«Cualquiera en su sano juicio se habría vuelto loco por ti.»
"No me vengas a dar lecciones de cordura, cuando lo que necesito es que alguien en su sano juicio quiera enloquecer conmigo."
~Benjamín Griss~
*En esta obra se incluyen personajes basados...
— ¿Te parece bien reunirte con Vause y Witt a ti sola? Si tu quieres tomarte unos días de descanso, yo necesito adelantar algunas cosas para poder cubrir todo los siguientes días. — Red miró sobre sus gafas a Piper que no podía creer que en realidad estaba sucediendo.
— Bueno, en realidad aún falta cerca de un mes para esa semana de suspención de mis actividades.
— ¿Sabes cuál es uno de mis secretos para el éxito? Ser previsora. — recargó sus codos en la mesa mirándola directamente.
— No tengo nada en contra de tus métodos y lo sabes. — Piper sonrió. — Pero el único caso que compartimos es el de "Pearl Jar"...
— Lo sé, pero nadie aquí puede negar que Alex Vause se distrae siendo imbécil contigo y me facilita las cosas. — se quitó las gafas y la miró con seriedad como esperando una reacción de su parte, pero Piper decidió tomarlo a la ligera.
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— Me alegra ser de ayuda. — sonrió por lo bajo.
Así que ella no era la única que lo había notado todo ese tiempo. La actitud de Alex era más que evidente para todo el mundo, pero nadie hacía nada por cambiar aquello. Era todavía más molesto para Piper darse cuenta dela realidad y de lo poco que les importaba, incluida su jefa, los atrevimientos de la guitarrista que no se contenía ni siquiera un poco al menos por educación, pero la rubia sí estaba obligada a no sobrepasarse. Vaya injusticia. Cuando salió de la oficina de Red no pudo evitar pensar en lo divertida que su jefa parecía en cuanto a lo que sea que sucediera entre ella y Alex. Las había descrito como un par de antagonistas de caricatura que no descansaban hasta torturarse una tras otra tras otra vez. Y sabía bien que esa era una buena comparación para ellas. Cuando la pelinegra le tendía una trampa, por decirlo de alguna manera, Piper buscaba cajas de dinamita para vengarse, logrando así otro ataque de Alex creando un círculo vicioso. Se sentó en su escritorio con toda aquella analogía rondándole por la cabeza, parecía casi imposible terminar con la dinámica de malos tratos que llevaban hasta ahora, pero debía existir alguna manera de que las cosas fueran diferentes. Ahora el asunto involucraba a Artesian, porque parecía que también Alex la estaba usando para causarle más enojo, como en esa ocasión en que dijo que se acostaría con ella, lo cual no había dejado de perturbarle la mente y más ahora que estaban de gira juntas. Deslizó el puntero sobre la pantalla de su computadora para seleccionar el ícono de internet, y tras hacer doble clic el navegador abrió mostrándole en su inicio la barra parpadeante que aguarda a que escribas algo. Solamente necesitaba saber dónde sería su último show, y si estaba en sus posibilidades, entonces ella asistiría solamente para asegurarse por sus propios medios de lo que Alex hacía con la publicista que parecía una maravilla andando.
— Sí, ella está justo aquí. — Red entró a su oficina sin tocar a la puerta y con el celular al oído. — Te la estoy pasando justo ahora. — le extendió el celular y salió de la oficina.
