75 ❥ anger

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ANGER
[ira]

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Estaba cansado, su espalda le dolía y sus odios se encontraban algo tapados.

Eran alrededor de las cinco de la tarde, tres horas después de que su vuelo había aterrizado a Nueva York, dos desde que estuvieron buscando sus maletas en la estúpida banda transportadora, y una desde que habían llegado al hotel. Las maletas de ambos estaban abiertas y tiradas en la habitación, de donde salían desordenadas piezas de ropa que llenaban parte del piso, gracias a Michael.

Él estaba echado en la gigantesca cama, a su lado, abrazándose a sí mismo, con la cabeza en su regazo, y usando uno de sus más suaves suéteres que buscó por quince minutos en su maleta, haciendo que todo quedara un desorden.

Michael fue el primero en dormir cuando llegaron al hotel luego de que hubieran comido algo en ese estúpidamente caro y elegante bufet. Ahora, estaba tomando su siesta de la tarde, y recuperándose del jetlag, mientras en su caso, tenía a su mano dando suaves caricias a los ya descoloridos cabellos rojos, con sus ojos viendo hacia la pantalla de su celular.

Estaba cansado, pero estaba seguro de que si tomaba una siesta en este momento, no sería capaz de cerrar los ojos esta noche.

Michael tenía planeado ir a ver algunas tiendas de la ciudad al día siguiente, lo que no creía que fuese una buena opción cuando supo que la prensa se había enterado de su viaje a la ciudad. Sabía que fueron seguidos en el aeropuerto de Londres y notó algunas cuantas miradas cuando llegaron al de Nueva York. No dudaba que esto ya estuviese por todo internet, pero realmente no tenía el corazón para decirle eso a su novio cuando sabía de por sí ya estaba demasiado nervioso porque en dos días verían a su padre.

Sus ojos fueron hacia el chico en su regazo, mientras sus dedos apartaban unos cuantos mechones rojos de su frente y notaban como su pequeña nariz se arrugaba levemente. Sonrió, notando como luego una inconsciente sonrisa se posaba en los rojos labios posiblemente al saber que era el culpable de irrumpir su sueño.

Porque, Michael sabía que estaba ahí. Sabía que era la persona cuidándolo y encargándose que nadie perturbara su vulnerable estado de sueño (aunque fuera el culpable de también perturbarlo). Le tenía la suficiente confianza para saber que lo mantendría a salvo.

Las puntas de sus dedos se encontraban trazándolo los pómulos de su novio, admirando como sus largas pestañas castañas caían sobre ellos delicadamente, y las pequeñas marcas de acné que siempre él le pedía que tapara con corrector, aunque amaba cómo se veían en él. Era tan pacifico ver estos pequeños detalles, mientras cuidaba el sueño de la persona que más amaba.

O, lo fue hasta que el celular de su mano comenzó a sonar, acabando con toda la paz y haciendo que el ceño de Michael se frunciera levemente.

Contestó lo más rápido que pudo, mientras volvía a acariciar los cabellos de su novio, intentando hacer que volviese a dormir hasta la hora de la cena, pero no estaba seguro de que eso pudiera ser posible cuando se dio cuenta de quien se trataba.

—¿Mamá? —preguntó en voz baja, haciendo lo posible por no despertar a Michael. Sus respiraciones aún se sentían calmadas y pacíficas, por lo que quizá aun no había pasado.

—Hey, Lukey, ¿es un mal momento? —preguntó ella. No sonaba prepcupada, pero sí notaba las ansias en su voz.

—No, creo —dijo, mirando al chico en su regazo romoverse —. ¿Pasó algo? ¿No hablamos como dos días antes de mi vuelo? Tu nunca llamas a menos que haya demorado en llamarte, y "demora" para ti son más de cuatro días —mencionó, levantando una ceja.

Broken Pieces ❥ mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora