Día de cita parte 1

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William se encontraba sumergido en un bello sueño en el que peinaba los cabellos de su hermano menor quien le sonreía con cariño, aquella era su costumbre pues los padres de ambos tenían que ir desde muy temprano a trabajar a la hilandería. Desde que tenía uso de razón que se había hecho cargo de Louis enseñándole todo lo que sabía y encargándose de su bienestar. Después la escena cambio a cuando este aprendió a cocinar pues William no era capaz de hacer nada más que sándwiches y té, los ojos del rubio de menor edad brillaban intensamente al utilizar las ollas y otros utensilios. Entonces luego ante sus ojos se mostro la vida de ambos en el orfanato y cuando conocieron a Albert para convertirse en los hijos adoptivos de los Moriarty. Y después se pudo observar a este graduándose del instituto para finalmente tomar la mano de Moran comenzando a caminar con un rumbo desconocido. Mientras eso acontecía William solo podía observar la escena con algo de tristeza y a la vez orgullo siendo consciente de que al igual que él su hermano menor ya había escogido su camino, pero no pudo seguir contemplándolos pues su mano fue jalada y su espalda se apoyó en el pecho de Sherlock quien le sonreía con infinito cariño.

-Sherly- pronunció mientras abría sus ojos encontrando que su pareja ya se había levantado, era sábado así que ninguno tenía que trabajar por lo que disfrutarían su día juntos.

Entonces a su nariz llegó un delicioso aroma haciendo que sonriera e iba a pararse para ir al encuentro de su novio, pero este apareció en la puerta acompañado por Lisa y Tommy. En sus manos traía una bandeja con dos tazas de té, un plato lleno de tostadas junto a un pequeño pote de mermelada de frambuesa y un cuchillo de mantequilla además de una linda flor atada con una cinta. Además Sherlock se veía muy guapo pues se había colocado una camiseta blanca sobre la cual llevaba un chaleco negro con cuello en V acompañado de jeans azules. Además se había colocado unos zapatos oscuros que complementaban excelentemente el atuendo.

-Buenos días, Liam- lo saludo a la vez que iba a dejar la bandeja sobre las piernas del rubio y le daba un pequeño beso en los labios.

-Buenos días Darling, gracias por traernos el desayuno. Es muy lindo de tu parte.

-Hoy quiero consentirte todo lo que pueda, pues es nuestro especial día de cita.

-Lo mismo digo, yo también me encargare de demostrarte todo mi cariño hoy- mientras le sonreía dulcemente.

-Liam me veo en la obligación de besarte- dijo Sherlock seriamente.

-Solo uno ¿está bien? No queremos estar toda la mañana aquí en nuestra habitación, ya que tengo planeadas un par de cosas- señalo William con tono misterioso

-Tienes razón, te cedí la mañana y yo me quedé con la tarde así que prepárate también- mientras depositaba un beso lleno de afecto en los labios de su encantador novio.

-Lo estoy esperando con ansias, Mr. Holmes- sonriéndole de aquella manera que enloquecía al otro y hacia que tuviera pequeños espasmos de emoción.

-Liam realmente es la tentación encarnada, pero debes resistir Sherlock- pensaba el farmacéutico, ya que por más que quisiera lanzarse sobre el otro en ese mismo momento tenían muchas cosas que hacer a lo largo del día.

Comieron tranquilamente mientras conversaban y observaban como sus mascotas jugaban entre sí, realmente estas pequeñas mañanas juntos eran algo que atesoraban mucho pues desde que ambos comenzaron a trabajar era difícil tener momentos como estos.

-Estaba realmente delicioso, Darling- dijo William completamente satisfecho.

-Me alegra que te haya gustado Liam, espera te quedó una pequeña migaja aquí- mientras tomaba aquel pequeño pedazo de pan el cual se encontraba en la comisura de los labios de su novio y se lo llevaba a su boca- Delicioso.

Entre libros de química y matemáticasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora