Las vacaciones habían terminado, durante las primeras semanas de clases, los chicos y tú estaban vueltos locos, ya que se encargaban de llevarle libros y tareas a Hermione, al igual que pasar un rato con ella. Así que habían llegado a la conclusión de turnarse por días, pero con la condición de que los fines de semana la visitarían juntos.
Así que se podría decir que todo estaba normal, de hecho bastante tranquilo, ya que no había habido ningún ataque, por lo que se escuchaba en los pasillos Madame Pomfrey y la profesora Sprout estaban, a la espera de que las mandrágoras maduraran para poder realizar la poción.
- T/n...hey – alguien trataba de despertarte – pequeña, despierta –tenía la mano sobre tu hombro pero por más que te hablaba no había resultado, así que dio un resoplido – bien, no me dejas otra opción, espero me perdones por esto – tomo su varita y con un movimiento, lanzo un chorro de agua helada que cayó sobre tu cuello.
-¡Que pasa! – Saltaste rápidamente de la silla donde estabas, buscando de donde había venido – Lee, ¿Qué crees que haces? – tenías la túnica y el uniforme empapados.
-Perdón, pequeña – respondió este mientras te ayudaba a secarte con su varita – pero ayer en la noche me despedí de ti mientras estudiabas aquí – señalo el lugar vacío en la mesa –y despierto... y estas aquí...sabes algo me dice que o estas estudiando de más ooh
-oooh... -respondiste esperando no ser descubierta.
-Oh a mí, me parece...que alguien a estado escabulléndose a la enfermería, durante las noches para cuidar de su amiga.
-No, se los digas a los chicos quieres...
-T/n...no puedes seguir haciendo esto, tienes que descansar bien – este tomo una silla y se sentó frente a ti – a demás ya casi viene el siguiente partido, y escuche decir a Oliver que podrías volver a jugar, no puedes seguir gastando energía de esta manera – te miraba como si fuera tu hermano mayor – Hermione estará bien si – asentiste y este tomo tu mano – bien ahora bajemos a desayunar.
Después de esa platica con Lee, cambio lo que conocías de él, pues ahora no era solo el chico bromista, o el que solía meterse en problemas con los gemelos, ahora por irónico que pareciera sabias que era un chico dulce y responsable que se preocupaba por sus amigos.
-Bien, entonces hoy tú le llevaras sus tareas a Hermione ¿cierto? – pregunto Harry mientras tomaba sus libros de la banca.
-Sí, yo se las llevare – respondiste mientras salían del salón del profesor Binns – de hecho debería llevarle estas, antes de que vuelva loca a las enfermeras. Los veré en la cena.
-No crees, que se ve...algo
-Cansada – término de decir Harry – un poco, tal vez se deba a los entrenamientos nocturnos, que hemos estado teniendo con Oliver.
-Oh quizás se deba, a que le hace falta Hermione – Harry miro a Ron cuando dijo esto – me refiero a que, T/n habla con las demás chicas del grado pero, no habla con ellas como con Hermione y ...
-Y tal vez, hay ciertas cosas que no, nos quiera contar a nosotros – Ron miro con extrañeza a Harry cuando este lo interrumpió – lo que digo, es que Hermione y ella deben de tener secretos que son solo de ellas.
Llegaste a la enfermería, y Hermione se encontraba leyendo una tarjeta, que escondió debajo de la almohada en cuanto te vio entrar.
- Vaya, veo que no han dejado de mandarte, tarjetas –comentaste en cuanto llegaste con ella – oh acaso se trata...de la tarjeta de cierto profesor. –Soltaste una risa y esta se sonrojo.
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Juegos del Destino
FanfictionAudrey Elizabeth Evans Fudge, se ha quedado huérfana y vive con su abuelo el Ministro de magia Cornelius Fudge. Su tía Elizabeth Evans trabaja en el ministerio y es una de las mejores hechiceras que hay en su campo. Este año es especial para ella...