Pesadillas.

148 13 4
                                    


- ¡DIME DONDE ESTA! –una voz seca y grave gritaba- ¡TÚ DEBES SABER SU UBICACIÓN!

- ¡NO LO SE! ¡Y SI LO SUPIERA, JAMAS TE LO DIRIA! – en su voz no se percibía miedo, pero si un gran coraje.

En aquel oscuro y húmedo lugar no se encontraba nadie más, solo se escuchaban los gritos ahogados de dolor de aquel hombre. Audrey se encontraba de pie haciendo un esfuerzo por ver el rostro de aquellas dos personas, hizo un esfuerzo por moverse pero las piernas no le respondían, así que giro la cabeza para prestar atención a su alrededor, pero era inútil lo único que pudo ver fue un viejo bote de madera y lo que parecía ser la entrada de aquel misterioso lugar, poco después percibió un aroma parecido al de la sal y logro escuchar como si las olas golpearan en algunas rocas. Segundos después de que lograra por fin moverse, todo empezó a dar vueltas y apareció al interior de una casa que no lograba reconocer, y al igual que en la escena anterior escuchaba unos gritos, pero esta vez se trataba de una mujer, trato de reconocer aquella voz, pero solo logro ver como una luz verde salía de una de las puertas y con ella unas risas.

- Audrey... ¡Audrey! – Hermione se encontraba de pie junto a la cama de su amiga- ¿te encuentras bien?

- Yo... –Audrey se encontraba sudando frio, sus manos se encontraban aferradas a las cobijas, así que poco a poco se incorporó en la cama y tratando de mantener la calma miro a su amiga- sí, lo siento Hermione, dime algo ¿te desperté? –sus manos le temblaban y una sensación extraña le recorría el cuerpo.

- No, no te preocupes por eso –por un momento Hermione se extrañó ante la pregunta de su amiga, pero no dijo nada mas- la verdad me acababa de despertar, pero escuche que te quejabas...dime ¿tenías alguna pesadilla?

Audrey permaneció en silencio mientras observaba a su amiga, y pensaba en si sería buena idea contarle sobre su pesadilla o no. Ya que esta solía ser recurrente, excepto por la segunda escena que era nueva, al pensar por un momento en eso decidió que lo mejor era escribirle a su tía para contarle sobre esta.

- Si, eso fue...una pesadilla –respondió con un suspiro- pero no te preocupes Hermione ya paso, me siento mejor, amm pero dime ¿Qué hora es?

- Las 6 de la mañana.

Al escuchar esto miro por la ventana y noto que aún estaba oscuro y que debía faltar algo de tiempo para que saliera el sol. Pensó en volver a dormir pero la sola idea de que volviera la pesadilla le aterraba.

- Sí que te gusta madrugar eh –empezó por decir Audrey y Hermione solo soltó una leve risa- bien creo que iré a prepararme, por cierto, gracias por preocuparte.

Tomo sus cosas y se dirigió al baño de las chicas. Era fin de semana así que cuando termino de arreglarse bajo directamente a la sala común, al bajar todo seguía en silencio, ya que todos los estudiantes seguían durmiendo, tomo un libro que había olvidado y fue al sillón cerca de la chimenea. De repente escucho como alguien bajaba por las escaleras y antes de que pudiera ver de quien se trataba este la saludo.

- Buenos días Audrey –dijo Harry algo asombrado al verla- ¿Qué haces despierta tan temprano?

- Harry, buenos días, la verdad desperté algo temprano y ya no pude volver a dormir así que baje ¿y tú?

- Yo, la verdad estoy acostumbrado a despertar temprano –al notar la mirada de Audrey se apresuró a agregar- por mis tíos...así que ¿Qué haces?- pregunto señalando el libro que la chica sostenía en su mano.

- Amm, estaba por estudiar un poco, solo para pasar el rato ¿quieres acompañarme?

Ambos se sonrieron, y él asintió con la cabeza, paso un rato mientras estudiaban cerca de la chimenea y de nuevo los había vencido el sueño. Dormían tan profundo que ninguno se había percatado que algunos estudiantes comenzaban a bajar para ir a desayunar. Audrey tenía su cabeza recargada en el hombro de Harry y este tenía su cabeza sobre la de ella, mientras ambos sostenían el libro

Juegos del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora