El chico del cuadro

26

-Esto puede ser muy molesto para mí, ¿Sabes? -Soltó un bufido.

Ni siquiera lo había leído para mí, en cuanto me recosté a su lado dispuesta a escuchar el contenido de aquellas páginas, Yoongi se quedó en silencio, leyendo con atención y detenimiento, solo escuchaba cómo de manera lenta y cuidadosa cambiaba de hoja. En un principio no me quejé, creí que estaría analizando las cosas para poder traducirlo para mí, y de algún modo el estar recostada en su pecho comenzó a calmarme, y pude incluso caer dormida de no ser porque, desde hace un par de minutos no ha dejado de suspirar con molestia, como si, lo que sea que hubiese leído fuera exasperante.

-Bien, suficiente-Me reincorporé de golpe, arrebatando el libro de sus manos-¿Qué es lo que dice?-Pregunté con el ceño fruncido, él negó, girando su cuerpo para así darme la espalda.

-Yoongi-Le llamé de nueva cuenta, alzando un poco más la voz, me acerqué con la intención de mover su hombro, pero su voz cansada me detuvo.

-Habla sobre los Dioses, y algunas de sus hazañas más relevantes, si es que a ese montón de mierda se le puede considerar de ese modo-Su cuerpo se había tensado, y no pude evitar sentirme mal por obligarlo a ser parte de esto.

-Lo siento-Me disculpé con honestidad-No pretendía molestarte con estas cosas. Entiendo que no es algo grato para ti, y que ellos, bueno, no son lo que sus historias nos cuentan.

Nos quedamos en silencio un par de minutos en silencio, cada uno sumido en sus pensamientos. Decidí ojear el libro un poco, ya que cuando lo encontré estaba en blanco, ¿Cuál sería el truco detrás de aquello?
Para mi sorpresa y alivio, las páginas se encontraban llenas, aquella caligrafía perfecta pero incomprensible para mí, se mostraba con orgullo. Era tan curioso y bello, ya que debido a la lámpara de la mesita de noche sus letras brillaban por los bordes.

-Zeus es el Dios más grande de todos-Murmuró Yoongi, quien permanecía aun dándome la espalda.

-No tienes por qué...-Fui interrumpida.

-Así como Poseidón es el Dios de los mares, y Hades el del temido inframundo, a cada uno de ellos, después de derrocar a su padre Cronos se dividieron sus propiedades, es por eso que Zeus de algún modo se quedó con la mayor parte, Tierra y Cielos, así como hombres y mujeres cuántos deseó. Nadie podría decirle nada, nadie podría llevarle la contraria. Atenea tiene la fortuna de ser hija de Zeus, puedo asegurarte de que eso no viene en el contenido del libro como tal, pero resumiré y diré lo que sé al respecto.

Asentí, decidiendo permanecer en silencio, me acomodé de tal modo que ahora abrazaba a Yoongi por la espalda. Sonreí en cuanto entrelazó mi mando con la suya.

-Como sea, si a Zeus no se le puede hacer nada, mucho menos a su hija la más sabia. El punto es que, el libro por alguna razón que no logró comprender menciona a Eros, el Dios del amor, aunque se le conoce como cupido coloquialmente en otras partes del mundo por la mitología Romana.

Mis ojos se abrieron un poco más al oír su mención. Y es que, lo sabía, sabía que el encontrar el libro no se trataba de una simple coincidencia.

- ¿Qué hay con eso? -Solté con curiosidad.

-Bueno, quien se su autor parece que escribió todo con prisas, sin un orden especifico ni del porqué de la insistencia e interés con Eros-Se dio vuelta lentamente, hasta que pude ver su rostro tan cerca del mío.

No pude evitar alzar mi mano hasta tocar su mejilla, recorriendo con suavidad y lentitud el costado de su rostro. Mientras me miraba directamente a los ojos, Yoongi mantenía su mano alrededor de mi cintura, dando caricias con su pulgar en aquella zona, me percaté de que, lentamente alzaba mi blusa, pero no me alarmé. Por el contrario, sus caricias me relajaban.