[M] Capítulo 38

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Era una hermosa mañana en el área norte de Wei a pesar del viento helado que imperaba desde la madrugada.

Lan Wangji y Wei XianWu, se encontraban en la habitación de estudio del príncipe, donde una larga y delgada caja de madera estaba sobre el escritorio, frente a la pareja.

-Este es el anillo de nuestra casa-indicó el más joven -Deberás portarlo siempre- le explicó, estirando la mano para enseñarle el suyo de manera que Lan Zhan pudiera comparar. El anillo de Xian tenía al centro una piedra negra y tallada en ella se distinguía la tortuga plateada con cuernos, rodeada de una serpiente. No obstante el que ahora le otorgaba a Lan Wangji, tenía además, una pequeña piedra roja.

-Esto te identifica como señor de esta casa por matrimonio, como extensión de mi y de mi poder.

Wei Ying había deslizado en uno de sus dedos momentos atrás y cuando tuvo su mano de cerca, acarició sus dedos lentamente, observando ambos anillos juntos antes de dejarlo ir. Este último a continuación, le entregó una ficha redonda de un metal que parecía ser plata, tenía un agujero entremedio y alrededor el mismo símbolo.

-Wei Ying utilizó uno de estos- indicó, al recordar que tiempo atrás vio a su esposo entregarla a un soldado afuera del salón del té.

-Se utilizan en caso de que necesites dar una orden, o un mensaje y te encuentres fuera de aquí. Son limitadas, así que debes pensar cuidadosamente cuándo utilizarlas, deben siempre volver a ti.

Wei Ying sabía que esta última indicación estaba de más, pues Lan Zhan no era el tipo de persona por la cual preocuparse de que tomara las cosas a la ligera.

Centró su atención en otro anillo, para continuar con la lección -Este es el anillo de Wei, lo utilizamos en el extranjero y te acredita como personaje distinguido de nuestra nación. Debes guardarlo junto a tu sello personal.

El sello personal del que Wei Ying hablaba también estaba ahí, era pequeño, blanco como un hueso y tenía grabado su nombre de matrimonio en la cara inferior, su esposo lo había diseñado especialmente para él y a Lan Zhan le pareció que su trabajo había sido no menos que maravilloso, no tenía nada que envidiarle su sello personal del clan Lan, que había sido destruido tras su destitución y posterior expulsión. Para Wei Ying, que Lan Wangji se perdiera en sus pensamientos no pasó desapercibido.

-Tal vez, deberíamos descansar-agregó con una sonrisa -Sé que puede llegar a ser algo tedioso.

No obstante Lan Zhan encerró la cintura de su esposo con uno de sus brazos y agitó la cabeza con delicadeza, mirándolo a los ojos -En absoluto, quiero escuchar a Wei Ying.

Debido al abrazo y a la cercanía del rostro de Lan Zhan, unas ligeras cosquillas recorrieron el cuerpo del más joven, haciéndole encoger los hombros un poco. El jade besó su mejilla y dejó la cabeza sobre el hombro.

Empero, para el joven hombre, continuar explicando era ya algo casi imposible, no podía hacerlo cuando tenía las manos de su esposo alrededor de su cintura tan posesivamente, curvando su silueta con discreción.

Intentó centrar su atención pero ya que su cuerpo estaba demasiado consciente de Lan Zhan y su corazón ardía, se dio por vencido rápidamente.

En cualquier caso siguió mostrando a Lan Zhan algunas cosas que le servirían para sus tareas del día a día, no obstante, fue muy evidente que aunque el otro ocasionalmente respondía con mh y si, estaba más interesado en el cuerpo de Wei Ying y en determinado momento buscó su boca.

Para entonces, Wei Ying dejó atrás lo que estaba haciendo y se concentró en devolverle el beso también, tomar los labios de Lan Zhan y disfrutarlos como si la vida se le fuera en ello, con la cadencia y el amor que por estos días eran una constante. Finalmente sólo bastó que sus miradas cruzaran para saber lo que el otro quería.

Más allá de los acordes del guqinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora