CAPÍTULO 36

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SORPRESA! se que no esperaban capitulo a media semana, pero aquí hay uno nuevo, corto, pero muy intenso.

¿Qué pasara ahora? 🤔

Los días seguían pasando. El ambiente de trabajo cada vez me parecía más tranquilo a pesar de que las cosas que íbamos descubriendo no generaban ningún tipo de tranquilidad en William. Durante las jornadas de trabajo ponía música, rock por sobre todas las cosas, porque según él le gustaba trabajar escuchando música, además de que lo mantenía despierto. No me parecía una mala idea, el escuchar música a mi me servía para concentrarme, creo que sirvió para ambos, ya que al parecer en ese sentido éramos mas parecidos de lo que me gustaría admitir.

También en esos días había tomado la confianza suficiente como para marcharme a la habitación contigua a la oficina y dormir aunque sea unas dos horas.

El día de trabajo de hoy era como cualquier otro, en realidad no sé si era como cualquier otro. Conforme pasaban los días veía a William cada vez más nervioso, lo veía delgado e incluso errático a la hora de hacer algún movimiento. Suponía que era normal, las cosas no estaban pintando nada bien. Cuando comencé con mis sospechas, pensé que la fuga de dinero era de algún área específica de la compañía, pero a medida que fuimos buscando más pruebas y realizando los cálculos veíamos que la fuga se daba en casi todos los departamentos, quien esté detrás de todo, estaba haciendo un trabajo minucioso, sacaba un poquito de todos lados, pero si se iban sumando esos poquitos se hacia una buena cantidad de dinero.

Sentía que la música ya no lo calmaba, cada vez que agarraba la taza de café temblaba en sus manos. También había visto que su caligrafía perfecta ya no era lo que era. Llevaba varios días sin afeitarse y sin peinarse. Como habías días en los que yo preparaba las infusiones que íbamos a tomar, decidí hacerle un té de tila con manzanilla que lo relajara un poco.

- ¿Pero qué carajos es esto?-. dijo luego de escupir el primer sorbo que había tomado dentro de la taza.

- Es té de tila y manzanilla-. Creo que fue mala idea sustituir su café por el té.

- Tu tomas esas cosas, yo solo tomo café-. Me habló enojado.

- Disculpe, le veo algo nervioso por eso se lo traje. Pero si me deja voy a prepararle un café.- me hizo seña de que vaya por el.

Caminé a la cocina y preparé el café como a él le gustaba. En esos momentos lo que menos quería era de que se enojara conmigo y veníamos en buena racha de días sin discutir.

Al entrar de nuevo en la oficina, lo vi mirando por el enorme ventanal. Era raro que las cortinas estuvieran abiertas a esa hora. Creímos que era mejor mantenerlas cerradas por si algún empleado pasaba de noche por la zona y se diera cuenta de que el piso del jefe aun seguía iluminado, como si alguien estuviera allí.

Dejé la taza en su escritorio, haciendo ruido al apoyarla en este para que se dé cuenta que su café ya estaba.

En el camino había tomado la decisión de irme a dormir un rato y dejarlo un rato solo, a lo mejor eso le venía bien, ya que yo cuando estaba muy nerviosa siempre sentía la necesidad de estar sola.

Me encaminé hacia la habitación. Encendí la luz, comencé a quitarme las zapatillas, la sudadera ya que no se me hacia cómodo dormir con ella y por ultimo retiré mis pantalones. De repente sentí la enorme necesidad de cubrirme, sentía que alguien me estaba observando. Pero ya era demasiado tarde.

William me empujó brutamente contra la pared de la habitación, sentí dolor al momento en que mi cabeza pego contra el recubrimiento de madera que esta tenia. Intente moverme, salir de ahí, pero con sus manos había tomado las mías para ponerlas por sobre mi cabeza. Abrí mi boca para protestar, pero sucedió algo que no pensé que fuera capaz de hacer, me besó.

Destrucción (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora