Capitulo 79

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- ¡HOLA! ¿PUEDES OÍRME? - Escuché una voz lejana un poco distorsionada que puso en alerta a todos mis sentidos mientras me preguntaba a mí misma cómo había llegado a este lugar. Era una habitación completamente oscura en donde solo podía visualizar una ventana de la cual se escapaban pequeños destellos de luz y, por lo que pude notar, era de noche. Por alguna razón, esta habitación me daba escalofríos y aunque debo admitir que tenía miedo, mi maldita curiosidad pudo conmigo y me asomé a aquella ventana para encontrar al dueño de aquella voz que nunca antes había escuchado. - ¡Estoy aquí abajo, necesito hablar contigo! - Instantáneamente mi vista bajó, pero no encontré a nadie, solo veía oscuridad, una profunda oscuridad. Estaba confundida,  necesitaba salir de aquí. Pero para mi suerte unos segundos después como por "arte de magia" unas escaleras aparecieron en una esquina de la habitación en donde me encontraba, entonces supuse que era mi única escapatoria. Las escaleras eran de madera, un poco viejas, lo cual provocaba que en el trayecto que bajaba una por una se producía un ruido altamente tenebroso, como en las películas de terror que veíamos con Tris. Las paredes tenían antorchas, ¿qué era esto? ¿la época prehistórica? Y para completar este hermoso escenario, como si no tuviese suficiente, veía algunas telas de arañas que adornaban las antorchas a su alrededor. Sin dudas estaba en una película de terror, y yo era la protagonista, o no, mejor aún, el típico personaje que muere primero por ser torpe, tonto y curioso, sí esa eres tú ____ Brooks. - ¡Ven rápido por favor! - Otra vez esa voz volvió a sobresaltarme y decidí hacerle caso, si iba a morir ahora quisiera que me recuerden como alguien con coraje, no como una maldita cobarde. Y si pudiese escribir mi testamento, lo haría; una de las primeras cosas sería dejar a Blaze con Tris y Johann, jamás con Erick. Al terminar de bajar las escaleras del terror, solo me encontré con una calle y edificios, muchos edificios que apenas lograba ver, todos tenían ventanas con luces apagadas y paredes que, al parecer, empezaban a romperse por ser tan antiguas. Al apreciar un poco más el lugar pude deducir que me encontraba en una especie de ciudad perdida, con muchos edificios de los cuales yo estaba en una de las miles de habitaciones. Todo estaba completamente vacío, tuve que dar unos cuantos pasos para poder observar mejor, quizás ya había estado antes en este lugar. Sin embargo, no había mucho para ver, puesto que el hecho de que sea de noche impedía mi visualización del lugar y mi fracaso en la búsqueda de aquella voz.

- ¡¿Dónde estás?! - Estúpida ____, ni siquiera tú sabes dónde estás. Definitivamente por eso eres el personaje que muere primero por ser el más imbécil.

- Detrás de ti. - Dí un gran brinco de ciento ochenta grados mientras un pequeño grito ahogado salía de mi garganta. Me asusté por completo, pero al encontrarme con una figura femenina me calmé un poco más, al menos si peleamos sería una guerra justa, aunque podría decir que bien podría patearle el trasero al imbécil de Christopher mientras como el cereal de Zabdiel. ‐  Quiero pedirte algo y espero que lo puedas cumplir. - sonrió, pero no era una sonrisa demoníaca como me lo hubiese imaginado, sino una sonrisa ¿sincera? Sin embargo, no entendía en qué podía ayudar a esta especie de ángel por llamarla de alguna forma - Quiero que le digas que lo siento, que ya no se sienta culpable por lo que pasó. Yo estoy bien, y aunque fue una muerte dolorosa, sé que ya no podré lastimar a nadie. Solo necesito que... - Y aunque mi atención estaba completamente puesta en ella, de repente mi respiración empezó a faltar y mis ojos se nublaron, cegándome con una luz blanca completamente. Me sentía muy débil, ya no estaba caminando, ni de pie, simplemente estaba acostada y mi cuerpo sentía dolor por todas partes.

- ¡Jonathan, está despertando! - Podría reconocer en donde sea aquella voz tan molesta y chillona, la voz de Tris se escuchaba muy preocupada. - ____, por favor, sigue así. - Intentaba tocar las cosas a mi alrededor aunque mis manos apenas podían palpitar una fina sábana y una mano que me sostenía fuertemente. Mis ojos se abrían lentamente acostumbrándose a la luz y dejándome ver lo que había a mi alrededor, necesitaba asegurarme de que no fuese otro extraño sueño. - ¡Eres una imbécil! ¿Así planeabas matarme de un susto? De verdad sabes cómo preocupar a la gente Brooks. - Sí, definitivamente estaba en la realidad. Busqué visualmente a la persona que estaba sostiendo fuertemente mi mano derecha, y no me sorprendió en absoluto ver a un Erick sonriendo enormemente aunque con ojos rojos, al parecer estuvo llorando. ¿Qué demonios pasó?

- ____... debo revisar tu espalda pero para ello necesito que te des vuelta con cuidado ¿sí? - No fue hasta el momento en que Jonathan me habló, que caí en cuenta de lo que había sucedido en la piscina e inmediatamente flashbacks vinieron a mi mente, sin poder creer aún lo que pasó. Alguien me debe una gran explicación de lo que sea que me esté pasando. Hice caso a Jonathan y con su ayuda y la de Erick pude girarme para que Jonathan pudiese revisarme. - Esto va más que bien, mejor de lo que pensé. La herida más grande está curando sorprendentemente rápido. - Más allá de las aparentes palabras alentadoras de Jonathan sentía que algo no iba bien, pero estaba segura que no iban a decirlo, a mí principalmente. - Iré a despertar a Richard y avisarle que despertaste, no durmió en toda la noche por si despertabas y necesitabas algo, se pondrá muy contento. - Me dió una última sonrisa antes de irse, dejándome con Tris y Erick en la habitación, mi habitación.

- ¿Cómo estás ____? ¿Sientes dolor? ¿Quieres algo? - Erick me susurraba como con miedo a que si me hablase fuerte pudiese quebrarme. Para que se quede más tranquilo, le sonreí aunque por dentro sabía que parecía un zombie, pero en este momento no me importaba.

- Estoy bien, tranquilo. - Sabía que esas palabras no servirían de mucho ya que estaba postrada en una cama sin poder moverme siquiera, con la espalda probablemente roja como un tomate, o peor aun. A pesar de mi lamentable situación, esta vez me sentía diferente, rodeada de la gente que quería, todos preocupados solo por mí. - Gracias por estar aquí. - Me devolvió una sonrisa débil al tiempo en que depositaba un suave beso en mi frente. Definitivamente quería y extrañaba a Erick, como amigo claro, ya no quería hacerle más daño.

- Oigan si quieren los dejo solos. - La voz de Tris provocó que Erick se separara dejando un silencio incómodo que se me ocurrió romper con alguna de mis estupideces.

- Si nos dejas solos le patearé el trasero a Erick en nuestro videojuego aunque sea en esta estúpida cama. - Miré a Erick que ya estaba riendo y eso me hizo sentir mejor. - Y lo digo en serio, estuve practicando. - Y prometo que le patearé el trasero de verdad la próxima vez que juguemos.

- Eso ya lo veremos Brooks. - Iba a responderle algo como "lo que único que verás será tu orgullo masculino irse cuando te gane una chica", pero Richard seguido de Jonathan entraron a la habitación.

- ¿____? ¿Estás bien? - La voz preocupada de Richard y el evidente malestar de su rostro me preocuparon por unos instantes, sí que no la había pasado bien. - Claro que no estás bien, fue una pregunta tonta, perdón. ¿Te duele la espalda? ¿Necesitas algo? - Se acercó a mi lado izquierdo y me tomó de la mano un poco fuerte, pero no me molestó, extrañaba a mi hermano, los extrañaba a todos en realidad. Menos al imbécil de Christopher por supuesto, que ni siquiera sé dónde está y tampoco es que me interese saberlo.

- No me duele la espalda y sí, necesito hablar contigo. - Ya no quería ocultar nada, porque si es verdad que estoy muriendo, lo último que quisiera sería lastimar a las personas que más amo. No más secretos ni mentiras, o al menos eso intentaría. La mirada expectante de Tris, Erick y Jonathan parecía de no haber entiendo el concepto de que quería hablar solo con Richard porque seguían intactos en sus lugares. - A solas. - Ahora sí empezaron a salir de la habitación dejándome a solas con mi hermano.

‐ ¿Qué sientes? No me digas que te dará un ataque o... - Antes de que pudiese seguir hablando empecé a contarle lo que sentía, había vivido, minutos atrás. Ese sueño tan extraño, o pesadilla más bien. Le conté hasta el más mínimo detalle acerca de aquel lugar y los extraños edificios, pero centrándome aún más en esa mujer, su cabello oscuro, al igual que sus ojos, y su blanca piel no se me hacían conocidas, sin embargo, lo que más me impactó fueron las palabras que me dijo. Por parte me sentía reflejada en ella, es decir, parecía de mi misma edad y ese misterio en sus ojos, el cual no sabías si estaba completamente feliz o extremadamente triste, no pude descifrar lo que sentía, quizás tenía a la misma muerte en frente o a un ángel caído del cielo, nunca lo sabría. Pero lo que aun sería un gran misterio por resolver, ¿a quién debía darle ese mensaje?









Holis ^^

Disculpen que no subí capitulo ayer :c

Peeero las recompensaré con un mini maratón el próximo sábado (tres capitulos) jsjsjs será el último maratón de esta historia :')

Gracias por leer <3

Nos vemos pronto ;)

Christopher IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora