Juegos del Destino

El callejón.

En cuanto llegaron a casa de tu abuelo, mandaste la respuesta a la carta de Anthony. Elizabeth jamás le menciono a tu abuelo que la idea de ir por Harry había sido tuya y durante los días siguientes llegaba a la hora de la cena, para poder verte un rato. Después de todo lo que había ocurrido, esperabas a que llegara el miércoles para ver a tus amigos en el callejón.

Cornelius- T/n, baja Elizabeth acaba de llegar - tu abuelo había entrado a tu habitación-. Anda baja parece que te trajo algo que olvidaste. 

En cuanto escuchaste que había llegado, pasaste corriendo al lado de él y saliste de tu habitación. Bajaste deprisa para saludarla, en cuanto la viste la abrazaste. 

Elizabeth - Wooow y ¿ahora eso? ¿porque? -  te sonrió y te devolvió el abrazo-. Mira olvidaste esto en casa de tus padres y te lo traje porque supongo que aun no sabes que es. 

Habías olvidado por completo el regalo, le recibiste el paquete. Y empezaste abrirlo, venían unos calderos y ranas de chocolate, un perfume que desprendía un olor dulce a cerezas, fresas y lo que parecía ser un poco de lavanda. Cuando dejaste las cosas sobre la mesita de la sala, notaste que había caído un sobre lo tomaste y te sorprendió. 

Elizabeth - ¿Una carta? supongo debe de ser de Narcisa, Lucius mencionó que...se encontraba...preocupada por ti...

Cornelius - Oh si la pobre ha preguntado mucho por ti, desde que se entero de lo ocurrido, de hecho recuerdo que la vi el día que estuviste en San Mungo - tu abuelo había llegado a la sala cuando escucho a tu tía -. Me parece que a tenido un lindo gesto contigo, deberías responder a su carta.

Después de eso fueron a cenar, charlaron un rato y tu abuelo al parecer lamentaba que no hubieras pasado parte de tu verano con los Malfoy, como cuando eras pequeña. La verdad en algún punto extrañabas un poco esos días, hasta que recordabas que eso significaba no solo pasar días con los Malfoy, si no también con los amigos de Draco y sabias que no les agradabas nada, aunque ellos tampoco te agradaban a ti. Siempre se preocupaban por el estatus de sangre y eso era algo a lo que no le dabas importancia, ya que Elizabeth te había enseñado que un mago o bruja podían venir de cualquier lugar. Los días siguientes pasaron tan rápido en la casa del ministro y sin que te dieras cuenta había llegado el día miércoles.

Te encontrabas en tu habitación repasando algunas notas sobre pociones, fue en ese momento que recordaste la carta de Narcisa, así que la tomaste y empezaste a leer.  

     Querida T/n:                             

  Draco nos conto lo que paso durante su primer año, debiste de estar asustada con ese trol que entro al castillo, y aterrorizada cuando los llevaron a ese bosque tan horrible a cumplir su castigo. Y no puedo imaginar lo que sentiste cuando te encontraste con quien-tu-sabes. Mi niña si tu madre y tu padre estuvieran aquí seguramente estarían igual de preocupados que yo, así que te diré algo que probablemente te dirían ellos y es que tengas cuidado este año en Hogwarts. Tal vez deberías de pasar mas tiempo con Draco y sus amigos, te haria bien conocerlos. Espero que te podamos ver antes de que regresen al colegio. 

                                                                                    Con cariño Narcisa. 

Terminaste de leer la carta y no te parecía nada extraño que Narcisa supiera todo lo que había ocurrido, después de todo sabias que no había cosa que Draco no le contara, así que no era extraño que te estuviera pidiendo que pasaras mas tiempo con él. Respondiste su carta diciéndole que no se preocupara y que estarías bien, que no debería preocuparse ya que tus amigos te cuidarían bien, y agradeciéndole el regalo. Cuando terminaste de escribir le diste la carta a tu lechuza y esta salió por la ventana. Y fue cuando recordaste que si verías a Harry, Ron y Hermione seguramente te preguntarían si le habías preguntado a Lala por Dobby, estabas por llamarla cuando alguien entro a tu habitación.