Christopher II

Capitulo 83

No paraba de correr y saltar por todos los obstáculos que aparecían en mi camino, pero parecía no ser suficiente, me iban a atrapar. Desesperada y, como último recurso disponible, saqué la pistola que tenía en mi chaleco y disparé sin pensarlo dos veces. Pero ya era demasiado tarde  me habían atrapado.

Game over.

Tiré el maldito control al piso, era la quinta vez consecutiva que perdía en el juego y ya me empezaba a sentir muy frustrada. ____ la perdedora, así nunca le patearía el trasero a Erick. Miré el reloj y eran las siete de la mañana, después de mi lamentable día de ayer y una noche tan difícil de comprender, lo último que pensé fue en dormir, no quería hacerlo, por mi mente pasaban miles de cosas y lo que menos quería era dormir y encontrarme de nuevo con aquella mujer o ¿quién sabe? Más personas que nunca ví en mi vida con secretos oscuros y una vida turbia. Lo mejor que se me ocurrió para distraerme fue encerrarme en la sala de juegos, y definitivamente fue la mejor decisión que pude haber tomado, creo que llevo más de tres horas jugando y en ningún momento pensé en la escuela, los Vélez, Christopher, o esa tal Samantha, hasta este preciso momento. Debo volver a jugar. Tomé el mando de nuevo y empecé una nueva partida dispuesta a ganar.

-¿____? ¿Qué haces aquí? -La voz de Erick hizo que automáticamente pusiera pausa al juego para poder mirarlo en la puerta dando un giro de ciento ochenta grados con mi cabeza, casi igual a la niña del exorcista. Supongo que mi aspecto lo descolocó por completo porque de repente su cara cambió y parecía muy preocupado- ¿Estás bien?

No. Mi vida es un desastre. Que Blaze y ____ se lleven bien es más probable que yo me gradúe. El idiota que me rompió el corazón me dijo indirectamente que me amaba y esperaba que yo lo amase también. Sueño con una mujer que casualmente Christopher dibuja a la perfección cuyo nombre es Samantha. Y además ¡YA NO HAY MÁS CEREAL DE ZABDIEL!

-Sí, todo está bien. -Le dí una sonrisa más falsa que el trasero de Janet pero aun presentía que estaba preocupado- Ven. -Dí unas pequeñas palmaditas a mi lado para que venga a sentarse conmigo. Erick entró despacio, quizás con miedo a mí. ¿Quién querría estar con una persona que no ha dormido toda la noche?

-¿No dormiste en toda la noche?

-¿Se me nota mucho? -Reí sabiendo que era evidente mi malestar.

-Solo un poco, descuida.

-¿Qué haces cuando no puedes dormir? Además de jugar videojuegos. -Sabía que tocar este tema era un asunto sumamente delicado, puesto que ahora no sé exactamente qué es lo que siente Erick por mí. Lo que sí había quedado claro es que yo solo lo quería como un amigo o hermano y qué él haría todo lo posible para que su corazón pueda comprender eso.

-Bueno, he estado probando muchas cosas últimamente... -hice un gesto con mis manos para que siguiera hablado- Pues intento hacer mucho ejercicio para que al llegar la noche mi cuerpo se sienta cansado, aunque es difícil, por si no lo sabías soy un vampiro. Nosotros difícilmente nos cansamos. -Involuntariamente reí ante su último comentario sabiendo que lo dijo inocentemente, primero estaba confundido pero en unos segundos cayó en cuentas- ¡Eres una sucia! Tú porque eres una simple humana y te cansas rápido. -Dejé de reír y quería responderle algo callarle la boca, sin embargo, creo que fuí muy evidente- Espera... ¿Aún eres...?

-¿¡Qué más haces cuándo no puedes dormir!?

-Oh cierto. Pues me imagino toda la tarea que debo hacer para la escuela y entonces me pongo dos opciones, hacer tarea o dormir. Creo que la respuesta es obvia. -Sí que lo era y será algo que empezaré a implementar- Como último recurso puedo decirte que le robes un poco de té a Gina, es muy bueno y efectivo.