-no puedo creer que vaya a hacer esto. —Dice para él.
Habían personas en las bancas de la capilla mirando atentos la imagen colgada de Jesús, como si le fuera a decir algo o si los viese, es claro que era una estatua.
Ach apenas llegaba y ya estaba "pecando". ¿Por qué hacía esto?. Porque quería desahogarme y debía ser con alguien que me tomara enserio, claramente no lo haría con cualquier idiota, tenía que estar seguro que no abrieran la boca y el cura es una excelente opción.
Nervioso entro al confesionario y tomo asiento. Había una especie de reja que no nos permitía vernos del todo.
-"Ave María purisima". —dice del otro lado
-¿Que?.
-¿Es tu primera vez aquí hijo?
-Tengo muy pocas cosas en las que decir que es mi primera vez pero si, esta es mi primera vez en esto.
Rie levemente. Estoy muy seguro que ya tenía edad.
-Solo para que lo sepas debes responder "Sin pecado concebido".
-Ah, está bien, aunque no creo que tenga otra oportunidad para decirlo.
-Dime que es lo que te trajo hasta aquí.
¿Mi auto?..okey debía ponerme serio.
-Vengo a confesarme.
-Te escucho hijo.
Suspiro -Le advierto que las cosas que voy a decir son bastante fuertes
-Todos cometemos errores pero Dios dio su vida para limpiarnos de ellos, habla.
-Por donde empiezo. Siempre he sido una persona algo..ruda, en todos los sentidos, si me propongo algo no hay quien me lo saque de la cabeza, debo conseguirlo como sea, supongo que eso ya es algo malo.
-Dios perdona setenta veces siete, solo debes arrodillarse ante él y pedir perdón.
Una sonrisa de medio lado se posa en mis labios
-De rodillas solo se hacen dos cosas padre, rezar..o pecar y ya se imaginará cual prefiero.
-Si vienes hasta aquí es porque quieres hacer lo correcto.
-Vengo aquí con la ensperanza de poder reflexionar, encontrar un orden en mi vida. Las mujeres, ¿un pecado no es así?, un dulce y tentador pecado, nunca me hicieron falta, jamás me preocupé por eso y también nunca me encapriché lo suficiente para darles importancia. Mi vida sexual la inicie el último año de secundaria..con la maestra
-¿Que?. —Dice impactado
-En mi defensa ella me provocó —Me encojo de hombros
-Ay por Dios hijo.
Sonrio. Casi podía ver su expresión.
-Fuí creciendo y claro hubo más contacto íntimo sin compromiso, claro siempre con precaución. El sexo se convirtió en mi frenesí, no siempre era necesario por supuesto. Si digo que me sentía mal por dejarlas así o solo aprovechar la situación mentiría, nunca me sentí vacío, era mi vida. Mi.. padre me envió al servicio militar donde pude madurar por decirlo de alguna manera, no solo física sino también mentalmente, tenía una idea clara, ser el mejor, volverme el mejor, ser alguien importante y así fué. Tengo mi empresa, mi dinero lujos, y comodidades que puedo darme sin problema.
-Eso es bueno hijo, pudiste cambiar, saliste de la oscuridad en la que estabas y volviste a la luz.
Recargo mis antebrazos en mis piernas..
-Mi padre solía decir "deja que cada quien viva su vida, pague su precio y reciba sus consecuencias, el que siembra recibirá cosecha y el que no sembró bien, recibirá su precio".
-Era un hombre muy inteligente.
-Desearia poder decir que saque su sensatez pero no puedo..
-Te sientes mal por lo que acabas de decir pero no es nada fuera de lo que todos en algún momento llegan hacer cuando caen en la tentación.
-No termina ahí cura. Me gustaria decir que la madurez perduró en mi pero no es así. Ya no soy un niño, soy lo suficiente mayor para hacer lo que hice.
-¿Que es eso que tanto te aflije?
-Dije que jamás ninguna mujer me llegó a encaprichar tanto pero mentí, hace poco hice algo que no debí, me obsesioné con una niña, una jovencita padre, he hice algo que no debí
-¿Que..que fue lo que hiciste?. —casi puedo ver lo asustado que estaba
-La secuestré.
-¿¡Que!?.
-Asi es cura y no es lo peor. —Bajo la mirada
-¿Ella.. ella está bien?.
-Si lo que quiere saber es si está a salvo, si, la dejé ir
-Te das cuenta, crees que eres malo pero finalmente haces lo correcto.
-Ademas de secuestrarla,..tuve relaciones con ella.
-Valgame Dios, Te aprovéchaste de ella
-No, no fue así, ella no hizo ningún alboroto, bueno..ya sabe solo el normal. —Sonrio malicioso
-Ay hijo —Suspira— que has hecho pero no te preocupes todos merecen una oportunidad y algun día nuestro padre nos preguntará por las cosas cometidas, es el único que puede juzgarnos.
-No estoy diciendo o haciendo esto para mi salvación o algo así.
-Pero vienes aquí afligido, confundido, buscando un consejo. Si tienes fe tu alma será libre.
-mi alma no es lo que me perturba es..
-Es tu mente, tu moral no te deja tranquilo, tu alma puede aliviar con cuestion de fe pero solo si haces lo correcto puedes sacar ese peso de encima hijo.
-Es dificil hacer lo correcto.
-¿Te arrepientes?
Frunzo el ceño.. -Está metida en serios problemas por mi culpa.
-Y eso te pesa. Estoy seguro que harás lo correcto. Como penitencia solo te daré tres ave María.
-De acuerdo.
-Fue un placer hijo
-..Igualmente.
Me levanto para salir de allí. No debí hacerlo, ahora sentía que me obligaban a hacer lo correcto. Una presión que antes no tenía.
-¿Y?, ¿Que tal tu primera vez? —Dice apenas subo al auto.
-Ya cállate diego.
-Hablo de tu confesión mente de alcantarilla, ¿el cura se desmayó después de escuchar tantas diabladas?.
-Omiti detalles, de otra manera habría salido de ahí con paramédicos.
-¿Fue buena idea o no?. —Sonrie
-Debo decir que sirvió de algo, te felicito por estrenar el cerebro.
-Imagina si usará todo mi potencial —Sonrie arrogante—.. ¿Que fue lo que dijo?
-Que debía hacer lo correcto.
-¿Y lo correcto es?
Suspiro -No lose
-No puedes entregarte B, eso nos arruinaría a todos
-Pues debo hacer lo correcto Diego..—Lo observo de reojo— voy a hablar con alma.
-Entiendo. —Asiente.
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A Flor De Piel
Teen Fiction-Uno, dos, tres.. -Veo a johana, estaba al contrario de donde llegaban los ruidos - cuatro,.. cinco, -nuevamente sentía aquellos sonidos pero no les presto atención creyendo que es johana- ¡seis!, ..¡siete!,.. -Respiro profundo para calmarme -¡Ocho...