Broken Pieces ❥ muke

7 ❥ snowflake

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SNOWFLAKE
[copo de nieve]

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Jamás se consideró como alguien impulsivo.

Siempre analizaba demasiado las situaciones en las que se encontraba, viendo los pros y contras de ellas para poder tomar una decisión. Le gustaba pensar, tal vez, demasiado, pero ese era otro problema (el cual debería quedarse en el consultorio de Nancy).

Porque, cuando Perla le envió un mensaje a mediodía, preguntándole cuáles serían sus planes para el resto de la tarde se encontraba en medio de una lectura demasiado larga que había aplazado casi toda la semana.

Su único plan era, descansar el resto de la tarde luego de un largo día de trabajo en el cuál pasó viendo demasiados vestuarios y teniendo que planear diferentes bocetos de maquillajes (los cuales posiblemente solo serían completamente rechazados por Michael). Estaba cansado, tanto física como emocionalmente, y no quería volver a estar cerca de reflectores, atuendos de alta costura o personas.

Pero, luego Perla estaba comentándole de esta reunión en el apartamento de Harry, donde irían unos pocos amigos cercanos para ver películas y comer pizza. Y, si fuera el mismo Luke de hacía un año, hubiera dicho que no en un instante, porque jamás dejaría sus libros de literatura clásica solo para socializar con personas. Solo que, ya no era él.

No era el chico que se escondería en su casa el resto del día luego de clases o evitaría cualquier clase de contacto con alguno de sus compañeros, quien se escondería en los pasillos o solo hablaría con unas cuantas personas porque debía hacerlo. No quería seguir siendo el mismo chico solitario que terminaba quedándose completamente solo por su propia elección.

Estar solo lo le causaría problemas, y lo haría confiar en las personas equivocadas en momentos de desesperación. De nuevo.

Fue por eso por lo que, por primera vez, no pensó demasiado y solo respondió afirmativamente el mensaje de Perla, tomó las llaves de su apartamento y diez minutos después, se encontraba en una de las zonas más exclusivas de la ciudad, delante de la puerta del apartamento de un supermodelo.

—¡Luke, viniste! —exclamó un feliz Harry, con hoyuelos en las mejillas y una lata de cerveza en una de las manos. Le dio una incómoda sonrisa, algo abrumado por el tono de su voz y la emoción en ella.

—Sí, espero que no te-

—Oh, no digas tonterías. Todos son bienvenidos —dijo él, haciendo un gesto sin importancia con la mano para luego hacerse a un lado de la puerta y abrirla más, dándole pase dentro de su apartamento —. ¡Liam, saca más cervezas del refri! —volvió a exclamar él, caminando dentro del lugar y dejándolo en la entrada.

Se quedó unos segundos indeciso en la puerta luego de colgar su abrigo, escaneando el lugar y notando unos cuantos rostros conocidos en la sala, soltando risas y teniendo conversaciones, mientras en la pantalla plana de la pared se reproducía un video musical de alguna banda Pop.

Cerró la puerta del lugar por detrás suyo luego de eso, llamando la atención de unas cuantas personas que les dieron sonrisas de bienvenida. Eran alrededor de diez, como dos maquilladores y, el resto, modelos que estaba seguro de haber visto antes en el trabajo o algún anuncio de las calles de Londres.

En su cabeza solo intentó buscar una forma de iniciar alguna clase de conversación con alguno de ellos, pero nada remotamente decente parecía ocurrírsele. No era bueno con las presentaciones, en todas las relaciones que tenía jamás fue el primero en acercarse. Porque, lo único que pasaba por su cabeza era que cada una de esas personas tenían los ojos encima suyo, juzgándolo y pensando lo peor.