CAPÍTULO 41

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Habían pasado varios días de la noche de cine en la casa de mi jefe.

Todo marchaba relativamente bien, aunque con el correr de los días mis nervios se iban acrecentando. Cada vez faltaba menos para terminar mi relación laboral con la compañía Worrington. Pero aquella ansiedad estaba haciendo algún que otro desastre en mi cuerpo. Tenía algunas marcas en mi boca que de seguro desaparecerían como por arte de magia en mayo. Además se me estaba cayendo mucho pelo, y también estaba segura que aquello se solucionaría en mayo

El trabajo iba bien. El señor Worrington me envió un breve reporte de cómo iban lidiando su grupo de especialistas con la investigación. Aunque no quería meterme mucho en el tema y sabiendo que pronto no tendría nada más que ver con la empresa, sentía mucha curiosidad de ver cómo terminaba todo, y saber por fin quien o quienes eran los culpables. Todo lo sucedido me hacía sentir que estaba en una novela de espías y esas cosas.

Aquel domingo nos encontrábamos en casa de John para un almuerzo familiar.

- Con tu madre tenemos algo que decirte-. Habló John mientras comíamos tranquilamente. Miré a mi madre.

- Es algo que hemos hablado mucho al respecto, pero primero te lo queríamos comentar y ver qué opinas-. Dijo mi madre, y se la notaba algo nerviosa. Hice un leve asentimiento con la cabeza para que procedieran.

- Con tu madre hemos decidido de que es hora de vivir juntos-. Dijo finalmente John.

- Pensé que ya lo hacían-. Comenté tranquila. Ambos me miraron confundidos.- quiero decir, tú John pasas mucho tiempo en nuestra casa es como si vivieras en ella. Hasta hay un montón de cosas tuyas y todo...-. Bromee.

- Tienes razón-. El sonrió.- pero, habíamos pensando que lo más indicado sería que tú y tu madre vinieran a vivir aquí... la casa es grande y...

- Me parece buena idea-. No lo dejé terminar.

No pudimos seguir con la conversación ya que el teléfono móvil de mamá sonó y al atenderlo salió del comedor porque era del trabajo. Mientras ella atendía su llamado, con John seguimos comiendo tranquilamente.

- Tengo una emergencia-. Dijó mi madre entrando al comedor.- una novia se ha quedado sin estilista a último minuto y me necesita ya.

- No pasa nada, amor. Ve, y suerte. En emergencias he tratado con novias y es mejor no hacerlas esperar-.dijo John a modo de chiste.

Mamá se fue luego de darle un ligero beso a John y una caricia en mi cabeza.

Con John terminamos nuestro almuerzo en un cómodo silencio. Juntos lavamos la vajilla y preparamos té de hierbas ya que según él nos haría bien al sistema digestivo. Nos sentamos en su sala mientras ponía música a un volumen agradable.

- Puedo hablar contigo sobre algo. Esta vez es acerca de ti y no de tu madre-. Dijo finalmente John después de un par de canciones. Se lo escuchaba incómodo.

- ¿Qué sucede?-. pregunté algo alarmada.

- No sé como comenzar para que no lo tomes a mal-.Empezó a caminar por la sala y se sentó a mi lado.- pero creo que es mejor ir al grano, quiero que seas sincera y veré que te puedo aconsejar-. Asentí con muchas dudas, no entendía de qué me quería hablar.

- ¿Con quién estás manteniendo relaciones sexuales?-. preguntó. Lo miré con desconcierto absoluto.

- Disculpa, que estés con mi madre no significa que...- me paré para irme, pero él me detuvo.

- Lo sé, Sofía. Escucha, en este momento estoy hablándote desde mi lado profesional-. Cada vez entendía menos a donde quería llegar.- esas marcas que tienes en tu boca, es herpes ¿Sabes lo que es eso?-. asentí.- sabes que si tienes eso, por dentro también podrías estar enferma-. Afirmó.

Destrucción (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora