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-Youngie~

-¿Si?

Una sonrisa era suficiente para que ambos se sonrojaran, devolviéndole el gesto por parte del contrario, no necesitaban más palabras; lo único que les hacía sentirse bien y tranquilos era sujetarse de las manos, lindos y tiernos besos o abrazarse, como ahora mismo hacían. Ambos mostraban felicidad en su rostro, mientras uno estaba sentado en las piernas del contrario siendo abrazado por aquel de muslos fuertes, que no le incomodaba tener al chico menor de esa forma.

-Youngie, si tu me quieres y yo te quiero, ¿qué somos?

-Humm... Amantes.

-¿Y ese título tan feo, por qué?

-Odio decirlo, pero DaSol y yo...

-Entiendo.-Interrumpió de manera despreocupada, en otro momento se encontraría triste y preferiría salir de ahí, pero ahora, solo dejó caer su cabeza hacia el pecho del mayor, escuchando la melodía más hermosa, el palpitar de su corazón, sonaba tan armonioso y a sus oídos le había encantado oírlo.

-¿Entonces? ¿Quieres ser mi acompañante de vida?

HwanWoong levantó la mirada portando una enorme sonrisa, sin necesidad de emitir alguna palabra, se lanzó hacia su chico uniéndose en un cálido beso.
Separándose al escuchar que alguien tocaba la puerta pidiendo permiso para entrar, por lo que ambos sujetos alarmados rápidamente se pusieron de pie y el mayor se ocultó detrás de la puerta.
Al ser abierta lo había tapado de mejor manera.

-GeonHak, que...que sorpresa.-Mencionó el nombre de quien había tocado con voz preocupante, ya que de todos él era quien menos quería ver por la situación entre los príncipes.

-HwanWoong vine desolado por la situación de la boda.-Tal como mencionó, su tono de voz se encontraba muy afligida, se podía notar con facilidad que en cualquier momento su voz se quebrará.

-Ah... Escucha Geon, quiero hablarte de eso.

-Me dirás que quieres cancelar todo ¿Cierto?

Yeo al escuchar asintió sin dirigirle la mirada, por pena que sentía hacia aquel chico que había llegado en un mal momento.

-No lo tomes mal, es que...

-Amas a alguien más.

Con ello, el menor levantó su mirada un tanto confuso, pues bien, no se esperaba que aquel tuviera tanta información o acaso, Hwan ¿era muy notorio? No lo sabía, pero ahora se quedaría intrigado.
Mientras que, por parte de aquel chico escondido simplemente trataba de hacer lo posible por no emitir cualquier ruido y no ser descubierto, pero también se encontraba muy dudoso, se podía ver fácilmente el gran signo de interrogación que tenía en el rostro.

-¿Cómo lo sabes?

-Fácil, jamás mostraste afecto hacia mí, simplemente me veías como a un conocido más. Sería muy injusto que me quedara contigo sabiendo que no me amas verdaderamente, me estaría aprovechando y no quiero, prefiero que sea un amor mutuo, como el tuyo con el chico detrás de la puerta.

Dicho aquello YoungJo salió de su escondite, al parecer no estaba en un buen sitio, además de que GeonHak era más alto, podía ver con facilidad lo que tenía a sus alrededores, aquella acción provocó que HwanWoong quisiera gritar.

-¿¡Qué?!.-fue la monosílaba que pronunció aquel chico que se colocó de pie, aquel que estaba debajo de la puerta no mostró asombro simplemente se mantuvo en su posición.

-príncipe Kim.-Al verlo realizó una reverencia mostrando respeto, cosa que nunca había hecho.-¿o debería llamarte Ravn?

-Leedo.-Con aquel sobrenombre recordó la primera vez en que ambos se habían conocido, en un robo. Por parte del menor simplemente miraba confuso la escena, preguntándose una y otra vez, "¿se conocen?".

Aquel mencionado por los labios del mayor de aquellos tres, se acercó colocando su mando sobre el hombro del chico y brindarle una sonrisa forzada.

-Cuidalo, te juro que si HwanWoong llega llorando hacia mí a causa tuya, jamás te lo perdonaré, te buscaré y te asesinaré sin piedad.-Mencionó en tono seco, sus palabras eran como una espada con gran filo, pues YoungJo había sentido como si algo le atravesara sobre su cuerpo, sintiendo un gran ardor, igual que cuando te cortas una pequeña parte en alguno de tus dedos de la mano.

HwanWoong continuaba estando confundido por lo que veía, pero al sentir un brazo rodearle en su cintura le hizo entrar en razón.

-Jamás sucederá, porque yo cuidaré, amaré, protegeré a Yeo HwanWoong hasta el día de mi muerte.-El mencionado se ruborizó.

-Estás advertido.

-¿Geon, qué harás ahora?

-Buscaré a alguien. Realmente no me importa tener un título tan grande, quien debe tenerlo es él o tu hermano.-Mencionó con un nudo en la garganta, señalando al chico que se abrazaba del menor.

-Gracias.-Sonrió mostrando su blanca dentadura y después brindarle un corto abrazo de despedida al chico.

GeonHak respondió del abrazo, pues estaba diciendo adiós a su primer amor, sin embargo ahora comprendía lo que DongJu había sentido cuando fue rechazado, por lo cual estaba dispuesto en buscarlo y brindarle una oportunidad en conocerse de mejor manera.

Al separarse del abrazo, el chico salió de ahí apresurado, volviendo a permitir que la pareja estuviere sola de nuevo, ambos compartieron unas miradas coquetas, sintiéndose verdaderamente felices dentro de sus corazones.

Al parecer el estar enamorado es jugar con el tiempo, ya que no te percatas de ello y simplemente tratas de pasarlo bien con aquella persona a tu lado, sin ver el cielo para saber distinguir que hora es, realmente es lo que menos te importan cuando estás en el estado mental de la limerencia.

Las estrellas  habían salido iluminando las noches más oscuras de la tierra, y aquella pareja había salido de su escondite.
Pues tenían algo en mente y ambos estaban muy decididos en comenzar con su plan, simplemente debían de esperar el tiempo correcto y ponerlo en marcha.

-¿Seguro de que funcionará?

-Es un gran riesgo que voy a tomar.

YoungJo sintió unos brazos delgados rodear por su cintura.

-No quiero perderte.

-No lo harás.-el chico sacó de su bolsillo una sortija y la colocó en el dedo anular de aquel que tenía los ojos cristalizados.-¿Ves esto? La próxima vez que nos veamos estaré haciendo la misma acción de colocarte el anillo pero en un altar, tendremos a un sacerdote frente a nosotros dándonos su bendición. Lo prometo.-El más alto le besó la frente.

Esa misma noche, el humano huyó de aquel reino, ahora tenían un plan que debían de llevar a cabo, pero la primera cosa de la lista era terminar con la relación matrimonial entre la princesa Jung y el príncipe Kim. Después, comenzarían con su batalla, le llamaban de esa manera porque realmente lo veían muy difícil, tal vez hubiera sido más fácil detener la torre de babel y evitar que se cayera, que enfrentarse a lo que ellos harían.

El Príncipe Y El Anhterio (RAVNWOONG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora