Capítulo XXXVII.

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-¡Rawr! -Gruño mientras coloco mis manos como si estuviese a punto de atacar a alguien y muestro mis dientes de manera "amenazante" -¡RAWR!

-¡Dejanos monstruo! -Phoebe se sube a mi espalda y hago equilibrio con ella para evitar que se caiga y se golpee. Aunque estemos en la cama, podría caerse y rebotar hasta el piso. Suelto una risita, ya estoy pensando igual que mi obseso del control.

-¡Rawr! ¡No pienso dejarlos! -Aprisiono a Teddy en un abrazo y muerdo falsamente su estómago. Mi pequeño ríe a carcajadas e intenta liberarse de mi ataque de cosquillas.

-¡Llamaremos a nuestro papá y él te vencerá! -Dice fingiendo estar enojado, pero puedo sentir la sonrisa en su voz.

-¡Nuestro papá tiene el poder más poderoso del mundo! -Añade Phoebe y se aferra aún más fuerte a mí mientras ríe libremente.

-¿Ah, sí? -Enarco una ceja, verdaderamente intrigada ante el asunto -¿Y cuál es?

-El amor. -Responden al unísono, desarmandome por completo. Me parece maravilloso que mis pequeños piensen que el amor es el poder más fuerte del mundo, capaz de vencer hasta a un gran monstruo, por imaginario que este sea. Lo que cuenta es el pensamiento tan hermoso que tienen.

-¿El amor es el poder más fuerte? -Me atrevo a preguntar en un hilo de voz. Me interesa mucho lo que tengan para decirme, por lo que con sumo cuidado dejo a Phoebe sobre la cama y en seguida busca acurrucarse entre mis brazos, al igual que Ted. Ambos terminan encima de mis piernas como si fuesen bebés, lo cual me fascina.

-Papá dice que cuando tengamos miedo, recordemos que él nos ama y tú también. -Comienza a decir Ted, dejando olvidado nuestro juego -Porque cuando alguien te ama, te protege y no deja que te sucedan cosas malas. Yo amo a Phoebe y por eso a ella nunca le pasará nada, porque yo estaré siempre para protegerla. -Una gran sonrisa parte mi rostro en dos. Christian ha sido un padre maravilloso para nuestros hijos. No pude escoger a un hombre mejor para ser mi esposo y formar una familia.

-Cuando tengo una pesadilla, siempre vengo con ustedes porque sé que no me pasará nada malo si estoy a su lado. Porque me protegen. -Comenta Phoebe e intenta hacerse más pequeña en mis brazos, si es eso posible -Por eso el amor es el poder más poderoso del mundo, mami. Porque cuando alguien te ama mucho nada malo te puede pasar.

Envuelvo a mis hijos entre mis brazos con todas mis fuerzas, conmovida ante sus declaraciones. Olisqueo sus cabellos y siento un cosquilleo revoloteando en mi interior. Amo a estos pequeños con toda el alma.

Han pasado dos semanas desde que visité al médico. He estado haciéndome los estudios pertinentes para la operación, pues son más de lo que pensé posible. En ocasiones paso hasta tres horas en la clínica, lo cual me resulta exasperante. Sin Christian a mi lado, probablemente no sería capaz de soportar tanto.

En este tiempo Ted y Phoebe pasan cada segundo que pueden a mi lado. Apenas llegan de la escuela corren por toda la casa, con los "¡No corran!" de Christian de fondo, hasta llegar a mi encuentro y no se separan de mí hasta que se van a dormir, están todo el tiempo llenandome de mimos hasta casi asfixiarme. Y me encanta.

Quiero recuperar mi visión para poder ver los rostros de mis pequeños y el de mi esposo. Además tengo la esperanza de que mis recuerdos vuelvan. Deseo poder recordar la primera vez que vi a Christian, el momento en que supe que estaba embarazada de Ted y luego de Phoebe. Las primeras palabras de mis bebés, sus primeros pasos, la primera vez que comieron por sí solos, el brillo en la mirada de Christian cuando nuestros hijos le dijeron "papá" con su vocesitas apenas entendibles, mi emoción al escucharlos decirme "mamá"... Todo. Quiero toda mi vida de regreso.

Cincuenta Sombras en el Ayer©.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora