«Cualquiera en su sano juicio se habría vuelto loco por ti.»
"No me vengas a dar lecciones de cordura, cuando lo que necesito es que alguien en su sano juicio quiera enloquecer conmigo."
~Benjamín Griss~
*En esta obra se incluyen personajes basados...
El enorme y flamante jet privado aguardaba por sus tripulantes como una limusina lista para ser abordada. Piper había hecho llegar el vídeo de la escena que al juez le interesaría ver unos días atrás, y a pesar de haber manipulado la evidencia, había hecho exactamente lo que Red le había pedido, se aseguró de que en el vídeo estuviera exactamente lo que Zelda había dicho y que, por supuesto, incriminaba al abogado Caputo de acoso sexual, y nada de ella y Alex teniendo sus momentos románticos en privado.
Avanzó sin despegar la mirada del imponente avión y arrastrando su pequeña maleta que había, seguramente, rellenado de más, como siempre y entonces la sonrisa de Alex la arrebató del escenario impidiéndole voltear a otro lado. Estaba hermosa, como siempre, con su cabello revuelto por el viento y esos pantalones de cuero que la hacían lucir tan sexy en cualquier situación. Ahora llevaba unos cristales negros removibles sobre sus gafas de siempre, pero Piper podía jurar que sus ojos también le estaban sonriendo, ella podía sentirlo.
Cuando estuvo más cerca, los brazos de Alex se abrieron para recibirla y de inmediato se dejó llevar por la sensación de estar protegida y ser amada que ella siempre le transmitía. Claro que de fondo también escuchó las burlas y comentarios sarcásticos provenientes de Nicky que estaba en la cima de la escalerilla de abordaje del avión.
— Sabía que vendrías, pero verte aquí mejora mil veces más la sensación. — dijo besándole el cabello con cariño.
— Cualquier cosa mejora estando entre tus brazos.
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— Si que me extrañabas, abogada. — se rio. — ¿Estás lista para abordar? Ya solo aguardábamos por ti.
— Sí, estoy más que lista.
De la mano se encaminaron por las escaleras hasta abordar el avión, mientras Alex cargaba el equipaje de la rubia y dentro de sí sonreía como loca por saber los días que le esperaban al lado de su novia. Se sentaron tras de Nicky en un par de asientos del otro lado, y a penas el avión despegó y tomó su ritmo volando entre las nubes, fue Piper quien no pudo aguardar para besar a la guitarrista con demasiado entusiasmo.
Sus labios se fundieron con los de la otra dejando desbordar cada una de sus emociones y sentimientos, adorando cada centímetro de la boca de la otra con sus lenguas y dejando sus manos deshacerse sobre el cuerpo de cada una. Las manos de Alex se centraron en acercar a la abogada de sus mejillas, devorándole la boca con especial emoción y deslizando su lengua a cada espacio que le era posible, como marcando su territorio en un sitio en el que solamente ella tenía cabida. Por su parte la rubia fue más aventurera, había hechado tanto de menos a Alex que sin importarle nada, deslizó una de sus manos bajo la camiseta de su novia y comenzó a acariciar el abdomen de la pelinegra de forma ascendente. El cuerpo de Alex tembló de inmediato de placer, pues ella también había estado echando de menos tanto las manos atrevidas de Piper, que aunque quiso detener sus gemidos y jadeos prontos, no pudo hacerlo.
