Otro día más, pero el día de hoy no era un día cualquiera. Hoy anunciarían a que empresa mis compañeros de facultad y yo íbamos a realizar las pasantías. Por un lado me sentía nerviosa por el hecho de tener que ir a trabajar a un lugar donde de seguro estaba lleno de personas, en cierto momento de la vida deje de ser una chiquilla sumamente extrovertida para convertirme en un ser sumamente anti social. De todas maneras me concentré en pensar que iba a trabajar, no a hacer amistades.
Me levante de la cama, me puse la ropa que consistía en un jean oscuro suelto y un buzo negro que me quedaba grande que dejaba siempre en la silla frente a mi escritorio. Bajé a la cocina donde mi madre preparaba café para desayunar, ella ya estaba maquillada, peinada, enfundada en un par de pantalones que me preguntaba a mi misma como podía siquiera moverse con ellos, para completar el look unos zapatos que de seguro luego cambiara por zapatillas a la moda porque su trabajo de estilista requería que este gran parte del día de pie. Ella era tan perfecta, tan jovial, sinceramente cuando la gente nos veía no podían creer para mal que fuéramos madre e hija, éramos muy diferentes.
Mientras me servía una taza de café, ella estaba muy feliz.
- No puedo creer que hoy te asignen un lugar para que vayas a trabajar-. Se puso nostálgica. – si parecía que fue ayer que recibiste una beca completa para que estudiaras en Oxford, estoy muy orgullosa de ti.
Yo fiel a mi manera de ser, solo le dedique una pequeña sonrisa. Para ella, una mujer que se quedó embarazada a los 20 años, la misma edad que tengo yo en este momento; y que trabajaba por un sueldo que alcanzaba para lo justo y necesario era un orgullo el poder haber llegado con honores a Oxford.
- Ni bien te digan que empresa te tocó, envíame un mensaje para decirme cual-. Dice mientras se come una tostada con queso light.
- Si esto te sirve para que este menos ansiosa, lo hare-. Digo mientras tomo un sorbo de té.
- Ups, se me está haciendo tardísimo-. Dejo la tostada en el plato que seguro yo terminaría después. Fue hasta el perchero ubicado al lado de la puerta de casa, agarro su cartera, se puso un abrigo y gritó.- me voy, no olvides de mensajearme. Te quiero muchísimo-. Finalmente se escucho el ruido de la puerta abrirse y cerrarse.
Terminé la tostada que dejo y mi taza de té, subí de nuevo a mi habitación para agarrar la mochila con mis libros y apuntes, pasé por el baño a lavarme la cara, cepillarme los dientes y luego hacer pis. Baje, agarre las llaves del viejo Mini Cooper que arreglamos con mi padre hace 3 veranos atrás y me largue a la universidad. Tenía un trayecto de por lo menos 50 minutos hasta llegar a la universidad de Oxford.
Una vez llegue, me dirigí a mi primer clase. Estudiaba ciencias económicas, la carrera era una buena fusión entre las ciencias exactas y humanas, y yo era buena en ambas así que por eso me decidí por estudiar eso.
Con el correr de las horas, llegó finalmente la clase donde nos dirían a todos en que empresa trabajaríamos como pasantes en lo que quedaba del año académico que recién empezaba. Este sin duda sería un año de mucho aprendizaje.
Como de costumbre, aunque el aula estuviera casi vacía, me senté en el fondo a esperar a que llegaran el resto de mis compañeros y la profesora de la cátedra, en apenas 5 minutos se empezó a llenar y se escuchaba el cuchichear de muchos.
- Espero que no le toque trabajar en alguna empresa de alimentación porque se va a comer todo y va a quebrar la compañía-. Decía un compañero que estaba sentado adelante, mientras que el resto de sus amigos se reían y miraban en mi dirección. Yo me dedique a agachar la cabeza.
Otra vez esos comentarios, pensé que iban a terminar ni bien terminara la escuela secundaria, que al entrar al universidad me iba a encontrar con gente madura que no tenían porque opinar de mi cuerpo, pero me equivoque, todo ha sido igual, nada ha cambiado.
- Hola, hola, ¡buenas tardes! Veo mucha emoción por aquí-. Dijo la profesora mientras acomodaba sus pertenencias sobre el escritorio. Una vez que terminó con su tarea, se paró en frente de todos.- bueno, como veo que todos están ansiosos voy a proceder a comentarles con qué tipo de compañías vamos a trabajar en esta oportunidad-. miro para todos los lados, junto sus manos para decir.- este año se han elegido varias compañías en pleno crecimiento, que se dedican a infinidades de tareas, desde la cocina hasta tecnologías diversas, como siempre va a haber un par de compañías del más alto prestigio a nivel mundial. Eso no quiere decir que algunos tendrán más trabajo o menos que otro, es todo un reto trabajar en una empresa que recién empieza y todavía tiene poco empleados , pero también es un reto trabajar para una multinacional, por eso-. Apunto con un dedo índice hacia arriba.- no quiero que nadie se esté quejando después por el lugar que le toco-. Dijo a modo de advertencia.- como creo que no me estoy olvidando de nada, voy a proceder alfabéticamente a comentarles para quien van a trabajar.
Genial, seré la última entonces. A medida que iban llamando fue usual la cara de enojo de muchos. Escuché por ahí alguno que se quejaba en voz baja diciendo que no había lógica viniendo de una familia que tenía acciones en no sé qué compañía y que su padre era el CEO de una multinacional le tocara trabajar en una empresa familiar y pequeña.
Mi cerebro en ese momento como que decidió apagarse entre tanto bullicio hasta que escuché por ahí que alguien me nombraba.
- Señorita Zafra, ¿esta aquí?-. decía la profesora mientras estiraba su cuello mientras me buscaba entre los estudiantes.
- Mmm si, aquí estoy-. Comuniqué mientras me enderezaba en la silla y levantaba mi mano, a medida que lo iba haciendo, mis mejillas sentían que se prendían fuego porque todos mis compañero me miraban y se reían.
- Qué bueno que este, ya que usted se lleva la frutilla del postre-. Abrí grande los ojos, no entendía a que se refería, quizás si me cerebro no hubiese decidido divagar por ahí entendería de que me estaban hablando.- prepárese porque le toca Worrington Technology Company.
Que me dijeran eso me cayó como un balde de agua fría, de repente el calor que sentí segundos atrás se transformo en frio y apostaría lo poco que tengo a que el poco color que tengo en la piel cambio a uno totalmente blanco, no podía ser verdad, yo NO quería trabajar de ninguna manera para William James Worrington.
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Destrucción (en edición)
RomansaSINOPSIS: La joven introvertida y tímida Sofía Zafra se enfrenta a sus pasantías universitarias, pero lo que no sabe es que se va a enfrentar a el hombre que comenzó a destruirla desde que tenía diez años y que no parara hasta destruida por completo...