Capítulo 14

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Irlanda 1815 Castillo de Leinster

Hace un mes terminó la guerra, por fin. Tengo cinco meses que me dieron de baja por incapacidad, de no ser por Declan que sin importar las llamas ingresó a la carpa donde estaban los enfermos que curaba, a ellos no los pude salvar, mi amigo solo ingresó por mí mientras Thomas luchaba con el enemigo y un grupo grande de soldados al mando del general Taylour. Mi ayudante de cámara el que nunca había utilizado, a raíz de mis quemaduras se ha vuelto indispensable. Mi pierna derecha, toda la espalda y el brazo derecho quedaron quemadas, debo agradecer a los ángeles de mi madre que los dedos no se vieron comprometidos y no por vanidad, sino porque me vería impedido a realizar operaciones. No hay nada que ame más que mi profesión, ni el ducado me apasiona tanto.

—Listo su excelencia —Berwin terminó de poner el pañuelo, el estar en el castillo implica mantener el protocolo y más porque llegan amistades de mamá. El barón de Mowbray y toda su familia ya se regresan a Londres, su hija Lady Violet comienza su preparación para su presentación, en unos tres o cuatro años saldrán como estampida de ovejas a buscar marido.

—Gracias Berwin.

—Su señoría, hace un par de días le llegó una encomienda de parte del marqués de Bristol.

—Y hasta ahora lo dices, ¿qué es?

—No lo sé, sigue en un pequeño cofre de madera —mi ayudante me lo entregó. Y la presentación era llamativa, masculina. Una caja alargada tallada finamente, en la parte frontal tenía grabado una copa y un puro. Sin duda una representación del caballero noble, venía con una tarjeta con el sello del marquesado de Bristol. Tomé la carta.

Apreciado milord

Me complace enviarle una pequeña muestra de las cinco fragancias masculinas con extracto de corteza de árboles representativos de Irlanda como el Roble, Aliso, Fresnos, Olmos y Pino. Me complace hacerlo conocedor de mi nueva fábrica de fragancias A.H Bristol, los pedidos podrán ser enviados una vez nos será llegado el requerimiento. Espero algunas de las fragancias sean de su agrado.

Con estima

Marqués de Bristol

Abrí el cofre y había cinco frascos, destapé uno por uno, todos agradables y el que más me gustó fue el que tenía una etiqueta que decía Aliso, con su respectivo costo, el segundo con mejor aroma para mí fue el Fresno. Me apliqué el primero. Dejé los dos que me gustaron. El mayordomo tocó a la puerta.

—Adelante —Randolph ingresó solemne.

—Su excelencia, en el salón de tulipanes lo espera la duquesa viuda con los invitados, su hermana no demora en llegar con su esposo y sobrinos.

—Ahora va a comenzar con su insistencia en que ya es hora de contraer matrimonio y apenas estoy en mis veinticuatro años, después de los veintiocho comienzo a buscar —solo mi madre sabe de la barrabasada que cometió mi abuelo al perder todo, lo único con lo que pudo salvar su pellejo fue con el título, por eso dio su palabra a un duque español, su hija seria duquesa, padre jamás nos lo dijo, lo supimos el mismo día en de la lectura del testamento y supimos que estábamos en banca rota, ni la dote de Candy existía.

Mi padre hizo malabares y se endeudó con muchos prestamistas para mantener nuestro lujoso estilo de vida. A mis dieciochos años recibí el título de duque con una prometida a la que me faltan seis años para conocerla dado que en este momento debe ser una infanta de once años, también recibí una cartera morosa que daba miedo, esa fue la razón que ocasionó el infarto en mi padre.

Lo primero que hice fue pedirle a Iain Grant su asesoría, por dos semanas nos encerramos en el despacho desmenuzando cada propiedad y su productividad. El que ahora Leinster resplandezca es sin duda alguna gracias a Iain—. El deber llama —dije saliendo de mi recámara, llegué a la sala, el mayordomo me anunció, cuadré mi levita e hice mi ingreso, por ser un duque, todos se levantaron, saludé al barón, en los últimos negocios no quiso participar, se ha alejado un poco desde que se vino a vivir a Irlanda. En total tiene cuatro hijos contando con una bebé de brazos, es extraño.

Apariencias - ¡Mírame...! No podrías amarme (libro 1).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora