🎸 CAPÍTULO EXTRA 🎸

708 77 66
                                    

Lo primero que la rubia hizo fue ordenar a Alex que se quitara la ropa y subiera a la cama, y la pelinegra no tenía ni la más mínima intención de desobedecer, así que con prisa dejó caer su chaqueta y comenzó a desabrocharse los jeans sin dejar de ver a Piper, cuyas manos hurgaban dentro de su maletín, buscando por sus celulares para apagarlos y también por las esposas que llevaba bien guardadas entre sus cosas.
El deseo se precipitó en los ojos azules a penas vio a Alex deshacerse de su camiseta, y luego, inclinarse para sacarse los jeans.

°°°POV ALEX°°°

Mi boca está produciendo demasiada saliva y Piper no está haciendo nada más que mirarme mientras me desvisto para ella, sosteniendo esas esposas metálicas colgando en su dedo índice de forma descuidada.
El deseo me tiene presa y no sé qué es lo que tiene esta mujer que me vuelve loca a penas enfoca sus ojos en mí, con esa mirada traviesa.
Es como si de pronto me estuviera hipnotizando y atrayendo cada segundo de mi atención en cada uno de sus movimientos.

Lame sus labios de color rojo sangre con lujuria que se precipita desbordando de esa mirada llena de calor e intenciones poco decentes, y me encanta.
Paso saliva mientras ella musita que me quite toda la ropa, y me guiña un ojo diciendo que me conviene ser obediente, y yo jodidamente lo sé, pero su presencia y sensualidad no me dejan ejecutar las acciones en seguida, pues mi cerebro se queda confinado en ese espacio que ella incendia solo con mirarme.
Jamás pensé en que llegaría el día en que no volvería a desear a otras mujeres, y aunque está claro que la rubia me atrapó desde el primer instante, nunca lo presentí.
Me deshago de mi ropa interior y gateo en la cama hasta sentarme cerca de las almohadas mirándola comerme con los ojos, mientras mi cuerpo se eriza con anticipación.
Ella se deshace de los jeans y sus pequeñas braguitas invisibles de encaje, para usar bajo esos increíblemente elegantes trajes, me hacen sentir más jodida aún.
Se quita la chaqueta y luego la camiseta, para después volver a ponerse la prenda de cuero sin llevar nada abajo y es la jodida diosa más sensual del universo entero.
Su cabello rubio en rulos cae sobre sus hombros y su cuerpo esbelto se ve atrevido pero no vulgar en esa ropa.

Solo le falta el látigo, pero yo le llamaría 'ama' incluso ahora mismo.

Gatea sobre la cama despacio, mientras nuestros ojos se debaten en un duelo eterno de sensualidad y amor, mientras mi autoridad se va haciendo minúscula ante la magnífica leona que ha surgido en ella de pronto.
Sus ojos azulados se ven cálidos y turbios, como una tormenta a punto de deshacerse sobre mí, y quiero que lo haga de inmediato.
Se lame los labios observando mi piel erizada mientras se sienta en mi abdomen dejándome recorrer sus largas y torneadas piernas que me están volviendo loca desde hace ya un tiempo.

— Eres tan sexy... — susurro al fin atragantándome con mi propia saliva.

— Solo para tí, Vause. — se inclina a besar mis labios, deslizando su lengua dentro de mi boca con autoridad y violencia, intento aferrarme a su cabello para asegurarme de que el beso va a ser más largo, pero ella me toma de las muñecas y me empuja manteniéndolas bien sujetas a ambos lados de mi cabeza. — Vamos a jugar un poco... — susurra con la mirada perdida en mis labios y con rapidez indescriptible coloca una de las esposas en mi muñeca sorprendiéndome por su habilidad con el pequeño artefacto. — Vas a quedarte quieta mientras yo disfruto de tí, y si te portas bien, quizá te de unos cuantos premios...

— ¿No te resulta un poco irónico que después de librarme de ir a la cárcel ahora vas a esposarme?

— Cierra la boca. — dice de forma seria. - No tienes permiso de usar la lógica ahora.

LOVE HER MADLYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora