Juegos del Destino

Un fin de semana Divertido.

Pasaron varios días desde que Audrey se encontraba en la casa de Elizabeth. Ese día la acompañaría a su trabajo en el ministerio de magia, esto era algo que le gustaba mucho, disfrutaba acompañar a Elizabeth y ver los entrenamientos de los aurores.

Lo único que no le gustaba de ir al ministerio, era que tenía que ver a una mujer que siempre se la pasaba con su abuelo, su subsecretaria había algo que no le agradaba de ella, tal vez se podía deber a que siempre vestía de rosa.

-Oh Elizabeth querida, me acabo de enterar que te han dado un nuevo puesto me alegro, veo... que trajiste a la linda Audrey – se acercó un poco para saludar a la niña - sabes tu abuelo se pondrá feliz de verte es más, yo misma la llevare con su abuelo, vamos pequeña - estiro su mano para tomar a la niña y esta se escondiste detrás de Elizabeth.

-No es necesario Umbridge, no deberías molestarte – solo sintió como su sobrina le apretaba la mano detrás de su espalda - de hecho Audrey se está quedando conmigo estos días, en realidad me está acompañando a mi hoy.- Cuando termino de decir eso le dio una sonrisa corta a Umbridge y esta retiro su mano.

-Oh comprendo querida, no hay problema...pero insisto no es bueno que una niña de su edad y clase vea un aburrido entrenamiento o que escuche conversaciones de los aurores en tu oficina.- esta vez alcanzo a tomar la mano de la niña y por suerte Elizabeth vio a alguien que las podía salvar.

-¡Arthur espera!...quisiera hablar contigo si me lo permites.- Un hombre pelirrojo se detenía frente a la bruja y la pequeña lo reconocía era el padre de los gemelos, este se acercó y les sonrío a ambas.

-Oh Elizabeth hola...- Arthur se agacho un poco para saludar a la niña - así que esta pequeña señorita es tu sobrina -le sonrío y despeino su cabello.- Bien dime sobre qué quieres hablar - de repente noto que había una persona más con ellos.- Oh discúlpeme madame subsecretaria, interrumpí algo seguramente...

-De hecho, Umbridge ya se iba Arthur, espero no te moleste Dolores querida, pero tengo un asunto que tratar con Weasley...así que si nos disculpas iremos a mi oficina – Elizabeth tomo de la mano a su sobrina y la jalo hacia ella.- Bien Audrey, despídete de ella – la niña estaba por despedirse pero esta tiro de la pequeña antes de que pudiera decir algo y empezaron a caminar junto con el señor Weasley.

-Eso...sí que estuvo cerca he Audrey – Las dos solo rieron y el señor Weasley les dirigió una sonrisa tratando de entender lo que había pasado.- perdón Arthur no sabes de lo que nos salvaste.

-No hay problema Elizabeth, así que era cierto lo que decían los gemelos he – miro detenidamente a la niña - perdona Elizabeth, mis hijos me contaron que habían conocido a la nieta del ministro y sobrina de una de las mejores auroras, pero al ser mis hijos y saber en los líos en los que se meten – puso su mano en su cuello y rio - la verdad no les creí mucho.

-Estoy segura de que tus hijos son buenos niños – le dedico una tierna sonrisa - de hecho Audrey me conto que los conoció y...me dice que se divirtió mucho con ellos dos. - Los dos miraron a la niña y sonrieron - crees ¿Qué sería posible que ustedes pudieran ir a la casa?

-Por supuesto Elizabeth, no hay ningún problema, aunque la verdad no sé qué tan buena influencia puedan ser, esos dos para tu sobrina – comenzó a decir con una risa nerviosa - Es más, que te parece si ustedes dos vienen a nuestra casa y así ella también puede conocer a Ron supongo que deben de ser de la edad.- El señor Weasley sonrió - te parece que sea el viernes así podrán disfrutar juntos el fin de semana y estoy seguro que a Molly le encantara recibirlas en la casa.

-Esa es una maravillosa idea Arthur muchas gracias, Audrey da las gracias a Arthur nos ha invitado a su casa este fin de semana – tomo la mano de su sobrina y le sonrió - conocerás a sus hijos y me parece que podrás ver de nuevo a los gemelos que tanto te agradaron.