Cincuenta Sombras en el Ayer©.

Capítulo XXV.

10 de septiembre del 2018. 23 días desde la partida de Anastasia. Cumpleaños de Ana.

Christian POV.

Hace casi un mes desde que los ojos azules más luminosos que he visto se apagaron para siempre. Han sido los días más difíciles y dolorosos de mi vida y la de mis hijos.

Las pesadillas han regresado, pero ahora todas las protagoniza Anastasia... La pierdo. En todas y cada una de ellas. Despierto buscando su calor en la cama, entonces recuerdo que ella se ha ido.

Ted y Phoebe están por comenzar la escuela, pero no tienen ánimo alguno. Ya casi no ríen, no juegan. Compré nuestros relicarios y se pasan el día acariciando la foto de Anastasia.

Por las noches, salimos al jardín y nos recostamos sobre el prado a observar la luna. Es nuestro momento especial, donde imaginamos que Ana nos sonríe desde el cielo mientras vemos la misma luna brillando en el cielo.

Hace unos días fue luna nueva, los niños se pusieron frenéticos porque la luna había desaparecido, así que les dije que también podíamos ver las mismas estrellas que ve su madre.

Tomo la mano de Phoebe y la de Ted mientras nos acercamos a la tumba de Anastasia. Cada uno tiene un gran ramos de rosas que dejaremos para ella.

Mi corazón late desbocado cuando me agacho y acaricio la lápida.

Anastasia Rose Grey Steele
10-09-1989 - 17-08-2018
La mejor esposa y madre.
“Fuiste mi más, mi amor, mi vida" -Christian Grey.
“Cuando cierre los ojos, imaginaré que estás conmigo" -Theodore Grey.
“Si miro la luna, por un momentito, siento que estás cerca de mi" -Phoebe Grey

-Feliz cumpleaños, Sra. Grey. -Susurro y dejo el ramo de flores sobre el frío granito gris -29 años, nena. -Siento las lágrimas rodar por mis mejillas -Te fuiste demasiado pronto, Ana. Te necesitamos. -Sollozo. Mis hijos se abrazan a mi cuerpo y los envuelvo con fuerza entre mis brazos.

-Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños mami, feliz cumpleaños a ti. -Cantan al unísono con la voz entrecortada.

Permanecemos en silencio y colocan las flores, no sin antes darle un beso a una de ellas -Este beso es para ti, mami. -Dice Ted y lo abrazo con fuerza contra mí. Al separarse un poco, me golpea la visión de sus ojos. Son exactamente iguales a los de Ana.

-Papi, ¿Crees que mami esté sonriendo desde el cielo? -La dulce voz de Phoebe me devuelve a la realidad.

-Estoy seguro. -Contesto mientras la atraigo de vuelta a mis brazos.

Desde que perdí a Ana, soy más protector con los niños. No quiero perderlos. Parker y Louisa son dos hermanas gemelas que Taylor contrató para la seguridad de mis hijos, los acompañan a todos lados. No creo que a Ana le guste la idea, pero intento disculparme con ella cada noche por hacerlo.

Desde que conocí a Anastasia, es el primer cumpleaños en el cual no está junto a mí. Hace algunos años me pidió de regalo tener otro hijo. Observo a la pequeña que llora desconsoladamente entre mis brazos y beso su cabello. Phoebe fue su regalo y el mío.

Alboroto el cabello de Ted, pero no ríe, como normalmente haría. No parece haberse dado cuenta siquiera de que lo hice.

-Te extraño. -Susurro mirando el cielo -Te amo. Te necesito. Cada mañana, cada tarde, cada noche... Te deseo a mi lado cada minuto del día. -Cierro los ojos con fuerza cuando siento el escozor de las lágrimas -Daría todo el dinero que tengo, a cambio de volver a verte, poder abrazarte y besarte. Volver a verte jugar con nuestros hijos y reír alegremente. Solo un minuto a tu lado me haría regresar a la vida.