Capítulo 79

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Un nuevo día comenzaba, un dia comun y normal como los demás. Había pensado en rendirme pero no tenía otro medio de diversión o con lo que pueda distraerme y alejar los pensamientos asi que no tenía excusas..

-Muy bien señorita elizabeth

Sonrio

-Es cansado

-Muy cansado pero mire el lado positivo tendrá unos fuertes brazos —Sonrie

-Ah eso es verdad, de tanto amasar, ¿cómo dijo que se llamaba el dulce?

-"Calzones rotos"

-Curioso nombre, ¿por qué?

-La primera vez que lo oí creí que era por la forma que tienen, se los enseñaré cuando esté lista la masa

-Entonces debo seguir amasando

-Solo un poco más no se preocupe —Sonrie

-¿Quien se los enseñó?, jamás lo había oído

-Oh yo menos pero mi hija visitó un país en una excursión en la universidad

-¿Que país fue?

-Chile, hay dulces muy ricos y fáciles de preparar, de hecho me trajo un libro de recetas.

-Oh, pues así aprende de manera internacional

-Exacto —Sonrie

-¿por casualidad no dice el libro porque se llaman así?

-¡Ah es verdad!, olvide decirlo y si, lo dice aunque es algo..extraño

-Haber

-cuenta la historia que el nombre proviene de una señora que vendía estos pasteles en la Plaza de Armas de Santiago y un día el viento levantó su falda dejando al descubierto sus “calzones rotos”, desde ese día fue conocida como "la señora de los calzones rotos" y con el tiempo el nombre se adaptó a los dulces que ella vendía.

-ay, ¿enserio?, muy curioso y que increíble originalidad y ocurrencia tienen las personas de aquel país, muy original

-Lose, no quiero imaginar la pena que a de haber pasado aquella señora

-Es verdad —Sonrio

Tocan el timbre..

-Ire a abrir

-Está bien, yo sigo amasando —Digo viéndola desaparecer por el pasillo.

Que gracioso nombre "calzones rotos". La masa si era difícil de maniobrar sobre todo por no tener tanta fuerza en ellos pero la práctica hace al maestro, eso dicen..

-Señorita Elizabeth, la hice pasar porque..

-¿quién es? —Interrumpo sin querer

-Yo —Entra

Alzo las cejas sorpendida.

Que mal momento para venir..

-Señora edna —Fuerzo una sonrisa

-Elizabeth, un gusto verte de nuevo. Te atrapé con las manos en la masa —Sonrie

Trato de soltar una ligera risa..

-Asi es

Me observa de pies a cabeza a lo que avanza..

Estaba muy diferente a como me había visto ayer, me había atado el cabello en un chongo, me había puesto mi ropa habitual y además un delantal para no ensuciarme con la harina de la pegajosa masa..

A Flor De PielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora