Mis brazos dolían de tanto abrazar a Tony, y mis ojos ardían de tanto llorar. Tris aún no podía detener sus lágrimas, y Tony simplemente la miraba como si estuviera a punto de tener un ataque por la increíblemente irregular respiración que tenía en ese momento.
Zoe, parecía haber superado todo luego de cinco minutos en los que Tris había aplastado su cara hasta darle una nueva forma, y ahora simplemente jugaba con Blaze, que estaba patas arriba, disfrutando de las caricias que le daba sin cansancio.
La familia Vélez nos observaba en el pasillo principal de la casa, y asomados desde la puerta que daba a la cocina, intentando comprender qué era lo que estaba sucediendo. Christopher se encontraba dentro de la habitación, con los brazos cruzados y apoyado contra la pared, mientras que los hermanos Vera estaban del otro lado de la habitación, intentando comprender qué era lo que pasaba.
Gina y Jonathan estaban en la cocina, habían bajado al escuchar los incesantes gritos de Tris, y, al ver que no obtenían respuesta a sus preguntas porque todos estábamos demasiado ocupados llorando como para responder, decidieron cocinar más comida para los invitados, con la excusa de que la que había no alcanzaría. Richard había aparecido minutos después de abrir la puerta, y había llamado a Zabdiel para que bajara, intentando saber si los pensamientos que le rondaban por la cabeza eran ciertos. Quería confirmar que las personas que acababan de entrar no eran una amenaza, y a pesar de que él no lo sabía, yo estaba segura. Tony y Zoe habían podido escapar, al fin estaríamos todos juntos otra vez, como la familia que solíamos ser.
—¿Cómo lograron escapar? —Le pregunté a Tony, mientras mi mano involuntariamente llegaba hasta su mejilla y limpiaba la suciedad de su rostro. Le temblaban las manos mientras intentaba hablar.
—Todavía no lo sé... No estoy muy seguro. —Cerró los ojos como si intentara recordar, y se tiró del cabello, que le quedó parado mientras hablaba. —Cuando ustedes se fueron y llegó la policía... Se llevaron a Polland, está preso. Y nos dejaron salir a los demás porque no habíamos cumplido con la mayoría de edad. Nos mandaron nuevamente al orfanato y todo estuvo bien por unas semanas, hasta que los niños comenzaron a irse en autobuses. Los más grandes primero. Se los llevaban a reformatorios o a nuevas casas adoptivas, dependía según el legajo de cada uno, y ya sabes cuánto nos quería Polland a nosotros cuatro, nunca hubiese puesto algo bueno en esos papeles, menos aún si a alguna familia se le ocurría adoptar. Quería que nos pudriéramos ahí adentro. A los más pequeños los llevaban a escuelas públicas a lo largo de todo el país, para que no terminaran como los grandes. Sabía que nos separarían a mí y a Zoe, de hecho, lo hicieron. Se la llevaron a Chicago, mientras que yo aún seguía en Texas, atrapado en ese horrible lugar. No podía escaparme, no sabía cómo salir. Si nosotros creíamos que el orfanato era horrible, no tienes ni idea de cómo era ese lugar, ____. Siempre hacía frío, y por las noches no te dejaban dormir los ruidos asquerosos que se escuchaban en el techo. Nos trataban como presos, y si llegaba a haber algún disturbio, pasabas la noche en las celdas del sótano, sin comida ni agua por tres días. Era una verdadera tortura. —Los ojos de Tony volvieron a llenarse de lágrimas mientras hablaban, y Zoe al notarlo se acercó a su hermano mayor, abrazándolo por la cintura cuando él la sentó sobre sus piernas. Mis manos comenzaron a acariciar su cabello crispado y enredado mientras su hermano seguía su relato y Blaze, un poco ofendido porque ya no recibía atención de la niña, se acurrucaba junto a nosotros y nos observaba con atención. —Estuve en ese lugar tres veces, y las tres fueron por intentar escapar para volver a encontrarme con Zoe, me daba mucho miedo dejarla sola. —Zoe miró a Tris y asintió con la cabeza mientras se atropellaba con su propia lengua al intentar decir muchas palabras al mismo tiempo.
—¡Ese lugar era horrible! Las mujeres con uniforme nos hacían formar y dormirnos a la misma hora siempre, y no podíamos comer de más. También nos golpeaban con una regla cuando hacíamos mal la tarea o cuando hacíamos algo que no deberíamos. —Zoe volvió a apretar con fuerza la cintura de su hermano. —Era horrible porque Tony no estaba allí conmigo. —Él le besó la frente suavemente y Tris tuvo que taparse la boca para que otro sollozo desconsolado no llamara al resto de los integrantes de la casa.
Ya subo el siguiente ^^
Maratón 2/6 <3
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Christopher II
FanfictionSegunda Temporada de "Christopher" -No vale la pena que sigas llorando. -Miré al asiento del copiloto, en donde la imagen de Christopher me atormentaba. -Sal de mi cabeza. -Susurré, mientras apretaba el acelerador hasta el fondo y miraba al frente...