CAPÍTULO 6

951 60 2
                                    

Por suerte esa noche había logrado dormir un poco, pero no lograba recuperar los otros dos días que tenía sin dormir, no veía la hora de que fuera sábado y dormir todo el día.

Al llegar a W.T.C pasé por recepción para retirar un nuevo pase que indicaba que trabajaba ahí. Subí a mi lugar de trabajo y noté que en el lugar de la señorita Gallagher no había nadie, se ve que todavía no se había presentado a trabajar porque el ordenador que se encontraba ahí ni siquiera se encontraba encendido. Me marché a mi oficina, encendí el ordenador y me asesoré de las cosas que el jefe tenía que hacer el día de hoy. No sabía si ir hasta su oficina y decirle que dentro de media hora tenía reunión o llamarlo o esperar que llegara la otra chica para que ella le diga. Me fije si ella había llegado y no. Así que me decidí llamarlo por teléfono, si me ponía a esperar que ella llegara el perdería su reunión y eso no sería nada bueno, y más sabiendo que parecía ser una reunión importante con desayuno y todo.

Mis manos temblaban al agarrar el tubo del teléfono y marcar el único número que me comunicaba con el jefe.

- Worrington-. Respondió.

- Buenos días señor Worrington-. Mi voz salió algo baja, pero clara, esperé a que dijera buen día o algo así, pero como no dijo nada pasé a comunicarle sobre la reunión-. Soy la señorita Zafra y lo llamo para indicarle que que en media hora tiene una reunión en el hotel Ritz con una empresa de tecnología coreana-. balbucee. 

- Bien, dígale a la señorita Gallagher que se prepare para acompañarme-. Indicó con un tono profesional.

- La la señorita todavía no llega-. Oí como soltó un suspiro.

- Llámela por teléfono e indíquele que la espero en el hotel Ritz, y llame a mi chofer para que esté listo en 10 minutos-. Cortó.

La chica no respondía por lo que opté dejarle un mensaje de voz y mandarle un mail. El chofer que me pareció una persona muy educada me indicó que ya estaba listo.

Como no tenía mucho más para hacer, me puse a estudiar para un examen de la próxima semana. A la hora y media, la señorita Gallagher entró a mi oficina con un grabador en su mano.

- Aquí esta lo que grabé en la reunión de recién, toma nota de los mas importante y haz un informe para presentarlo hoy mismo antes de la una al señor Worrington- ordenó, y tiro el grabador sobre el escritorio de mala manera y se fue.

Si ella fue a la reunión ¿no se supone que debe ser ella la encargada de tomar notas y hacer un informe al respecto? Además, ¿es legal grabar una reunión de negocios? No entendía bien que estaba pasando.

No me quedaba otra que hacer lo que me indicaba. Sentía que no me iba a dar el tiempo ya que eran las 10:15 de la mañana. Enchufé el grabador en el ordenador y a medida que iba escuchando tomaba notas. Cuando terminé con esa tarea ya pasaban diez minutos de las doce del mediodía, debía apurarme en redactar un buen informe, era la primera vez que me iba aponer a prueba frente a mi jefe, un jefe que no me tenía mucha estima por lo tanto el informe debía ser perfecto para que él no fuera capaz de encontrar ninguna falla. En esos momentos admiré la capacidad que tenía de poder abstraerme del mundo para concentrarme solamente en algo. Faltando 10 minutos para la una, releí el informe, para mi estaba perfecto. Lo imprimí y ahora tocaba el momento más difícil de ir hasta la oficina del señor Worrington y compartirle mi trabajo, de paso también debía indicarle que por la tarde tenía otro reunión, esta vez con el departamento de marketing.

Tomé el informe al que lo puse en una de las carpetas que tenían el nombre de la empresa, tomé mucho aire y salí de la oficina para encaminarme hacia la de él.

Al llegar, tome más aire porque sentía que en ese momento me faltaba. Toqué la puerta hasta que sentí un adelante.

El estaba hablando por teléfono, escuche un "te veo luego preciosa", cortó y su cara se puso seria. Me miraba, estaba esperando que yo hable.

- Aquí está el informe que solicitó a la señorita Gallagher de la reunión de esta mañana, en la parte de atrás están adjuntas las notas de dicha reunión-. Me acerque hasta su escritorio para dejar el documento sobre su escritorio. Él lo tomo, lo abrió y lo miro por arriba para volver a dejarlo arriba de esa superficie oscura.- además quería decirle que a la tres, en la sala de juntas tiene reunión con el departamento de marketing con el fin de mostrarle el proyecto publicitario para el nuevo producto que se lanzara al mercado.

- Bien, puedes irte.- dijó mientras se tiraba para atrás en su silla ejecutiva.

- Adiós, nos vemos mañana-. Dije en voz baja. Su trato tan serio y tal cortante hacia mi hacia que me pusiera tensa y me costara hablar el voz alta.

Me di vuelta para salir de ahí, camine rápido a mi oficina, apagué todo bien, junte mis cosas y me fui, tenía que volver a la universidad.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Luego de una larga jornada, al llegar a casa mi madre todavía no había vuelto del trabajo. Me pusé a preparar una rica pasta para cenar, a veces el cocinar me ayudaba a controlar los nervios y dado que desde el desayuno no consumía nada decente, quería comer algo mas nutritivo esa noche.

Mientras preparaba la comida, mi padre llamo para ver si ese fin de semana quería pasarlo con él. Me negué, sabía que tenía una nueva pareja y no tenía intenciones en querer conocerla. He perdido la cuenta de la cantidad de parejas que él ha tenido desde que tengo uso de razón, algunas llegaron a tratarme mal y por eso decidí que ya no quería conocer a ninguna. Desde ya hace unos años ir a pasar unos días con papá era para yo estar sola y el haciéndole mas compañía a sus novias que a mí. También me invitaba a pasar los fines de semana que tenía que trabajar y la carrera era en algún lugar de Europa, pero ahí estaba muy ocupado como para pasar tiempo conmigo. Definitivamente podría decir que nuestra relación estaba bastante rota, el ultimo tiempo de calidad que pase con él fue cuando pasamos ese verano hace tres años donde nos dedicamos a arreglar y restaurar el viejo Mini Cooper que ahora mismo poseo como regalo de cumpleaños número 17.

Mi alejamiento de él al principio fue forzada porque él estaba en el entorno de la familia Worrington, y lo sigue estado, pero con el tiempo me di cuenta de era un mujeriego y no me gustaba eso. En muchas ocasiones escuche detrás de la puerta los reproches que le hacía a mi madre por teléfono, él la culpaba de que no quisiera verlo o pasar tiempo juntos, pero yo ya era una chica grande que se daba cuenta de muchas cosas y me parecía terrible el trato que le daba a mamá, ella ante esos llamados era común escucharla llorar después. Aunque nunca me lo dijo, se que todavía lo ama, que podrá conocer muchos hombres pero nunca va a pasar nada mas allá de una cita o dos porque lo sigue amando y le rompe el corazón cada vez que se entera de que tiene una pareja nueva.

Siempre tuve la sensación de que hubo algo en el medio que rompió su relación, pero no sé que.

Al llegar mi madre a casa, cenamos y me pregunto qué tal el día que resumí en pocas palabras y donde mentí en cómo me trataban mis compañeros de trabajo y el jefe. Sabía que ella lo conocía y cuando me pregunto por él, lo hizo con cuidado y de manera seria, como si fuera un tipo que no le diera confianza o algo por el estilo y el ambiente se puso tenso. Para que no me preguntara mas por él le pedí que me comentara que tal su trabajo, si había ido alguna otra celebridad a hacerse algún tratamiento, así que ahí nomas se puso a cotorrear sobre lo había hecho.

Luego de la cena, lavé la vajilla y subí a bañarme para poder hacer alguna tarea de la universidad e irme a la cama para si Dios quiere dormir.

Antes de meterme a mi cama, miré el celular para escuchar música que me relajara, pero me encontré con el mail de la señorita Gallagher. En el mail había un archivo muy pesado, que era un audio seguido de un escueto mensaje que decía "este es la grabación de la reunión con marketing de hoy a la tarde, toma nota y haz un informe. Mañana a primera hora se lo debes presentar al jefe." El mensaje había sido enviado a las 6 de la tarde. No entendía porque yo debería hacer ese trabajo. Intenté llamarla a su móvil pero no hubo respuesta.

El dormir quedaría para el fin de semana. Ahora solo Dios sabe hasta qué hora me iba a quedar pegada a la computadora haciendo el trabajo.

Destrucción (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora