El ser humano es el más terrible de todos los existentes, le llaman bestia, feroz, alimaña, a aquellos que sólo tratan de defenderse, sin embargo no ven en ellos mismos, (quienes realmente merecen ese título), ellos se autodesconocen por completo, ya que; el hombre es el único con la habilidad de tener conciencia en sus actos, palabras, pero no le toma importancia, convirtiéndose en un ser incrédulo ante los seres de la naturaleza que no ocupan ese don.
En el caso de los antherios, logran tener aquella percepción de inteligencia como la de los humanos solamente cuando están convertidos en ellos.
Así como cambian de figura, su mentalidad también lo hace, por ello, sus leyes y reglas no son las mismas a las del reino vecino conformado por otra especie.El clima era frío, la nieve caía de manera suave con tanta delicadeza como si esta tuviera miedo de destruir los hogares o tiendas del lugar.
En el mercado las cosas continuaban en su flujo normal, ahora las ventas se habían subido por los cielos, ya que algunos preferían invernar, por lo cual se saciaban de alimentos para poder sobrevivir los fuertes fríos que pronto se aproximaban.
La paz no dura por mucho tiempo, pues rápidamente puede exterminarse, con un simple movimiento, como el de un nuevo ataque del Reino vecino.
Una gigantesca roca en forma circular había atravesado las fronteras, cayendo justamente en el mercado central.
El caos se hizo rápidamente, la gente huía espantada, gritando sin control, sin saber en dónde ocultarse.El rey Yeo no tardó en enterarse. Cansado, mandó llamar a sus tropas, decidido en devolverles el ataque.
De esta manera sugiero un revuelo entre ambas naciones.Las mujeres y niños fueron evacuados hacia las profundidades del bosque, mientras que los jóvenes y adultos fuertes ayudarían en defender a su gente.
El llanto de una pequeña niña se escuchaba, pero no se veía, así que aquel que tenía los oídos y olfato sensible comenzó a olfatear buscando de donde provenía el llanto.
Movió algunas tablas de algún puesto de pescado encontrando a la pequeña que se abrazaba de un unicornio de felpa, aquel no dudó en sacarla de ahí.-¿Y tu familia?
La menor no paraba sus lágrimas, ella señaló el mismo sitio en donde estaba escondida, fue en ese momento en que el chico respiró profundamente hondo percatandose que la niña había quedado huérfana.
-Descuida, ¿si? Buscaremos a tu familia después, ahora te pondré a salvo.-La niña desconfiada simplemente se negaba, con movimientos de cabeza.-Mi nombre es Yeo ChangGu, mi padre es el rey, él nos pondrá a salvo, ahora debemos obedecer sus órdenes y llevarte con la manada.
La menor comenzó a limpiarse sus lágrimas con aquel peluche, para después sujetarle la mano de aquel chico que le había rescatado.
-¿Cuál es tu nombre?.-Preguntó queriendo ganar más confianza a la niña, pero aquella tenía piernas cortas, por lo cual el sujeto decidió llevarla en su espalda, en la famosa pose llamada "caballito", así sus piernas estarían más ágiles en correr, si fuera a ser necesario.
Después de largos años de paz y tranquilidad la guerra había regresado y ahora con más ira que la vez anterior, pues bien, ahora el rey Kim tenía un apoyo, quien le mal aconsejaba.
El viaje de la princesa Jung se había adelantado, pero ella se negaba al ir, decía que no era correcto huir, por lo cual, se mantuvieron dentro del castillo.
El sonido de una respiración agitada se escuchaba, alguien necesitaba tomar un descanso, pero no lo hacía, pues corría a toda prisa para llegar hasta un sitio del cual era su mayor objetivo, no iba solo, pues en su bolso de mano que se usaba para portar tabaco, él llevaba prendas de vestir dentro junto a un lindo conejo blanco.
Baja de unas largas escaleras en forma de espiral hasta llegar a la última puerta.-¡Young!
-DaSol...quédate ahí, estarán a salvo tu y tu familia. El padre de Hwan regresó el ataque, todo el pueblo está huyendo.
-¿Su padre? ¿Hwan? ¿Conoces al hijo de los Yeo?.-Una segunda voz femenina se unió a la charla, se trataba de la reina Jung, quien se levantó de una cama o mesa de piedra y se acercó hacia la puerta de metal que tenía pequeños barrotes para poder ver lo que había en el otro lado de la puerta, en la zona inferior.
-S...sí, conozco a ambos hijos del rey Yeo.
-¿Y a su esposa?.-En cuanto la mujer hizo aquella mención, el conejito blanco, había sacado la cabeza de su escondite, quería escuchar de mejor manera.
-Ah... No lo cre...¡Auch!.-No pudo de terminar sus palabras, pues aquel pequeño animalito le había mordido, así que entendió el mensaje y comenzó a asentir.-S...sí la conozco.
Debido a aquel gemido de dolor, la chica sonrió al percatarse de que el joven no venía solo, la adulta habían había logrado verlo.
-¿Conejito, eres el hijo de la señora Yeo? Descuida, tu madre y yo éramos muy cercanas.
El rey Jung escuchaba las conversaciones desde lejos, pero no emitía ningún ruido, simplemente se sentía con desprecio, por estar en un lugar como ese, para ser precisos, se encontraba dentro de una celda de aquella torre en donde se encarcelaaban a todos los ladrones del pueblo.
Era un sitio lúgubre, sucio, lleno de telarañas y oscuridad, nada de su estilo, además de que no había nada cómodo en aquel espacio tan chico rodeado de paredes, sin embargo, ese es el sitio en el que estarían a salvo, si querían resguardarse del peligro.
-Han YeSeul....es tu madre, ¿cierto?.-La mujer esbozó una sonrisa, orgullosa de su amiga.
Pero el conejo comenzó a negar con movimientos de cabeza, provocando que la mujer se preocupara aún más.
-El rey Yeo creyó perder a su primer esposa, y después llegó la madre de HwanWoong quien es la reina actual del reino antherio. Pero, sé en donde vive ella con su hijo, la llevaré en cuanto todo termine.
-Por favor, Kim, ¿por qué llevas al enemigo en tu bolso?
-Y...yo eh...
-Está enamorado de ese quien aparenta ser esponjoso.-La chica interrumpió con una sonrisa burlona.
La mujer comenzó a comprender las razones del divorcio entre su hija y el príncipe Kim, de la misma manera en la que, entendía los motivos de la guerra.
-Alguien nos dijo que a ambos los habían secuestrado, nos dijeron que estarían en una ceremonia y recomendó que iniciarán el primer ataque. Como padres, estábamos muy angustiados, no quería un ataque a gran magnitud pero alguien modificó todo. ¿Quién? Es un joven de cabellos rubios largo.
-Vi a alguien, con ese cabello en el castillo.-Añadió YoungJo.-¿sabe su nombre u ocupación?
-No, no lo conozco, pero es alguien que conoce bien a la familia real.
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El Príncipe Y El Anhterio (RAVNWOONG)
FanficUn príncipe que conoce a una especie diferente a la suya, logra desafiar a su padre y al reino entero. Enfrentando batallas y líos amorosos.