Broken Pieces ❥ muke

45 ❥ on hold

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ON HOLD
[en espera]

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Le gustaban las mañanas, despertar temprano y mantener su horario; desayunar, tomar una ducha y luego hacer las comprar de la semana o practicar su maquillaje para su pagina de Instagram. Solo que, eso no significaba que le gustara ser despertado repentinamente por algo más que su alarma.

Hundió el rostro en la almohada tras su cabeza, intentando callar la voz que por un momento creyó que podría tratarse de la molesta señora Cindy peleando con su exesposo quien, por alguna razón, vivía con ella. Pero, no tardó en recordar, que este no era su complejo de apartamentos. Era el de Michael, en una zona privada, con innecesarias habitaciones grandes, una paga mensual más cara y paredes aprueba de sonido.

Fue en ese momento que comenzó a entrar en un estado más consciente, reconociendo al dueño de la molesta voz. Era Michael.

Abrió levemente los ojos, encontrándose con el rostro de su novio con un ceño fruncido arriba de sus soñolientos ojos, mientras una de sus manos sostenía su celular contra su mejilla y la otra estaba acariciando su brazo, como si buscara tranquilizarse al tocarlo. Lo hizo sentir algo feliz de que fuera capaz de hacer eso, pero no evitó que sintiera preocupación al no saber la razón por la que él se encontraba de esa manera.

O, más que nada, saber quién era el causante.

—No quiero hablar con su estúpido asistente. Si él quiere algo, que hable directamente conmigo —dijo Michael, con voz firme, sonando fastidiado, haciéndole saber que no era la primera vez que hacía este pedido —. Ni se atreva a ponerme nuevamente en espera porque juro que-... Y me puso en espera, genial —soltó él, acompañado de un bufido.

—¿Bebe? —preguntó, llamando la atención de su novio.

—¿Te desperté? —preguntó él, sonando apenado. Se encogió de hombros, intentando restarle importancia, para luego atraer a su novio y hacer que volviese a recostar contra la cama —. Lo siento —dijo Michael contra sus labios, enredando las piernas con las suyas, como lo hacia en medio de la noche.

—Está bien, copito —respondió, refregando el rostro contra la caliente piel del pecho de él. Le gustaba más cuando Michael se sentía cálido en vez de frío —. ¿Pasó algo?

—Una estúpida llamada que me despertó —dijo él, con molestia en sus palabras. Lo rodeó por su delgada cintura, notando como su cuerpo se relajaba ante su tacto y su mentón se recargaba contra su cabeza. También le gustaba ser capaz de causar eso —. Van dos veces que me ponen en espera, y no me dejan comunicarme con el culpable que interrumpió mi sueño.

—¿Quién es?

—Mi padre —respondió él, tomándolo por sorpresa, pero ante que pudiera decir algo, alguien estaba hablando por el otro lado de la línea —. No puede decirme que debo hacer una maldita cita para hablar con él, fue uno de sus asistentes quien me llamó a mí —él bufó —. No, no me importa que haya reservado un estúpido vuelo a mi nombre, quiero hablar con él y decirle que lo cancele —agregó Michael, elevando algo la voz.

—Mike —advirtió, pegando los labios al pecho de su novio. Él soltó un suspiro, para luego besar su frente.

—Lo siento —murmuró Michael en voz baja, para luego volver a la llamada —. De acuerdo, escucha atentamente, Dustin, no tomaré ese estúpido vuelo, hasta que él hable conmigo, ¿está bien? Genial, gracias por nada —fueron las últimas palabras de él, para luego estrellar el teléfono contra la cama.