El Príncipe Y El Anhterio (RAVNWOONG)

20

Tres chicos se encontraban caminando a las afueras del pueblo antherio. Ya habían investigado anteriormente en entre pequeña población, de callejón a cualquier rincón.
Incluso a todos los locales de ventas, pero no había ningún rastro de él.
Continuaron su camino y su búsqueda por tres días.

-Ahh estoy exhausto.-Hablaba cansada ente SeoHo tomando asiento en una roca gigante.

-Creo que deberíamos detenernos un poco.-negó rápidamente aquel carnívoro, mientras miraba al par quienes querían descansar.-Ya buscamos por todos lados. No queda ningún sitio a donde ir.

-Lo hay.

-No me digas que...

-Sí, el mundo humano. Tenemos que ir ahí.

-¿Cómo? ¡Estás loco! ¡Nos matarán!-Aquel que tanto deseaba el descanso estaba comenzando a exaltarse por escuchar lo que le decía aquel.

-Si de verdad quieren buscarlo,  tenemos que ir ahí.-Aquel tenía una bolsa colgada, por lo que la abrió sacando un frasco donde venía algún contenido líquido color púrpura. Bebió un trago procurando no terminarlo por completo y seguido de eso, se convirtió en su forma animal.

Un hermoso lobo pelinegro se había convertido.

Miró a los chicos y con sus patas comenzó a escarbar, haciendo un hoyo, con la finalidad de poder   cruzar por abajo.

Usualmente al terminar tu transformación, y volver a tu forma humana no debería tener ropa puesta, sin embargo la tenía. Gracias a aquel líquido que había consumido.

-Crucen antes de que se den cuenta de lo que somos.-Mencionó asegurándose de que no hubiera nadie.

SeoHo rápidamente se apresuró en cruzar, en su forma humana, sin embargo Jjangu lo dudaba mucho, por lo cual se negó.

-Yo los esperaré aquí y vigilaré que nadie se acerque. Si los buscan yo los cubriré, traigan pronto a HwanWoong.

Aquellos que habían cruzado asintieron ante su petición y emprendieron su búsqueda.

-¿Cómo sabías por dónde entrar?.-preguntó al ver que estaban metidos en el bosque.

-A veces me gusta venir. Los humanos tienen cosas extrañas e increíbles.

-Eres un arriesgado.

-Por cierto. Ahora debes comportarte como ellos, así no levantarás sospechas.-SeoHo muy animado comenzó a asentir pues le emocionaba mucho esa nueva aventura que emprendía.-Por cierto, aquí me conocen con el nombre de Leedo. Llámame así.

-¿Qué? Ayer dijiste que te llamabas GeonHak.

-¿Qué no escuchas? Te he dicho que vengo aquí en ocasiones.-Antes de que su compañero contestara, le colocó la mano en su boca para que no hablara, pues había escuchado un ruido.

-¿Hay alguien ahí?.-Preguntó una tercera voz. Mientras se acercaba al par.

Leedo muy valiente comenzó a caminar hacia la persona para después hablarle.

-Soy yo y mi...primo. Veníamos a buscar algunas bayas.

-¿Lee? Están muy cerca de la frontera. Deberían volver a casa.

-¿Lee? ¿Te conoce?.-Preguntó SeoHo curioso llamando la atención de aquel que tenía de trabajo cuidar esa zona. Portaba un uniforme como los que usaban los guardias del castillo.

-Cállate Seo.-Susurró al chico, para después levantar la mirada y hablarle a aquel que les había sorprendido.-Él viene del reino del Norte. Ya sabe, por lo del casamiento del príncipe y la princesa.