Ya nuestros secuestradores se apoderaron de cada dólar existente en nuestras casas. No quisieron arriesgarse llevándonos al banco para vaciar nuestras cuentas bancarias. Les parecieron suficientes los cuatrocientos millones que consiguieron.
-Al aeropuerto. -Dice uno. Entre ellos tienen nombres de números, al parecer la mujer que alejo a mis hijos de mí desde el comienzo es la líder del grupo.
Todos estamos en una camioneta, los niños están en la parte trasera y no nos permiten voltear a verlos. Estoy tan asustada. Si vamos al aeropuerto quiere decir que llegó el momento de irme.
Comienzo a llorar en silencio y Christian toma mi barbilla e intenta sonreír. Todo su cuerpo está en tensión desde que esta pesadilla comenzó, hace alrededor de cuatro horas.
-Sra. Grey, ya tenemos sus documentos y algo de ropa para ustedes. -Uno me sonríe y luego se carcajea, se nota que disfruta haciéndonos esto.
-¿Por qué no huyen con el dinero que robaron y nos dejan en paz? -Aunque quise que mi voz sonase amenazante, se escuchó como un murmuro atemorizado. Christian pasa su brazo alrededor de mi cintura y pega mi cuerpo al suyo, creo que a manera de protección.
-Porque las cosas no funcionan así, Sra. Grey. -Me contesta sin siquiera voltear.
-Un billón de dólares. -Dice Christian. El conductor frena de golpe y uno clava la vista en mi esposo, al igual que todos nosotros -Eso les daré si dejan que Anastasia se quede conmigo.
Uno y... Tres, me parece, se observan dudosos y luego asienten. Sin decir nada continúan el camino trazado.
-Mami. -Escucho la voz de Ted y me asusto, no quiero que le hagan daño por desobedecer sus órdenes.
-Mi vida, todo está bien. -Respondo.
-Mami yo tengo una alcancía de cochinito, podemos dársela a la señora.
Uno le pide a su acompañante que se detenga al borde de la carretera y saca a Ted de la camioneta. Sin pensarlo dos veces me bajo y observo confundida como ellos solo se miran fijamente.
-Regrese a la camioneta. Ahora. -Susurra amenazante -Y tú también. -Señala a mi hijo quién en seguida obedece.
Cuando estamos de vuelta en nuestros asientos, continuamos el camino trazado. Cada minuto que pasa es una agonía para mí, ya que son los últimos minutos que pasaré al lado de mi familia.
Llegamos al aeropuerto y me obliga a bajar, al igual que a Ted y Phoebe. Mis ojos se llenan de lágrimas y solo observo a mi cincuenta, quien se ve totalmente destrozado.
Uno se quita el pasamontañas y me sorprendo ante lo hermosa que es esta mujer. Podría ser Miss América, pero prefiere secuestrar y robar a multimillonarios.
No comprendo quién puede odiarme tanto como para hacer algo tan drástico como esto. Aunque... Christian sufrirá demasiado al no tener idea de dónde estamos o si nos encontramos bien.
Entonces comprendo: Solo quieren sacarme del camino, al igual que a mis hijos, de ese modo Christian será nuevamente el soltero más codiciado de Seattle.
De. Ninguna. Jodida. Manera. Los anillos en sus dedos son la prueba de que él me pertenece. Sé que aunque esté lejos y no pueda comunicarme con él, no tendrá ojos para ninguna otra mujer.
-Por favor, les daremos todo el dinero que deseen... -Ruego mientras llevo de la mano a mis hijos. Huiría, pero sé que hay personas a cargo de esta mujer vigilándonos, listos para detener cada uno de mis movimientos. Si estuviese sola, me arriesgaría, pero nunca pondría la vida de mis hijos en peligro.
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Cincuenta Sombras en el Ayer©.
FanfictionLuego de años de matrimonio... ¿Qué está mal? PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE ESTA HISTORIA. Registrada en Safety Creative.