27 ❥ safe

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SAFE
[a salvo]

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—Puedo encargarme de-

—No —respondió Michael, sosteniendo las correas de su mochila con más fuerza mientras intentaba halar del mango de su maleta por el pasillo —. No necesito ayuda. No soy tan débil como todos ustedes creen —agregó entre dientes.

—No creo que seas débil —dijo, aún caminando al lado del chico —. Solo quiero ayudarte porque así acabaríamos más rápido con esto.

Michael frunció levemente el ceño, deteniendo su caminar para inspeccionarlo con sus grandes ojos verdes, como si estuviese asegurándose que le estuviera ofreciendo ayuda porque lo deseaba y no por pena.

Para este punto, ya tenía demasiado claro que él la odiaba.

Finalmente, con una expresión de fastidio, Michael soltó el mango de su maleta de ruedas, pero no soltó la mochila que llevaba tras la espalda y siguió caminando. Era un avance, teniendo en cuenta lo mucho que se resistió en dejar que lo ayudara cuando salieron del taxi que los trajo acá.

Fue por eso que decidió no decir algo al respecto y solo seguir al chico de cabello negro al final del pasillo, hasta llegar al número del apartamento que él ya conocía.

—Estoy cansado —se quejó Michael cuando llegaron —. Este lugar no parece tener un spa o una piscina, sin contar con lo angostos que son los pasillos y-

—Michael —amenazó, logrando que el chico cruzara los brazos sobre su pecho y mirara hacia un lado —. Sé que amas tu apartamento, pero dijiste que me ayudarías con esto. Solo será un fin de semana. No hagas que sea peor para ambos.

—Como sea —fue todo lo que dijo él, con el mismo tono malhumorado con el que estuvo desde que lo despertó en la mañana para recordarle que debía empacar porque su madre llegaría en unos días.

Cuando abrió la puerta del lugar dejó que Michael ingresara primero, y que sus llamativos ojos recorrieran el interior de su apartamento mientras él ingresaba cuidadosamente dentro, aunque ya hubiera estado aquí antes.

Todavía se sentía como ayer cuando Michael irrumpió en su morada para hacerlo disculparse por haberlo hecho sentir mal y que hubieran terminado besándose en medio de su sala.

Los ojos verdes del chico dejaron de examinar el lugar cuando cerró la puerta, finalmente dejando caer su pesada mochila al suelo y soltando un sonido de alivio mientras hacía tronar sus huesos. No puedo evitar poner una mueca al escuchar los sonidos, algo que Michael notó y solo hizo que hiciera más.

—De acuerdo, si ya acabaste de tronar cada hueso de tu cuerpo... —Michael hizo a los huesos de sus dedos tronar ante su comentario. Esto sería imposible —. Como decía, si acabaste, puedes llevar tus cosas a mi habitación. Ordenaré algo de cenar por teléfono porque no tengo comida en este lugar.

—Este lugar es como una caja de arena —comentó Michael, tomando nuevamente su mochila —. ¿Cómo es que si quiera vives tú solo aquí?

—Michael...

—Sí, habitación, entendí —terminó por rendirse el teñido, tomando su mochila del suelo y el mango de su maleta —. Dime que tienes al menos dos baños —agregó él antes de irse, mirándolo con una expresión de desesperación.

—Tomo mis duchas en las mañanas —fue todo lo que dijo, escuchando un lamento exagerado de parte de Michael que casi lo hizo reír.

Chicos ricos.

Broken Pieces ❥ mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora