Broken Pieces ❥ muke

59 ❥ enough

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ENOUGH
[suficiente]

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Nostálgico, eso era.

Ver este vacío lugar era demasiado nostálgico.

Vivió por su cuenta desde hacia unos años, pero jamás sintió tanta nostalgia al dejar alguno de los lugares en los que habitó, hasta ahora.

El apartamento se encontraba algo vacío, solo con algunos muebles que vinieron en este y se quedarían para la siguiente persona que decidiera arrendar este lugar. De todas formas, era raro verlo de esta manera. Le recordaba al primer día en el que llegó.

Casi podía recordar a la perfección cómo se sentía; solo, vacío y con el corazón roto. Roger acababa de echarlo del apartamento en el que vivían, y tuvo que buscar uno de último momento luego de pasar dos noches en la casa de su madre. Este fue el lugar, a un precio algo fuera de su presupuesto, pero en la zona más cercana al centro de la ciudad, donde soñaba poder trabajar.

Ni siquiera vivió aquí por demasiado tiempo, puede que haya sido menos de un año, pero se sentía como el lugar más cercano a un hogar del que pudo tener en toda su vida. Era suyo, y fue donde finalmente pudo darse cuenta que no necesitaba de alguien más para poder sobrevivir, no otra relación para llenar un vacío o intentar arreglar sus problemas.

Había crecido tanto emocionalmente desde que llegó acá, que ahora imaginarse al Luke del pasado parecía demasiado triste y penoso. El mismo que intentaba comunicarse con su ex la primera semana o quien era incapaz de salir a hacer algo más que ir al supermercado para sobrevivir. Alguien que jamás se molestó en buscar ayuda y realmente hacía lo posible para no aceptar lo roto que se encontraba.

Ahora, estar roto no parecía algo tan malo, no cuando tenía la esperanza de que esas piezas esparcidas podrían ser arregladas.

—Él camión de mudanzas llegará en media hora —comentó una voz detrás suyo que lo hizo dar un leve salgo por la sorpresa. Ashton rio ante su reacción —. Lo siento.

—Casi me matas de un infarto.

—No me di cuenta que estabas teniendo un momento nostálgico —respondió él, a lo que soltó un bufido. Ashton volvió a reír, para luego entrar al apartamento y tomar asiento en el sofá de la sala —. Recuerdo cuando te mudaste —comentó él.

—Sí, parece que fue ayer —dijo, tomando asiento al lado de Ashton.

—Fue mi hermana menor la que me convenció de llevarte galletas. Ella creía que eras lindo. Estoy casi seguro de que tenía alguna clase de pequeño enamoramiento hacia ti —comentó él, a lo que no pudo evitar reír.

—¿Solo me diste galletas para poder satisfacer los deseos románticos de tu hermana hacia mí? —preguntó, logrando que otra de esas contagiosas risas escaparan de los labios de Ashton.

—No, también lo hice porque te veías... No lo sé, solo. Creía que necesitabas un amigo —comentó él, a lo que hizo una mueca.

—Sí lo necesitaba, pero no creo haber estado listo para aceptarlo —respondió, jugando con los anillos de sus dedos y sintiendo la mirada de Ashton encima suyo.

También recordaba como Ashton estuvo ahí cuando se aisló de todo y de todos luego del incidente con su padre, poco después que llamara y volviera a creer haberlo visto por las calles de su edificio.