Esa mañana Audrey se levantó especialmente temprano, haciendo tanto ruido que despertó a su abuelo, al revisar por cuarta vez el baúl y así asegurase de no dejarse nada importante, corría de un lado al otro metiendo y reacomodando los libros, túnicas y uniformes. Para la quinta vez que ya estaba convencida de todo metía en su jaula a la lechuza que le había regalado su tía. Era una lechuza hermosa, con algunas plumas negras pero en su gran mayoría plumas cafés, tenía unos grandes ojos que por alguna extraña razón le recordaban a los ojos enormes de Elizabeth.
-Querida ¿está todo bien? – Cornelius acababa de entrar en la habitación y solo seguía con la mirada a su nieta. –A veo que es lo que pasa, así que estas emocionada el gran día llego al fin ¿sabes? sé que tus padres estarían orgullosos de ti, seguramente igual de entusiasmados y felices que tú.
-Abuelo...tu ¿acompañaste a...mi madre en su primer año a tomar el tren? Me podrías contar como fue – Audrey miraba a su abuelo esperanzada mientras ponía el baúl en el piso.
-Yo...la verdad Audrey...no yo estaba ocupado con otros asuntos en el ministerio de hecho...quien la acompaño fue tu tía su familia – Respondió Cornelius algo pensativo, en la mirada de su nieta se podía notar que esperaba que le contara más sobre su madre.
-Abuelo yo...
-Querida estas lista – Elizabeth acababa de llegar a la habitación –yo perdón no sabía que seguías aquí Cornelius – Audrey sabía que su tía no solía ser distraída, pero esta vez parecía que lo estaba –Pensé que ya estarías en el ministerio, y no me di cuenta que estabas aquí.
-No hay problema Elizabeth, no te preocupes solo estaba hablando con Audrey. – expreso el ministro mientras le daba una sonrisa.
-Bien – respondió esta mientras le sonreía – ¿Lista mi niña? es hora de irnos si no nos vamos ahora perderás el tren, Cornelius ¿Porque no... nos acompañas? estoy segura que a Audrey le encantara que su...abuelo se despida de ella.
Durante el camino a la estación Audrey no podía creer lo que ocurría, su tía y su abuelo irían juntos a acompañarla a tomar el tren. Cuando llegaron había demasiada gente, al bajar del auto Audrey empezó a buscar a los Weasley, ya que le había prometido a Ron que los dos irían juntos en el tren, pero también buscaba a Harry.
Al entrar a la estación, por fin logro ver a los Weasley a los lejos, trato de alcanzarlos grito pero no le escucharon y siguieron caminando.
-Cornelius – Lucius Malfoy se acaba de parar frente a ellos –pero...que sorpresa, pensé que no vendrías, Elizabeth que gusto verte.
-Pero que gusto verlos a los tres juntos – Narcisa se encontraba junto a su esposo y su hijo – Cornelius que alegría que pudieras darte un tiempo para acompañar a tu hermosa nieta – le dedico una larga sonrisa a Audrey que se encontraba en medio de su abuelo y tía –eso dice mucho de un hombre tan ocupado como tú.
Audrey por su parte solo se dedicó a mirar a su tía, pues sabía que esta estaba haciendo un gran esfuerzo por no ser grosera con los Malfoy o no poner una mala cara.
-Sí, si es lindo que Cornelius viniera a despedir a Audrey después de todo es su nieta – recalco Elizabeth –ahora, si nos disculpan supongo que será mejor que sigamos caminando al tren si, es que queremos que no deje a los niños – de inmediato tomo de la mano a su sobrina y empujo el carrito donde llevaban el baúl y la lechuza.
-Creo querido – empezó por decir muy calmada Narcisa –que Elizabeth tiene razón el tren sale a las once y falta poco...Draco anda vamos.
Caminaron hasta las plataformas nueve y diez, y al momento de atravesar la pared Audrey logro ver por primera vez el tren que le llevaría a Hogwarts, estaba tan emocionada que no noto cuando Elizabeth apareció detrás de ella, en ese momento escucharon la voz de la señora Weasley que se encontraba regañando a los gemelos. Así que caminaron rápido hacia donde se encontraban, antes de que aparecieran los Malfoy y las entretuvieran.
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Juegos del Destino
FanfictionAudrey Elizabeth Evans Fudge, se ha quedado huérfana y vive con su abuelo el Ministro de magia Cornelius Fudge. Su tía Elizabeth Evans trabaja en el ministerio y es una de las mejores hechiceras que hay en su campo. Este año es especial para ella...