En los días siguientes a su fiesta de cumpleaños Audrey, solía soñar con las personas que vio aquella vez en el espejo. Al verlos ahí con ella se sentía protegida y tranquila, aunque esa sensación no duraba mucho, ya que de un momento a otro todo se volvía oscuro y la invadía el miedo, al mirar alrededor en busca de algo solo podía ver una luz verde, para después escuchar risas y gritos de dolor.
―Audrey...Audrey despierta.
Al escuchar su nombre y sentir una mano sobre su hombro, despertó de golpe y con la respiración entre cortada, miro al rededor para calmarse y fue cuando se dio cuenta de que se encontraba en la sala común.
―¿Te encuentras bien? ―preguntó Harry quien se encontraba frente a ella―, luces algo pálida.
―Yo sí ―respondió Audrey al tiempo que se incorporaba en el sillón―, la verdad no estoy bien ― Harry la miro y esta comenzó a llorar.
Al verla así Harry se sentó junto a su amiga, no sabía que decir para ayudar a su amiga así que se limitó a darle un abrazo.
―Yo...lo siento Harry de verdad ―dijo entre sollozos mientras se limpiaba las lágrimas con el dorso de la mano.
―No tienes de que disculparte ―menciono el chico buscando la mirada de su amiga― ¿ya te sientes mejor?
―Si gracias, pero dime ¿encontraron algo en libro? ―preguntó Audrey mirándolo a él para después señalar a Ron que seguía dormido.
―No, nada nuevo y aún no se nos ocurre nada para poder entrar a la sección prohibida ―respondió este dando un suspiro al final―, ah por cierto toma dejaste esto aquí el día de tu cumpleaños.
Menciono Harry al tiempo que sacaba de su túnica una pequeña caja rectangular, al verla Audrey recordó que se trataba del regalo de su abuelo.
―Muchas gracias Harry, lo había olvidado por completo, pensé que lo había perdido.
Tomó el paquete, quito el papel que lo cubría y al abrirlo vio una nueva pluma para escribir, color escarlata, con la punta dorada la cual tenía su fecha de cumpleaños grabada.
―E-e-ees muy...linda ―al escuchar decir esto a Harry ambos se miraron y rieron.
―Es demasiado ¿cierto?, amm los regalos de mi abuelo, no suelen ser los más divertidos o interesantes. Ahora que lo pienso suelen ser más "útiles" me refiero a que por lo general suele obsequiarme, cosas para mis estudios o para lo que él llama "el futuro prometedor"
Al terminar de decir esto ambos volvieron a reír y fueron a despertar a Ron.
―Ron, hey Ron, despierta tenemos que bajar a desayunar para seguir investigando ―comenzó a despertarse pero lucia aún bastante adormilado.
―No podríamos, dejar de investigar por hoy ―dijo Ron acompañado por un gran y largo bostezo mientras se tallaba los ojos― por favor Audrey, además mañana es navidad anda di que si ― suplicó Ron mirando a su amiga con la misma mirada que solía hacerle a su madre para que lo dejara dormir un poco más―, además tú también debes de estar muy cansada.
Al escucharlo Audrey miro a sus dos amigos y negó con la cabeza.
―Está bien, podemos dejar de investigar, además las vacaciones casi terminan y Hermione no tarda en volver así que supongo podríamos seguir investigando cuando ella ya esté aquí ―al terminar de decirles esto solo alzo los hombros y les sonrío a ambos chicos que no tardaron en chocar las manos y celebrar.
Después de un rato los tres se dirigieron a desayunar, y en el camino al gran comedor se encontraron con los gemelos y Lee que venían de la lechucería.
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Juegos del Destino
FanfictionAudrey Elizabeth Evans Fudge, se ha quedado huérfana y vive con su abuelo el Ministro de magia Cornelius Fudge. Su tía Elizabeth Evans trabaja en el ministerio y es una de las mejores hechiceras que hay en su campo. Este año es especial para ella...