CAPÍTULO 2

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Quería protestar, quería huir de la clase, pero por un momento reflexioné y me di cuenta de que esperaría que la clase terminara e inmediatamente iba a ir a la oficina de la profesora Nowak a pedirle que por favor me cambiara de lugar de trabajo, me daba lo mismo una empresa u otra, pero no quería por nada del mundo ir a trabajar a W.T.C.

Durante el resto de la clase no pude concentrarme sobre que íbamos a hacer durante nuestras pasantías, la clase parecía que no iba a terminar jamás y me empecé a desesperar. Sentía el sudor correr por mi nuca, sentía que me costaba respirar. Estaba teniendo un ataque de pánico, sentía que me moría...

De repente observé que todos se levantaban de sus sillas, y ahí nomas salí disparada fuera de la clase y caminé lo más rápido que pude a algún lugar abierto y poder llenarme los pulmones de aire. Por suerte o por desgracia, los ataques de pánico eran algo tan común para mí que había encontrado lugares en el campus que no eran visitados por nadie para poder calmarme aunque sea un poco.

Me convencí de que todo iba a estar bien, que la profesora Nowak no iba a tener ningún problema en cambiar mi lugar por otro, nos llevábamos muy bien.

Luego de media hora, si bien no me encontraba bien del todo pasé por algún baño a lavarme un poco la cara, compré una botella de agua en una máquina expendedora y me la tomé en nada ya que me sentía muy sedienta. Decidí que era momento de ir a hablar con mi profesora, así que me dirigí al ala donde están las oficinas de los diferentes profesores. Al llegar me encontré con la secretaria de la señora Nowak tipeando en su móvil.

- Buenas tardes, ¿se encuentra la profesora Nowak?-. apenas me salía la voz.

- Si-. Me comenta sin dejar de mirar el móvil, esperaba que me dijera si podía pasar o no. Que irrespetuosa.

- ¿Podría pasar a su oficina?-. me miró como si mi presencia le molestara.- necesito hablar con ella sobre un asunto importante-. Me justifiqué. Al instante agarro el teléfono de línea tecleo un par de teclas hasta que alguien la atendió.

- Señora Nowak, creo que una estudiante quiere hablar con usted. ¿la hago pasar?-. Obtuvo una respuesta breve y colgó para luego comunicarme con un gesto que indicaba la puerta que podía entrar.

Toqué la puerta hasta que alguien de adentro me grito un "adelante". Pasé, la señora Nowak estaba de espalda a la puerta acomodando unos libros en la enorme biblioteca que había en un lugar.

- Señorita Zafra ¿en qué puedo ayudarla?-. Dijo al darse vuelta. Se dirigió hacia su escritorio y me invito a tomar asiento. Con dudas me acerque y me senté.

- Sé que dijo que no podíamos quejarnos sobre la elección de los lugares de pasantía, pe.. pero, si si es posible me gustaría cambiar mi lugar por otro-. Balbucee, me ponía muy nerviosa que me mirara tan fijo.

- ¿Por qué quieres cambiar el lugar que todos quieren?-. Me preguntó mientras apoyaba los codos sobre el escritorio y apoyaba el mentón sobre sus manos entrecruzadas.

- Creo que no es lugar para mi, mis aspiraciones no son trabajar en una gran compañía, cualquier otro de mis compañeros encajaría perfecto en ese lugar, pero yo...-. Por nada del mundo iba a develar los verdaderos motivos por los cuales no quería trabajar en W.T.C, aunque de todas maneras lo que dije era algo que sentía: yo no encajaba en un lugar así.

- Las elecciones no fueron al azar como lo he hecho otros años, este año me enfoque en encontrar el lugar ideal para todos. Eres mi mejor alumna, tus calificaciones son excelentes, eres becada y te preocupas por tus estudios no como otros compañeros, si hay una persona que pensé ideal para trabajar en W.T.C eres tu. Necesitas darte a conocer, estas para cosas grandes-. Mientras me decía eso yo no la miraba y negaba con mi cabeza, ella suspiró.- se que tienes miedo, se que te cuesta relacionarte con los demás y creo que es buen lugar para que como persona te realices en ese sentido.

En ese momento me di cuenta de que no iba a dar marcha atrás con su decisión.

- ¿Qué trabajo exactamente me-me tocaría hacer?-. Debía resignarme a que las cosas no iban a salir como yo quería, en realidad las cosas nunca salen como yo quiero.

- La idea es que todos realicen cualquier tipo de trabajo, no hay un puesto en específico-. Eso me alivio un poco porque en una compañía tan grande puede que nunca jamás me encuentre a William James Worrington.

- Tranquila, yo tengo mucha fe en ti y que todo saldrá bien-. Traté de sonreírle, aunque lo que me decía no terminaba de convencerme.

- Bueno, ¿Cuándo debo presentarme en la empresa y que tramites debo realizar?

Durante la media hora que siguió, me explico todo lo que tenía que realizar. El miércoles debía presentarme en W.T.C y ya me veía que esta noche y la siguiente no iba a poder dormir hasta asegurarme que en ningún momento iba a cruzarme con el señor Worrington. 

Destrucción (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora