Worth, pero como quería ver a su Sherly astutamente lo llamo para que lo ayudara a buscarlo. Este no se hizo de rogar siguiéndole el juego tomando la tarea de encontrar el dichoso bolígrafo como una misión personal y de gran importancia. La verdad es que William se había quedado dormido después de revisar unos exámenes y el bolígrafo cayo rodando hacia un lugar desconocido de la oficina. Pudo haberlo buscado por sí mismo pero pensó que seria una buena idea llamar a su novio para que lo ayudara y así aprovechar a pasar un momento juntos.

Ahora mismo Sherlock se encontraba agachado mirando debajo de uno de los muebles y sus ojos resplandecieron al ver el bolígrafo así que extendió el brazo para sacarlo de su escondite.

-¡Liam, lo encontré!- dijo muy orgulloso mientras se levantaba y le mostraba el objeto con una brillante sonrisa en su rostro.

-Gracias, Darling- mientras le daba un pequeño beso en la mejilla.

-Creo que merezco una recompensa más grande, fue una búsqueda exhaustiva ¿no lo crees Liam?- mientras comenzaba a arrinconarlo contra el escritorio.

-¿Quieres algo más, Sherly?- dijo fingiendo inocencia.

-Creo que tomare mi premio yo mismo, con tu permiso- mientras acercaba sus labios a los del rubio.

-Adelante- dijo William con un deje de diversión bailando en sus ojos, ya que era divertido como su novio siempre parecía deseoso de acercarse a él e invadir su espacio personal, no es como si le molestara de todos modos.

El beso fue intenso y un poco rudo ya que no habían tenido el tiempo para conectarse de la manera que hubieran querido, en menos de cuatro meses serían sus graduaciones así que la carga de trabajo había aumentado bastante. Ambos se sentían sumamente deseosos de profundizar el contacto, Sherlock tenía sus manos sujetando firmemente la cintura de William acercándolo mucho mas así mismo y este había colocado sus manos en los hombros del otro estudiante. Su respiraciones se mezclaban y la atmosfera prontamente pareció mucho más cálida y las manos de Sherlock rápidamente se escabulleron bajo la camisa del rubio comenzando a acariciar la piel de este quien se estremeció bajo el toque y separo sus bocas.

-Sherlock, no deberíamos- Dijo sintiéndose especialmente sensible a las caricias del otro, ya que desde que se había entregado a él hace una algunos días cada vez que este se acercaba demasiado o lo besaba de manera más profunda sentía que pequeños escalofríos placenteros eran enviados a través de su columna.

-Liam, solo un poco. Necesito sentirte, por favor confía en mi no hare nada demasiado escandaloso- mientras besaba con cariño el cuello del rubio.

-Está bien, solo un poco- mientras enredaba sus dedos en el revoltoso cabello de su novio, disfrutando de las caricias y correspondiendo e incluso iniciando los besos siguientes.

Estuvieron así por algunos minutos, la camisa de William era un desastre pues Sherlock le había desabrochado varios botones para tener mejor acceso al cuello y al pecho del rubio. Su corbata desarreglada y sus mejillas levemente sonrojadas lo hacían mucho mas apetecible ante los ojos del estudiante de química. Realmente era difícil contenerse al ver al rubio en ese estado, así que para poder controlarse un poco comenzó a depositar pequeños besos dulces a lo largo del cuello y rostro de su novio.

-Sherly hace cosquillas- dijo este riendo levemente sin dejar de abrazar la espalda de otro.

-Si estuviéramos en mi departamento, no sentirías solo cosquillas-dijo con tono seductor

Entre libros de química y matemáticasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora