Broken Pieces ❥ muke

3 ❥ honey

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HONEY
[cariño]

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Sus dedos golpeaban suavemente la luna de su lado, mientras su pierna se movía de un lado al otro y su mirada se concentraba en los anillos de su mano libre.

Podía sentir el frío del otoño entrar por la ventana del auto, casi despeinado sus cabellos y haciendo que deseara haber traído algo más que una camisa blanca y una casaca de mezclilla para abrigarse. De todas formas, jamás fue una persona con una temperatura baja.

Eran alrededor de las diez de la noche, podía ver la hora en la pantalla digital de su delante, mientras su pie se movía al ritmo de la música que se escuchaba por los parlantes; alguna canción de un grupo Coreano que Ashton decía que su hermana estaba obsesionada. Aunque, una parte suya, creía que a él también le gustaba su música.

Luego, su mirada fue hacia la ventana, viendo la casa de su delante, donde se encontraban estacionados desde hacía unos minutos. Ashton se encontraba hablando por teléfono, debido a una llamada de último momento de su madre, dejándolo a mitad de una conversación. Una sobre lo mucho que estaba comenzando a arrepentirse de haber salido de su apartamento y dejar que su vecino lo arrastrara hasta este lugar.

Podía notar las luces de colores reflejarse en las ventanas de la gran casa de su delante, al igual que el sonido de la música y las voces de las personas que se encontraban en el amplio jardín delante, algunos con cigarros en los labios y otros con vasos de plástico color rojo en las manos.

Hacía tiempo que no venía a una fiesta. Quizá, desde los quince, cuando fue invitado a esta "pequeña reunión" de Jennifer de su clase de Química, solo porque unos compañeros suyos le dijeron que ella quería que la invitara a salir. No la invitó a salir, solo estuvo en el sofá, comiendo bocaditos y esperando a que su madre fuera a recogerlo porque se encontraba realmente aburrido y más gente seguía llegando.

Las fiestas no fueron su ambiente cuando era adolescente, y dejaron de serlo completamente al poco tiempo de la fiesta de Jennifer. No solo las fiestas, las personas. Los lugares con demasiadas personas, abiertos y llenos de ojos que podrían ir en cualquier momento en su dirección.

Pero, eso había sido años atrás. Se suponía que ya lo había superado luego de dos años de terapia, medicación y tres años en una Escuela Técnica llena de personas. Ya no tenía quince, y no tenía porqué seguir teniendo miedo.

O, eso se dijo a sí mismo antes de salir de su casa y sentir sus piernas temblar.

—No tenemos que ir si no estás cómodo —comentó Ashton, haciendo que su cabeza fuera en su dirección. Él ya había terminado con su llamada y ahora lo estaba mirando —. Sé que te pedí que me acompañaras, pero también sé que esto no es... lo tuyo.

—¿Qué quieres decir? —preguntó, frunciendo ligeramente el ceño. Ashton no sabía de su pasado, no había forma que pudiera saberlo porque nunca se lo dijo, y se había asegurado de borrar cada evidencia de este.

—Es decir, no sales de tu apartamento demasiado, solo a hacer las compras o ir al trabajo —explicó Ashton, haciéndolo sentir algo relajado al darse cuenta de que no sabía lo demás —. Y, Luke, estuviste encerrado en tu apartamento por un mes completo sin salir, y eso fue a las pocas semanas que nos conocimos.

Se quedó en silencio ante el comentario, bajando la mirada y jugando con los anillos en sus dedos. Podía sentir la mirada de preocupación de Ashton encima suyo. Él siempre la tenía cuando se encontraban juntos.