Broken Pieces ❥ muke

34 ❥ apples

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APPLES
[manzanas]

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La música resonaba en sus oídos, mientras su rostro se encontraba recargado en su brazo extendido en la barra de su delante y su mano tenía la cuarta cerveza de la noche. Solo que, esta no era la sensación a la que estaba acostumbrado.

No se sentía feliz, como si sus problemas hubieran sido completamente resueltos y nada importara más que pasarla bien. Se sentía hundido en un hoyo, como si el alcohol lo hubiera hecho caer más a fondo de lo que se encontraba, dándole un sentimiento de vacío que era incapaz de llenar, mientras su cuerpo parecía haber perdido cualquier energía para si quiera recordar cómo respirar.

Solo era un triste ebrio, tirado en una barra y tomando alcohol sin alguna clase de propósito o energías. Ni siquiera creía poder hacer algo más que no fuera continuar tomando de su cerveza y pedirle a la chica detrás de la barra que le trajera otra en el momento que esta se acababa.

Algunos chicos se le habían acercado, pero realmente no fue capaz de siquiera seguirles la conversación o encontrar las ganas de responder a sus malos intentos de coqueteo. Quizá, no estaba lo suficientemente ebrio para eso. Para darles la satisfacción de ser la persona fácil a la que buscaban. No esta noche.

No cuando cada rostro en su delante le recordaba a la misma personas que intentaba olvidar. Cuando ellos lo hacían pensar en él, con otro chico delante suyo, mientras los peores escenarios aparecían en su cabeza e ira incapaz de detenerlos.

Quizá, así era cómo las cosas debían ser.

Luke con lindo chico que lo trataría bien, mientras que en su caso ahogaba sus penas en alcohol y dejaba que desconocidos lo llevaran a pasar la noche con ellos.

Llevó el pico de su botella a los labios, solo para darse cuenta de que esta ya se encontraba completamente vacía, por lo que se incorporó de la mesa para poder llamar la atención de la chica tras de la barra que parecía tener una expresión aburrida mientras un chico hacía un realmente mal intento de coqueteo delante de ella.

Al parecer no era el único teniendo que lidiar con eso.

—¿Otra? —preguntó ella en el momento que logró acabar la conversación con el chico en su delante. Solo asintió sin ganas, a lo que ella sacó otra botella de la nevera detrás suyo para luego abrirla y extender la en su dirección —. ¿Nos conocemos? —preguntó cuando tomó la cerveza.

—El mundo es un lugar demasiado grande. Quizá, en otra vida —fue lo único que pudo responder, llevando la botella a sus labios y tomando un gran trago de esta, sintiendo los ojos de la chica aun encima suyo.

—No, estoy segura de que te conozco —insistió la chica, con el nombre Kylie en la placa de su ropa de trabajo.

—Suelo pasar demasiado tiempo en clubes —respondió, siendo la única explicación que podía encontrar para las palabras de la molesta trabajadora.

¿Por qué nadie podía dejarlo ser miserable en paz?

De todas formas, la chica frunció levemente el ceño, viéndolo detenidamente sin dejarlo poder alcoholizarse en paz. Podía sentir los efectos del alcohol comenzar a invadir su cuerpo y que la tal Kylie lo estuviera observando fijamente no lo dejaban disfrutarlo.

—Soy nueva en este lugar no creo haberte visto antes —aclaró ella, a lo que solo se encogió de hombros, porque realmente no le importaba eso. Pero, era claro que la chica no se daría por vencida —. ¡Ya sé! —exclamó Kylie.