El Príncipe Y El Anhterio (RAVNWOONG)

36

El príncipe Kim se encontraba dentro de un carruaje junto a la princesa Jung. Ambos permanecían en completo silencio.
Pero eso se debía a que la mujer iba charlando mentalmente con ella misma, se decía que debía de ayudar a YoungJo pero a la vez su propia mente le ponía en contra. Por lo cual comenzó un debate con ella misma.

"¿y si él príncipe no es feliz conmigo? ¿Debería detener la boda? Pero... Él es guapo, no será feliz ¿yo si?"
Se preguntaba una y otra vez teniendo aquella disputa mental.

-Hicimos una pequeña parada, si gusta estirar las piernas.-aquella voz interrumpió sus pensamientos. No se había percatado de que KeonHee le había abierto.

Por lo cual asintió y tomó la mano de aquel que estaba dispuesto en ayudarle a salir de aquel carruaje.
Al bajarse, notó cómo el príncipe también lo había hecho, pero este había decidido emprender una caminata.

-¿A dónde vas?.-Preguntó inocentemente la chica, sin embargo aquel que caminaba, no le había escuchado.

Por lo cual la mujer implementó un plan. En el cual constaba de ir a seguir a aquel chico. Pero parecía que la reina necesitaba hablar con su hijo, por lo cual comenzó a gritar su nombre.

DaSol se detuvo, pensando. "¿Debería volver? Pero no será conveniente, Young no ha regresado, le seguiré"
Dicho aquello, la mujer caminaba detrás de él secretamente. Ocultándose entre cada pino que veía. Tratando de ser lo más silenciosa posible.

Encontró que el chico hablaba con un hombre que llevaba un conejo.
Pero aquella no lograba escuchar bien la conversación. Debía de acercarse un poco más.
Así que discretamente lo hizo.

-Yo lo llevaré. Diré que lo he capturado.-La chica se asustó al escuchar una tercera voz. Cerca de ella. Por lo cual se había espantado, pues la princesa había contado las personas y perfectamente eran dos hombres. ¿Por qué escuchaba otra voz? ¿De dónde había aparecido?

Aquello la había intrigado más. Se acercó de poco a poco ante los sujetos que estaban ahí, logrando ver como el conejito se llevaba al sujeto, como si le estuviera guiando a un sendero.

La chica sólo esperó a que aquel cazador se fuera de aquel sitio, en cuanto eso sucedió. DaSol no dudó en escabullirse y seguir a ambos seres.

Continuaba a cada paso que ellos daban. Hasta que notó como YoungJo se había quedado sobre una roca grande.
Por lo cual, ella esperó, no a su lado. Sino detrás de unos pinos admirandolo.

-Parece un pequeño niño tierno jugando con la tierra.-Mencionó en voz baja y con una sonrisa cálida. Mirando al sujeto. Parecía que no le cansaba hacer aquello.

Observó cómo un joven se le había acercado. Así que ella sonrió al ver lo guapo que era. Sin embargo, no debía de hacer algún ruido.
Aquel dúo comenzó a caminar. Hasta que uno de los sujetos se detuvo.

-Sal de tu escondite.

"¿Qué, cómo me descubrió?"
Se preguntó la joven.

-¿Escondite? ¿Alguien nos sigue?

-Sí... Es un humano, lo huelo.

La chica al escuchar aquello, sintió como su corazón palpitaba rápidamente, la sangre se le había helado, al igual que ella, pues había preferido no moverse de su sitio.
Hasta que escucho uno voz. Lo cual le hizo gritar por el susto.

-¿DaSol?.-Preguntó YoungJo al reconocer la voz femenina que había escuchado.

Así que se acercó lentamente a donde su compañero se había dirigido.