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Lo que aconteció después fue un borrón apenas perceptible, Jin y Hoseok hicieron movimientos rápidos y repentinos, turnándose entre ambos para ir y venir. No comprendía lo que estaba sucediendo, pero la mirada de desaprobación de Yoongi era más que suficiente para saber que no estaba de acuerdo con que Jin estuviera aquí.

Y eso ciertamente, me molestó.
¿Cómo es posible que incluso en estas circunstancias se comporte de esta manera? Es simplemente absurdo, y es por eso por lo que me negué a acercarme a él, por mucho que mi cuerpo y corazón pidieran acortar la distancia, no lo haría.

Namjoon soltaba comentarios sarcásticos de vez en cuando, en un vano intento por romper la tensión entre nosotros, por supuesto que no era su culpa, simplemente estaba atrapado en el medio debido a su encierro junto a Yoongi, y mis piernas dolían como el infierno, por lo que tampoco tenía la opción de retirarme.

Miré de reojo a la parte de atrás, Taehyung y Jungkook, al igual que Atenea, no estaban más por aquí, ¿Acaso habían llevado su pelea a otro lado? Son Dioses después de todo, si querían pelear en el cielo probablemente lo harían y nada podría detenerlos.

Suspire pesadamente, cruzándome de brazos ante la cantidad de emociones que me embargaban, ¿Cómo debería sobrellevar esto?
Si bien antes de desaparecer los tres las cosas parecían ir a nuestro favor, no sabía ahora mismo si las cosas continuaban de esa manera.

Jin apareció de nuevo sin previo aviso, ni siquiera era posible percibir sus pasos. Se acercó con cautela a la celda y, con su mano enguantada coloco una piedra rojiza sobre lo que parecía ser una cerradura, aunque por supuesto, no tenía esa forma.
Los barrotes temblaron un momento para después abrirse la celda por la parte delantera.

El primero en salir, demasiado de presa, fue Nam, quien sonreía de forma altanera.

-Jungkook te ha ganado esta vez-Mencionó Jin de forma estoica.

Un bufido fue su respuesta.

-Sal de ahí niño, no puedes quedarte más tiempo aquí, de hecho, ustedes-Señaló en nuestra dirección con su dedo índice-Deberían irse ahora. Todo está bien-Aseguró.

Miré dubitativa entre ambos, Hoseok apareció entonces, su respiración era entrecortada y su cabello se pegaba a su frente debido a una ligera capa de sudor.

Es increíble el hecho de que los Dioses suden también.
Negué al instante para apartar el pensamiento innecesario.

-Lo sé-Asintió Hoseok con seriedad. Arqueé una ceja, pues no entendía a qué se estaba refiriendo.

Pudo notar la duda en mi rostro, pues se acercó con una sonrisa que simulaba ser tranquilizadora.

-Los llevaré a casa-Miró a Yoongi, tirando de su brazo con un agarre firme-No es necesario que continúen aquí, ya fueron expuestos a este mundo por mucho tiempo-Me dedicó una mirada, sus ojos brillando con entusiasmo-Todo irá bien-Esto último fue más un susurro que solo yo pude escuchar.

Los latidos desenfrenados en mi pecho y la ansiedad que corría por mi cuerpo se redujeron considerablemente.

Íbamos a estar bien.

-Yo los llevaré-La voz de Jin interrumpió el medio abrazo que me brindaba el agarre de Hoseok, quien lo miró con curiosidad por su repentino interés.

Jin se encogió de hombros, Namjoon había desaparecido en algún momento.

-Ellos regresaran con ella en cualquier momento, Ares está tomando su venganza bastante enserio y Morfeo simplemente quiere seguir durmiendo-Su postura era tranquila y relajada-Debes estar aquí para apoyarlos por si las cosas llegan a complicarse, es lo mínimo que puedo hacer-Me miró entonces, aparté la mirada mordiendo el interior de mi mejilla-Están en buenas manos-Aseguró.

El chico del cuadroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora