-¿Christian? -Noto que estoy sola en mi habitación y los suaves acordes en el piano me hacen saber dónde está mi esposo. Me congelo al notar la triste melodía que está tocando ¿Qué está sucediendo? No lo escuchaba tocar así desde... Desde hace tantos años...
Sus sombras están extintas, guardadas en algún rincón de su mente y su alma el cual debe estar lleno de telarañas, al menos para mi. Y dada la felicidad que veo en su rostro cada día, sé que para él también.
Por un momento pienso en todo lo que hemos avanzado desde que nos casamos. La mayor prueba de ello: Nuestros dos hijos. Ted, mi pequeño es idéntico a su padres y no sólo físicamente, también es tan listo como mi amado esposo. Aún me cuesta creer que tiene seis años en nuestras vidas. Phoebe, mi hermosa niña de cabello castaño se parece tanto a mi... Pero también tiene muchos rasgos de su padre. Él insiste en que no tendrá novio hasta los 30, pero sospecho que al llegar a esa edad aumentará el plazo... Unas risitas se me escapan, nuestra pequeña no sólo me heredó el color de ojos y cabello, para desgracia dd Christian, también posee mi lengua viperina. Estoy segura que a los 16 traerá a un chico simplemente "Porque puedo, Sr. Grey."
Dejo a un lado mis felices pensamientos y me levanto, camino con cuidado y antes de seguir el sonido que me ha despertado reviso que mis niños sigan durmiendo.
La primera habitación es de Teddy, quien está a punto de caerse de la cama. No quiero interrumpir su descanso, pero no pienso dejar que se golpee al caer. Por más que intento moverlo con delicadeza, en cuestión de segundos sus somnolientos ojos azules se encuentran con los míos.-¿Ya es de día, mami? -Se frota su carita y yo niego con la cabeza mientras vuelvo a taparlo con su sábana de helicópteros.
-No, vuelve a dormir. -Beso su frente y veo como rápidamente regresa al mundo de los sueños.
Salgo de su habitación y entro en la que está justo al lado. Mi pequeña niña está exactamente donde la dejé durmiendo hace unas horas, por suerte no es tan inquieta, al menos dormida, como su hermano. Planto un beso en su mejilla y la veo sonreír, mi corazón se derrite al instante.
Bien, ahora voy a buscar a Christian. Cierro la puerta y pongo una mano sobre mi pecho, a veces me sorprende la magnitud del amor que les profeso a mis hijos. Los amo tanto que hasta siento que duele. No hay nada que no haría por ellos.
Desde su nacimiento mi lado sobreprotector salió a la luz, inclusive, tengo el número de teléfono de Welch en marcación rápida, solo para emergencias... Aunque a veces las emergencias sean una investigación completa sobre la instructora de ballet que contraté para Phoebe.
Muevo la cabeza de un lado a otro para despejar mi mente, ¡Que rapido te distraes, Grey! Bajo las escaleras hasta la mitad para espiar desde ahí, el piano está en medio del salón destinado a actividades familiares. Allí sentado, muy concentrado se encuentra mi hermoso esposo, tan guapo como siempre... Su cabello desordenado y las deliciosas líneas de su mandíbula... Me tenso al darme cuenta de que parece estar hecho de piedra. Cada una de las facciones de su rostro usualmente relajado se encuentran tenssas y al acercarme un poco más veo que se ha extinguido el brillo en sus ojos.
Voltea a verme cuando debido a mi torpeza y a mi falta de atención choco contra uno de los sofás y lanzo un agudo chillido. Se me corta la respiración. Encima del piano están esparcidos algunos documentos, logro distinguir en una de las hojas el nombre de la clínica en la cual nos realizamos nuestros estudios anuales de rutina. Oh no, ¿Qué está mal?
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Cincuenta Sombras en el Ayer©.
FanfictionLuego de años de matrimonio... ¿Qué está mal? PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE ESTA HISTORIA. Registrada en Safety Creative.