- ¿Qué haces aquí?-. preguntó con evidente sorpresa, para mí también fue una sorpresa verlo ahí.
- Hola, vengo con con tu hermano.- señalé con el dedo pulgar apuntando detrás de mi espalada, en dirección donde estaba mi jefe.
- Pero, ¿Qué haces con él aquí?-. no entendía nada de lo que estaba pasando, ¿mi jefe no le había dicho que venía acompañado?
- Yo trabajo para tu hermano, soy su secretaria, en realidad estoy haciendo mis pasantías universitarias en la compañía de tu familia-. Respondí.
- Bien, pasa- me sonrió y me hizo señal con sus manos para que entrara a la casa.
Al entrar, la casa era tal cual la había visto en las fotografías de la página web donde la encontré. Tenía más pinta de una casa de montaña para pasar el fin de semana en familia que la casa en la que un multimillonario decidiera pasar un par de días. Avancé hasta la sala, y en la tv había conectada una play station y algo de desorden en la mesa ratona. En realidad había cosas desordenas aquí y allá. Había elementos del equipo donde corría Thomas y en el que William también había corrido.
El entrar de Karen con su gran cantidad de maletas y la charla de Thomas con su hermano me distrajo de mi observación.
- Sofía, en los autos no había ninguna maleta tuya, ¿habrá quedado en el avión?-. preguntó Thomas preocupado.
- Solo he traído esta mochila-. Dije señalando la mochila que colgaba de mi hombro, eran solo dos días de viaje, no necesitaba más.
- Me alegro-. Me volvió a sonreír.
William y Karen subieron las escaleras, haciendo malabares mientras subían todo el equipaje. Ni Thomas ni yo decidimos ayudarlos.
- No sabía que venias, de haberlo sabido hubiese ordenado un poco el lugar-. Comentó mientras señalaba el lugar.
- No pasa nada, no me molesta-. Pasé a dejar mi mochila en uno de los sillones que había en el lugar.
- ¿Tienes hambre?, estaba por hacerme algo de comer-. Preguntó mientras caminaba a la cocina y lo seguí.
- No, solo quiero algo de tomar, es algo tarde para cenar-. Abrió la heladera y me pasó jugo de naranja.
- Recuerdo que te gustaba mucho el jugo de naranja-. Dijo mientras se servía un vaso de leche.
- Gracias-. Dije mientras me apoyaba en la gran encimera que había en el lugar que sería el sueño de cualquier cocinero.
En eso apareció William diciendo que se iba con Karen a comer por ahí, el mensaje iba dirigido a Thomas y no a mí.
- Ven, vamos a jugar-. Me agarró de la mano para llevarme casi arrastrando al living.
Sin hablar demasiado de nada, nos pusimos a jugar en la play station. De niños muchas veces nos daban videojuegos para que no molestáramos a los demás o que andemos metiendo lio mientras un montón de gente trabajaba. Me reí como hacía tiempo no lo hacía. Nos hacíamos bromas sobre los errores que cometíamos y nos culpábamos el uno al otro sobre ellos. Habíamos perdido la noción del tiempo. Hasta que en frente de la televisión apareció William y lo apagó.
- Thomas, ¿no te parece que es un poco tarde para que estés despierto? ¿te parece que así vas a poder ganar este fin de semana? Y a ti-. Me señalo con el dedo.- te traje para trabajar, no de vacaciones-. Lo note mas enojado que con su hermano. Toda expresión de alegría se borró de los rostros de Thomas y mía.- no creo que a tu universidad le agrade saber que haces estas cosas-. Me amenazó.
ESTÁS LEYENDO
Destrucción (en edición)
RomanceSINOPSIS: La joven introvertida y tímida Sofía Zafra se enfrenta a sus pasantías universitarias, pero lo que no sabe es que se va a enfrentar a el hombre que comenzó a destruirla desde que tenía diez años y que no parara hasta destruida por completo...