Bajé las escaleras mientras bostezaba, sin intenciones de disimular mi boca abierta mostrando mis colmillos.
Cuando desperté en el cuarto en el que Tae y yo dormimos, mi novio ya no estaba.
Supongo que tuvo que ir a su empresa o lo que sea… Ah, no fui a revisar a Hoseok.
Olfatee el lugar luego de sentir el suelo de la planta baja bajo mis pies, seguía oliendo a él, pero al parecer su celo estaba por terminar.
Ay, dormí demasiado… Después de todo Tae y yo tuvimos horas de cardio…
Reí ante mi pensamiento estúpido mientras entraba a la cocina.
—Ahora que lo pienso… Debería ir a llevarle comida a Jungkook. Aunque aún no querrá verme. —susurré para mí.
No me molesté en abrir el refrigerador pues sabía que no habría comida hecha. Y claramente no me arriesgaría a quemar esta casa.
Me acerqué a la encimera de granito y tomé una manzana verde que estaba en el frutero y me senté en uno de los banquitos que había a un lado. Subí mis piernas a la encimera sin preocuparme mucho por mis pies descalzos antes de darle una mordida despreocupada a la fruta.
Mmm, la casa se siente muy tranquila sin Tae aquí, y con Jungkook y Hoseok encerrados… ¿Falta alguien?...
Ah, el pulgoso.
No lo ví al venir aquí, aunque tampoco es como que me fijara mucho.
Le di otra mordida a mi manzana mientras tenía la mirada perdida en una esquina de la cocina, seguí pensando en cosas irrelevantes mientras masticaba.
—And just let me lo~ve youUu… Let me love, let me love you… —mis ojos se posaron en el niño de al parecer no más de diez años que entraba caminando y cantando a la cocina. Su cabello era café oscuro, pero tenía mechones algo rubios.
Mi mandíbula continuo su movimiento pero con más lentitud. Mis ojos notaron unas orejas y una cola peluda en su espalda baja. Para mi sorpresa, estaba desnudo.
Abrió la puerta de el refrigerador y sacó un pedazo de pan dulce o algo así, pero olía a chocolate.
Cuando la puerta se cerró ambos nos miramos en silencio. Luego de unos diez segundos ambos nos llevamos nuestra comida a la boca con lentitud y le dimos una mordida.
El niño me mostró su dedo medio antes de salir casi corriendo por la cocina. Ante esa gran ofensa me levanté con rapidez. Dejé mi fruta en la encimera y corrí en dirección de aquel mocoso.
—¡Ah, Yoongi! ¿Viste el niño que salió corriendo con un pedazo de pastel? ¿Cómo habrá entrado?... —Yeontan me recibió apenas giré hacia la sala.
Suspiré y lo tomé de la nuca para llevarlo a la cocina nuevamente. Ignoré sus quejas hasta que llegué a mi antiguo lugar y lo dejé en el piso.
—Así que eres un híbrido también… ¿Quieres explicarme porqué no nos lo habías dicho? —tomé mi manzana, ya un poco oxidada, nuevamente mientras le daba una mirada fría al perro.
Este suspiró y al parpadear el chico de hace un rato estaba frente a mí.
—¿Por dónde empiezo? —me seguía molestando que su voz fuera más grave que la mía…
—Puedes sentarte si quieres. Al igual que tú, no quiero verte el pene por diez minutos o más. —tragué los restos de manzana que había en mi boca y le di otra mordida. —¿Cuál es tu nombre real?
—Me llamo Jeno, pero prefiero Yeontan, gracias. Y sobre mi pene, de todas formas lo veías todos los días, al igual que yo el tuyo. —resoplé, sin duda su personalidad era aún más molesta al saber que es un niño real. —Tengo diez años… Cómo conocí a Taehyung es real pero… Yo ya conocía a Jimin. Vivía con una señora rica y me usaba como lo que somos, se cansó de mí y me dejó en la calle, ese mismo día me encontró Tae.
—¿Y porqué mentiste? —lancé mi manzana ya terminada hacia un bote de basura aunque no cayó en él y solo provocó ruido, lastimando los oídos del canino y los míos. —Lo siento…
—No mentí. Solo no les mostré que soy un híbrido. Nunca me preguntaste si lo era, así que no mentí. —cerré los ojos y suspiré. Parecía alegre.
—No puedo creer que los estúpidos doctores no se hubieran dado cuenta de eso… —murmuré. El menor se encogió de hombros ante mis palabras.
—Es lo que pasa, supongo. ¿Es todo? Pensaba comerme ese pedazo de pastel y luego ir a darme un baño porque ustedes no lo han hecho pero —lo interrumpí.
—Te bañaron en el hospital… Además, ¿ya conocías a Jimin? Cuando él fue a la casa el día del incendio… ¿Fingiste no conocerlo?
—Pues claro, si tú que estás viejo lo conoces, yo siendo menor claro que lo hago. Y claro que fingí, el punto era que no me descubrieran… —su voz se fue apagando. —Eso no es mentir.
—¿Pero no se suponía que debías ser mayor para poder ser vendiendo?
—La señora tenía gustos raros.
—Lo veo. —el niño me sacó la lengua con una mirada nada amable. Por mi mente pasó la idea de agarrar su lengua con mis garras con rapidez, pero posiblemente lloraría.
Y claramente no quería soportar eso.
—Además de eso, tenía mucho dinero. Es obvio que si paga lo que la empresa quiere las reglas pueden desaparecer muy rápido.
Asentí, sabiendo bien que eso era cierto. Antes de que pudiera decir algo nos tensamos en nuestros asientos al escuchar la puerta de la casa ser abierta.
—No le digas a Tae. —antes de poder cuestionar la decisión del menor un perro salió corriendo de la cocina en busca de su dueño.
Fruncí el ceño pero mi expresión se relajó al escuchar la voz de Taehyung adulando al canino.
Salí caminando con tranquilidad. Me encontré con mi hombre en cuclillas acariciando el pelaje del perro. Inmediatamente sus ojos se posaron sobre mí, no tardando en saludarme.
—Buenos días, amor. ¿Dormiste bien? Perdón por irme, tenía que arreglar algunas cosas. —Taehyung se incorporó y acercó a mí, ignorando los ladridos del canino.
Me dio un beso rápido antes de posar una de sus manos sobre mi cabello, acariciándome. Sonreí ampliamente ante el contacto.
—Sí, dormí bien pero hubiera dormido mejor con tus brazos alrededor de mí. —la sonrisa de mi novio creció y sus ojos brillaron ante mis palabras.
—Eso lo puedo compensar hoy… Que hablando de eso, te tengo una sorpresa. Iré a ver a Namjoon y después pasaré por ti, así que arréglate. —me dio un beso en la mejilla pero al procesar sus palabras un puchero se formó en mis labios.
—¿Te irás otra vez?... —mis brazos buscaron su cuerpo, rodeándolo en un abrazo. Alcé mi cabeza, dejando mi barbilla recargada en su pecho.
—Sí, lo siento, bebé… —su boca mostró una mueca. —Por cierto, ¿ya desayunaste?
—Una manzana, sí. —las facciones de mi novio demostraron inconformidad.
—Come algo más, bebé. ¿Quieres que te haga algo? —su mano viajó de mi cabello y orejas hasta mi cara, acunando mi mejilla y mirándome con preocupación.
Suspiré, ah… Lo amo.
—No… Estoy bien, prefiero guardar hambre para más tarde. —tomé su mano y la pegué a mi boca, mordiendo superficialmente la palma de su mano.
Tae rió levemente, pero volvió a acariciar mi cara antes de apartarse un poco.
—Come algo más. Aún que sea algo ligero. Sino, no te alimentaré con lo que quieres, gatito. —me guiñó un ojo, robándome otro suspiro.
—Bien… Buscaré algo. —Tae asintió antes de besarme rápidamente en los labios para luego dirigirse nuevamente a la puerta principal.
—Volveré en unas tres horas. Por favor, verifica que estén bien los otros dos. —asentí y le lancé un beso a Tae con sobre actuación.
El humano se limitó a reír y negar con la cabeza, no respondiendo mi gesto antes de cerrar la puerta.
Mh, aburrido.
Formé un puchero mientras daba unos pasos para visualizar al cachorro.
Casi escondido en la esquina de la mesa central, la cola peluda y de pelos claros se asomaba saludándome. Al acercarme más noté que se estaba comiendo el pastel anteriormente robado.
¿Porqué teníamos pastel?...
—¿No se supone que a los perros les hace daño el chocolate? —pregunté, haciendo que el menor gruñera entre mordidas.
—También se supone que a las putas se les paga por follar, y a ti no te pagan. —gruñí antes de rodar los ojos y regresar a la cocina a buscar algo más de comer. Estúpido pulgoso.
🐾
—Let me love you… —cantaba en voz baja la melodía que Yeontan, o más bien Jeno, entonaba tiempo atrás mientras tomaba un baño.
Tenía los ojos cerrados y la cabeza ligeramente inclinada pues estaba quitando la espuma de mi cabello y orejas.
Luego de haber comido un par de galletas que encontré en un cajón, y descubrir que habían sido escondidas por el perro el cual casi llora al ver que ya no estaban, subí a darme una ducha.
Mi ceño se frunció al percibir el olor de Hoseok.
¿Seguía en celo? Creo que ya debería estar por terminar…
Me quité el exceso de agua del rostro y tiré mi cabello hacia atrás. Justo cuando cerré la llave del agua la puerta del baño fue abierta con brusquedad haciéndome saltar y casi resbalarme en las baldosas del suelo.
—¡Yoongi, abrázame! —Hoseok entró, dejando la puerta abierta mientras parecía correr hacia mí.
—¿Q-qué? ¡Espera, espera! —salí de la regadera, no caminando rápido por miedo a resbalarme. Quería tomar una toalla pero estaba demasiado lejos y para cuando pensaba correr el león ya me había abrazado.
Grité aterrorizado, y aún más porque ambos estábamos desnudos. Además estaba sudado, yo acababa de bañarme… Ahora tendré que limpiarme con cloro.
—¡AHH, HOSEOK, SUÉLTAME! ¿¡QUÉ MIERDA TE PASA?! ¿¡ACASO ESTAS BORRACHO?! —traté de alejarlo de mi cuerpo pero seguía mojado en agua y él en sudor, así que no tenía un buen agarre.
—¡Lo amo, Yoongi! ¡Pero él no me quiereee! ¡Prefiere al estúpido de Namjooooooon! —apenas noté las lágrimas que bajaban por las mejillas del león.
¿Esto es en serio o me caí mientras me bañaba y estoy muerto?
—¿De qué mierda hablas? ¡Suéltame! —volví a intentar apartarlo aunque en vano, sin embargo esta vez me miró a los ojos.
—J-jin… Tenías razón… —obvio. —Me gusta, y quiero estar con él pero él no me prestará atención por el estúpido humano…
Nuevamente la cara de Hoseok impactó contra mi pecho húmedo, soltando sollozos.
Debo admitir que verlo así no es tan gratificante como lo imaginaba…
—Oye… Tranquilízate… Primero que nada, aléjate de mí. —los brazos del mayor se engancharon más en mi espalda, haciéndome querer gritar de nuevo. Su cabeza negó, haciendo cosquillas con su cabello en mi piel. —Hoseok, estamos desnudos.
—¡No me importa, por favor, abrázame! —solté aire por la boca, demostrando mi incomodidad. Sin embargo, rígidamente alcé mis brazos para rodear al cuerpo ajeno.
Al escuchar que su llanto aumentaba me límite a dar palmaditas robóticas en la espalda desnuda.
—Ya… Ya… —murmuré no seguro de lo que estaba haciendo.
—Vaya… Creo que esto es lo más homosexual que te he visto hacer desde que te conocí, Yoongi. —giré la cabeza y visualice a un perro. Estaba seguro de que si estuviera transformado estaría sonriendo.
—No es… Lo que parece. —un fuerte sollozo me hizo cerrar mis ojos con fuerza, incómodo. El cachorro parecía tararear, fingiendo entender la situación. —Oye, tu siempre tienes algo que decir así que dale un consejo a Hoseok. Le gusta Jin.
—No me digas. ¿Y porqué llora?
—¡Porque no le gusto a Jin, me odia! —el león gritó eso antes de volver a sollozar contra mi pecho.
Suspiré mirando al cachorro, quién ya no se veía tan divertido de la situación.
—Pues… Si realmente quieren mi opinión. Creo que no es motivo para llorar y puedes hacer algo. Ya que aún no le has dicho como te sientes no te ha rechazado, no te puedes rendir antes de intentarlo. —alcé una ceja ante las palabras del menor.
—S-sí… —el híbrido se incorporó un poco, dejando de tener contacto su piel y la mía. —¡Tienes razón! ¡Tengo que hacer algo!
—Bien, es un buen inicio. ¿Porqué no vas con Yeontan para que te siga ayudando mientras yo me vuelvo a bañar? —retrocedí está vez tomando la toalla con rapidez antes de que se le ocurriera volver a abrazarme.
—B-bueno… —Hoseok se sorbió la nariz a la vez que se limpiaba el rostro con sus manos.
—Creo que deberías de ponerte algo antes de salir… —le pase una bata intentando no mirar hacia abajo. Él la tomó y aún con semblante triste se vistió.
Verlo así me deprimía…
»—Ya vete, me deprimes. —hice un ademán con la mano sin mirarlo mientras caminaba de vuelta a la regadera, esta vez preparado con mi toalla.
Estaba por entrar a la ducha cuando me doy cuenta de que todo está callado, por lo tanto, no se habían movido.
—Idiota… —luego de mirar extrañado a Yeontan miré al mayor. Al mirarlo llorando nuevamente me confundí aún más.
—L-lo siento, Hobi. No te quise hacer sentir mal… No lo decía en serio, perdóname. —me acerqué unos pasos al híbrido, aunque tenía miedo de que volviera a abrazarme.
—¿En serio?... —se sorbió la nariz, a lo que yo asentí.
—Sí, lo siento. Solo que quiero ducharme porque Tae pasará por mí en… Una hora. —el león empezó a asentir levemente para luego disculparse otra vez.
—Ya vamos, Hoseok. El pito chico quiere privacidad. —el chico de ojos esmeralda se dirigió hacia la puerta.
—¿¡Cómo que pito chico?! ¿¡Se te hace pequeño esto?! —retiré con rapidez la toalla de mi cintura. Ambos pares de ojos se posaron en mí entrepierna, sintiéndome de repente tímido.
—Pues grande, grande… Creo que está mejor equipo Hoseok. ¿Tienes frío? —le enseñé el dedo medio al perro fastidioso antes de dirigirme a la ducha nuevamente sin preocuparme en cubrirme.
—Vete a la mierda, pulgoso. —sin decir más ambos se fueron dejándome tomar la ducha tranquilamente, al fin.
🦁
Bajé las escaleras junto con el perro. Corrí hacia un sillón y tomé un cojín para abrazarlo contra mi pecho, al igual que mis rodillas.
—¿Ya estás más tranquilo?... —me preguntó el canino una vez subió el sillón con algo de dificultad.
—S-sí… —murmuré. —Pero… ¿Qué voy a hacer si le digo cómo me siento y no siente lo mismo?
—Pues dudo que te aleje de él. Solo sería muy incómodo para ambos y frustrante sobre todo para ti. —enterré mi cara contra el cojín y grité. —Oye, hace un día estabas muy serio y parecías maduro. ¿Acaso esto es un efecto secundario de tu celo o algo?
Asomé mis ojos mirando con algo de vergüenza al perro.
—Probablemente. No sé si todos funcionan igual, pero al menos yo me pongo muy… Afectivo luego del celo. —giré la cara en dirección de la voz. Yoongi venía bajando las escaleras, ya estaba vestido aunque su cabello seguía algo húmedo.
—Entonces tal vez sea eso… —habló de forma baja Yeontan.
Me límite a mirar con algo de tristeza a ambos.
¿Realmente es buena idea decirle lo que siento a Jin?
—Yeontan, me iré con Taehyung pronto. Tú te quedas a cargo de los dos idiotas, aliméntalos, por favor. —miré al perro, inmediatamente se había alterado.
—¿¡Qué?! El menor soy yo, y soy un perro. ¡Ustedes deberían de cuidarme a mí!
—Déjate de estupideces, eres un híbrido, mocoso. —no oculte mi sorpresa ante eso, y el menor no ocultó su molestia al ser expuesto. —Al menos alimenta a Jungkook. No querrá verme ni a mí ni a Tae, y dudo que Hoseok esté en condiciones de cuidarlo…
Las orejas de todos tuvieron espasmos buscando el ruido del exterior. Al parecer el humano ya había llegado.
—Bien… Pero no le digas a Tae. —el perro se acostó en el sillón, al parecer con resignación.
—Luego hablaremos de eso. —Yoongi señaló al menor antes de empezar a caminar hacia la puerta.
Taehyung entró, sus ojos conectaron con los míos pero rápidamente se posaron en su novio.
—Tan hermoso como siempre… —el brazo del hombre rodeó la cintura del tigre, dándole un beso corto.
—Claro. —Yoongi sonrió ampliamente, acariciando el pecho de Taehyung.
¿Así sería me relación con Jin si le digo cómo me siento?
—Hola, Hobi. Que bueno que ya te sientes mejor… —regresé de mis pensamientos pero no encontré nada que decir. En cambio, Yeontan llamó a su amo. —Hola a ti también, Tannie.
La cara de Yoongi se contrajo al escuchar la voz “tierna” que su novio usó para dirigirse al perro.
—¿Nos vamos ya? Estoy impaciente por la sorpresa que me tienes… —el tigre susurró en el oído de su pareja, terminando riendo coquetamente entre ellos.
—Claro, bebé. Volveremos para cenar aquí. —lo último me lo dijo a mí, pero solo asentí.
Ambos se despidieron de mí, pero con especial atención Tae se despidió de Yeontan. Cuando ambos salieron y cerraron la puerta la sala quedó en silencio.
El perro se giró hacia mí y nos miramos a los ojos en silencio sin realmente saber qué hacer.
—Entonces… Sí eres homosexual después de todo.⚡Holi c:⚡
¿Sorprendidas? X2
Perdón por tardar tanto y subir algo tan corto.Estos días he estado muy jodida xd quería escribir desde mucho pero lo sabía qué hacer (?)
Por cierto, ¿algún consejo para la ansiedad, específicamente, el miedo a morir? Xd
Cómo sea jeje
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Savage🐾 Taegi +18 #Wattys2022
FanficKim Taehyung. El guapo hombre multimillonario,dueño de varias empresas reconocidas en Corea y otras regiones. Exitoso y envidiable,el sueño de toda mujer u hombre. El hombre perfecto. El hombre que lo tiene todo. O al menos así lo describen la may...