Desayunamos juntos antes de llevar a los niños a casa de Grace. Theodore habla sobre lo feliz que está por no tener que ver a su profesora y Phoebe solo ríe ante las caras de desagrado de su hermano.
-Ted, si no te gusta tu profesora podemos reemplazarla. -Giro mi rostro atónito en su dirección y ensancho mis ojos.
-De ninguna manera harás eso, Christian. -Alzo las cejas.
-Papi, ¿comprarás mi escuela? -Pregunta Theodore y su padre parece considerarlo.
-No comprarás ninguna escuela. -Apunto a Christian y luego a mi hijo -Y tú, ten un poco de paciencia, si tu profesora continúa siendo gruñona...
-Super gruñona mami. -Se cruza de brazos y yo intento no reír.
-Super gruñona. -Me corrijo -Hablaré con ella. Y si eso tampoco funciona hablaré con la directora. Ser una Grey tiene sus ventajas. -Les doy un guiño exagerado y ríen.
-Usted puede ser muy persuasiva, Sra. Grey. -Christian toma un sorbo de su café y yo me muerdo el labio deliberadamente. Lo veo casi ahogarse con el café y todos en la mesa estallamos en carcajadas.
Cuando terminamos el desayuno lleno de besos a mis niños y luego los veo salir de la casa junto a su padre. Tengo cuarenta y cinco minutos para alistarme. Iré a Grey Publishing y luego Christian pasará por mí para ir a la cita con la Doctora.
Me doy una ducha y me coloco bragas de encaje y sujetador a juego de color negro. Una falda tubo del mismo color y una blusa manga larga blanca. Unos tacones negros y mi bolso rojo completan mi atuendo. Un poco de brillo de labios, rímel para acentuar mis ojos y estoy lista para irme.
Me sorprendo al abrir la puerta y chocar con el pecho fuerte de Christian. Me sujeta para que no me caiga y nos quedamos viendonos a los ojos por largos minutos. Ambos estamos nerviosos por las noticias que pueda darnos la Dra. Harrison.
Luego de lo que parecen horas me envuelve entre sus brazoa y suspiro satisfecha. A la mierda Grey Publishing, este es el único lugar donde quiero estar ahora.
-Nena, debemos irnos. La Dra. Harrison nos espera. -Miro el reloj omega que adorna su muñeca y marca las 8:30 -Recuerde que soy un Grey... -Sonríe.
-Oh, pues vamos. -Me dispongo a salir pero me toma de la cintura y me pega a su cuerpo, mis manos viajan a su alborotado cabello y nos fundimos en un beso abrasador. Nuestras lenguas chocan y nuestras respiraciones se agitan. Saboreo el café de su boca y sobretodo el mejor de los sabores: Christian.
Nos separamos jadeando y sonriendo como idiotas... Idiotas enamorados.
Bajamos las escaleras tomados de la mano y salimos. Christian me abre la puerta del R8 y luego toma asiento en el lado del conductor. Me encanta cuando conduce, se ve tan sexy y puedo permitirme observarlo en todo el camino.
El viaje dura 50 minutos ya que el tráfico es extrañamente muy congestionado el día de hoy.
Entramos en el hospital y Christian me lleva directamente hacia una puerta blanca en la que se lee:
Dra. Audrey Harrison.
Neurocirujana.
Toco la puerta y la voz ya conocida de la doctora me indica que puedo pasar. Los primeros diez minutos son tranquilos, solo me hace preguntas y revisa mis signos vitales.
Vuelvo a sentarme a un lado de Christian cuando el chequeo termina. La Doctora toma asiento al otro lado del impecable escritorio y comienza a observar algunas radiografías, creo, en una pantalla de luz que está detrás de ella.
ESTÁS LEYENDO
Cincuenta Sombras en el Ayer©.
FanfictionLuego de años de matrimonio... ¿Qué está mal? PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE ESTA HISTORIA. Registrada en Safety Creative.