El banquete.

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Cuando la profesora regreso observo por un momento lo que estaba pasando, hasta que se aclaró la garganta para que Draco y Harry notaran su presencia, Audrey estaba por decir algo pero un estudiante al que ella conocía bastante bien la interrumpió.

-¡Trevor! – un niño algo regordete acaba de abrirse paso entre todos los estudiantes y de un salto llego a hasta los pies de la profesora y esta solo lo miro –lo siento yo – todos rieron al ver lo que pasaba, lo cual provoco que la profesora, no dijera nada sobre lo ocurrido antes.

-Bien, antes que nada sean bienvenidos a Hogwarts – comenzó por decir la profesora –el banquete de bienvenida dará inicio en un momento, deben saber que mientras estén aquí Hogwarts será como su hogar, sus compañeros serán como su familia, pero antes deberán ser seleccionados para una de las cuatro casas, estas son Gryffindor, Hufflepuf, Ravenclaw y Slytherin.

Audrey por su parte comenzaba a ponerse algo nerviosa, comenzó a jugar con sus manos las cuales tenia frías y poco a poco le comenzaban a sudar. Así que comenzó a buscar a Ron con la mirada pero eso no le ayudo en nada al escuchar lo que este le decía a Harry.

-Cualquier casa está bien menos Slytherin, créeme sé que todos los magos tenebrosos han estado en Slytherin – Ron hizo una pausa en cuanto noto el rostro de su amiga –yo...lo siento Audrey, te juro que no quise decir eso además...tranquila seguramente quedaras en Gryffindor o hasta en Ravenclaw. – puso su mano sobre el hombro de su amiga dándole algunas palmaditas para tratar de calmarla.

-Bien es hora síganme – escucharon decir a la profesora, esta les dio la espalda y comenzó a caminar por delante de la gran fila de estudiantes. Al quedar frente a las grandes puertas estas se abrieron y dejaron a la vista el gran comedor y a los estudiantes que ya se encontraban sentados en las mesas de sus respectivas casas, todos los observaban con atención.

Al entrar al comedor todos estaban sorprendidos por cómo se encontraba, arriba de las mesas se encontraban unas velas flotantantes el techo estaba encantado y en el se podía ver como lucia el cielo estrellado esa noche bastante despejado, ya que se veían con facilidad las estrellas y algunas constelaciones. En las mesas se observaban los platos y cubiertos dorados. Los alumnos en las mesas lucían los uniformes de sus casas. Al caminar por el pasillo parecía interminable, ya que tampoco le facilitaba a Audrey escuchar algunas de las pláticas de los alumnos.

-Esa es Audrey Evans es la nieta del ministro.

-Escuche que sus padres murieron cuando era una bebe, dicen que fue durante una misión del ministerio que salió mal.

-Ese...es Harry Potter el niño que vivió – una chica de Ravenclaw le decía a su compañero que estaba frente a ella – ¡oh por Merlín! que envidia que ellos dos estudiarán en el mismo año juntos.

Audrey se estaba poniendo más nerviosa a cada paso que daba, y pensaba en cualquier momento se llegaría a desmayar, así que trataba de respirar.

-Tranquila Audrey no creo que...sea tan malo – le tomo de la mano y caminaron juntos por lo que les restaba del pasillo. Audrey se comenzó a sentir tranquila, pero no entendía como era que Harry podía estar tan tranquilo o al menos eso era lo que parecía.

Ron le dio un golpe en el hombro a su amiga, pues había logrado localizar a sus hermanos en la mesa de Gryffindor, Percy y los gemelos los saludaban y trataban de darles ánimos.

-Quien lo diría, sí que Lee tenía razón he – todos sus amigos y dos hermanos lo miraron.

-Te lo dije – respondió Lee que se encontraba junto a él, al momento que volvía mirar a Audrey –yo nunca me equivocó en esos temas, le dije a George que le apostaba que a su pequeña amiga le...gustaba Harry Potter.

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