Capitulo 11

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A mitad del pasillo, detecté a Johann caminando con mucho ímpetu, y a Tris tirando de su brazo, intentando detenerlo.

—Hola, chicos. —Ambos pasaron junto a mí como si no existiera. Detrás de ellos, caminaba Richard, con su mirada fija en mí, actuando como el mejor guardaespaldas del planeta. —¿Y a estos qué les pasa? —Le pregunté, cuando llegó a mi lado, él subió sus hombros, posicionándose junto a mí, esperando a que yo hiciera algún movimiento para seguirme. Mientras que mi mirada no se despegaba de Johann, noté que Tris ya no tenía la fuerza suficiente como para seguir arañando su brazo, y tuvo que soltarlo. Johann apresuró el paso al instante, casi corriendo y se abalanzó sobre una persona, encerrándola contra el piso. Pero no era cualquier persona. Era Christopher. —¡Oh, por Dios! —Grité al darme cuenta de lo que sucedía.

Corrí con toda la velocidad que el cuerpo me permitía, pasándole por al lado a Tris que me había intentado detener sin éxito. Sentí los pasos apresurados de Richard detrás de mí, hasta que llegué al final del pasillo, en donde Johann tenía su mano en alto, convertida en un puño, a punto de estrellarlo contra la cara de Christopher, que sonreía con pura maldad. Antes de que ocurriera un desastre, que llegaran los profesores, que suspendieran a Johann, y que lo echaran del instituto, tomé su brazo, con toda la fuerza interna que había sido impulsada por la adrenalina del momento, y sin estar segura del todo de cómo lo había hecho, lo detuve de cometer un gran error.

—Johann, no. —Sentía su respiración acelerada y pesada justo en mi oreja. Intenté que las palabras no demostraran lo rápido que había corrido hacia ellos, y lo preocupada que estaba. No por Christopher, por Johann. —Podrías cambiar en cualquier segundo. —Susurré. La fuerza que él seguía ejerciendo hacia abajo para golpear a Christopher disminuyó, su cerebro estaba entrando en razón, mientras que la gente del pasillo comenzaba a darse cuenta del espectáculo que estaba sucediendo gratis frente a ellos.

—Pero por favor... —La voz de Christopher me irritó hasta a mí, y todavía no había dicho una oración completa que demostrara lo idiota que era. —Deja que el lobo me golpee, es lo único que lo hará sentir bien después de acordarse de todo el dolor que te hice sentir, cuando llorabas en tu cama por mí, rogando que todo fuera una mentira más, suplicando que volviera a amarte, y él no podía hacer absolutamente nada, más que correr junto a ti cuando tenías otras de tus pesadillas en las que volvía a dejarte. —Sus ojos estaban pegados a los míos, y escupió todas y cada una de esas palabras con odio, como si estuviera esperando el momento adecuado para terminar de hacerme sentir como una completa mierda.

No tenía ni idea de dónde había conseguido toda esa información, porque esos habían sido mis peores momentos, en los cuales Richard ni siquiera había formado parte. Y estaba segura de que Tris y Johann no habían hablado con él, habían dejado muy en claro que lo odiaban igual o incluso más que yo. Aunque no estaba segura de que eso fuera posible. Christopher estaba haciendo un gran trabajo para que cada día lo detestara un poco más, e hiciera que los pedazos de mi corazón que día a día intentaba recoger y volver a pegar, se me cayeran de las manos y se rompían en trozos cada vez más pequeños como si estuvieran hechos de cristal o vidrio.

Pero no iba a llorar. A pesar del dolor interno que estaba sufriendo mi cuerpo en este momento, mi cerebro le había mandado una clara orden a mis ojos. Si tan solo una gota era derramada por ellos, serían extirpados de mi cuerpo como canicas que nunca debieron estar ahí en primer lugar, y ante la amenaza, mis ojos se secaron al instante, haciendo que mi mirada sea la más fría que había tenido jamás.

—Johann... —Volví a susurrar. —¿Me harías los honores? —Mi voz había salido áspera del nudo en la garganta que estaba comenzando a ahogarme. Christopher soltó una risa estúpida y relajó su cuerpo debajo del de Johann, esperando el golpe mortal que, esperaba, lo dejara en coma.

Johann achicó sus ojos, mirándolo fijamente, estudiando cuál sería el mayor punto de dolor y decidiendo que sus dientes serían el mejor blanco. Me gustaría saber cómo sonreiría después de eso.

—Con el más grande y maravilloso placer, _____. —Y solté su brazo, dándome vuelta para no observar cómo lo golpeaba. No estaba a favor de la violencia, bajo ningún punto, pero Christopher se lo merecía hacía mucho tiempo. Todo el pasillo voló en gritos detrás de mí, y observé a Tris correr a mi lado, probablemente intentando separar la batalla de puñetazos que se había desatado a mis espaldas. Richard me observó, con sus ojos en completo estado de alerta.

—Voy a estar en el auto. Tú tienes un hermano que salvar. —Tomé las llaves de su camioneta que colgaban de su mochila, dispuesta a saltarme todas las clases que venían en el día, y observé que sus ojos destellaban llenos de dudas. No sabía si debía asegurarse de que llegara a salvo al auto, o si debía intervenir en la guerra que se avecinaba a mi espalda. —Deberías irte ya, Johann no puede controlarse ni un poco cuando está a punto de convertirse. —Mi mirada fría le hizo saber que no bromeaba para nada, y a pesar de que una pequeña parte de mí gritaba en mi interior que debía preocuparme por lo que le pasara a Johann, la voz de Christopher diciendo las oraciones que habían salido de su boca segundos atrás, se ocuparon de matarla al instante. Johann estaría bien. Por el que todo el mundo debía preocuparse, era por Christopher. Richard me dejó ir, corriendo hacia la banda de gritos que retumbaban en el pasillo, y yo comencé a caminar hacia su camioneta. Todavía no entendía cómo mis ojos no habían llorado.

















Holiss

El capítulo anterior superó los 100 votos en un día... OMG

Las adoro tanto :')

Para terminar la semana de la mejor manera posible les traigo este capítulo, que espero que les guste <3

La cosa cada vez se está poniendo más buena 7u7

Nos vemos en el siguiente capítulo ^^

Meta: 77 votos

+Ahre por qué ese número...?
-Por qué? No hay porqué maldita esperancita :p
+Bueno pues tranquila mi ciela
-Ay no sé, ese me gusta >:c

(Sí chicas, la cuarentena me está volviendo un poquito más loca de lo que ya soy xdxd)

Christopher IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora