COMO YO...NADIE TE HA AMADO

CAPITULO 20"¡¡MIL VECES PERDÓN!!..."

ADVERTENCIA:EL SIGUIENTE RELATO CONTIENE DESCRIPCIONES SUSCEPTIBLES PARA CIERTO TIPO DE PUBLICO. SE RECOMIENDA DISCRECIÓN.

Para mayores de 21 años...

Comencé a masajear sus nalgas, eran tan suaves y tersas como las recordaba en aquel cubículo del baño. Las apreté, las separé, e introduje mi mano en su raja por su entrepierna hasta casi llegar a sus bolas.

KHAI:
No sé qué me pasa, pero no quiero que este momento termine.

Third estaba muy excitado, su respiración acelerada, sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo, mi espalda, mis hombros, mi pecho, se deleitaba con mi firmeza, le gustaba que lo tratara con disciplina. De pronto pudo mirarme a los ojos.

THIRD:
No puedes negármelo. Tú también eres mío.

KHAI:
Si, también soy tuyo...

Saqué mi mano de su colita y la olí, ¡¡Ohhhh era delicioso su olor a cuulo limpio!! Ahí creo que me perdí, y le susurré al oído.

KHAI:
Demuéstrame que soy todo tuyo.

Lo tomé por los cabellos y obligué a pegar su cara contra mi paquete. Se lo restregué un poco, la tenía bien dura, y mi calentura me pedía que la boquita de Third estuviera chupándola, y así preparar mi miembro para su culiito.

Me bajé el pantalón y me lo quité junto con el bóxer para que mi tranca emergiera como un resorte, grande y potente. Third se sorprendía. Ese morbo, ese momento impropio me pulsó a tomar la boca de Third y dirigirla a mi polla.

En un principio, Third dudaba si debía o no abrir la boca, me miró y casi en respuesta lo cacheteé con mi misma vara caliente. Y sin más, Third abrió la boca y comenzó a chuparla.

KHAI:
¡Ohhhh!

No pude contener mis gemidos y le volví a introducir un poco más hasta la mitad, pero le costaba meterla completa a su boca. Third tensaban la mandíbula y las comisuras de sus rojos labiecitos. Al verlo, me excitó mucho, y puse mi mano en su nuca para empujar aún más mi vergga, sin importarme mucho que tenía arcadas.

Third trataba de abrir más la garganta, y así entró un pedazo más...

THIRD:
Asj asj asj

KHAI
¡Ohhh...mmmm!

¡Que cavidad tan húmeda! ¡Tan rica! ¡Tan deliciosa! ¡Que boquita de Third. Cuando ya le costaba respirar, se la saqué. Lo volví a tomar de los brazos, y lo arrojé en la cama. Estábamos los dos desnudos y me acerqué a uno de sus pezones. Lo succioné y le dí una pequeña mordida. Third gimió. Le gustaba y parece ser que estaba olvidando lo que habíamos discutido.

Me puse encima de él y fui abriendo sus piernas. Mi verga estaba golpeando su entrada. Busqué su boca, y al encontrarla, lo mordí con mis propios labios. Jamás había sentido eso por un chico. Siempre les había hecho el amor a mujeres, pero ahora que disfruto de Third, creo que con esas mujeres nunca hice el amor de verdad.

Su piel, su pecho con mi pecho, sus labios con mis labios, y su lengua jugando con la mía, ahí estábamos los dos desnudos en su cama, en esa mansión, misma, que me pertenece, que todo lo que hay dentro, me pertenece, incluso, Third me pertenece.

Era hora de que Third, se diera cuenta de la superioridad de un macho de verdad. Que sobre esas sábanas de seda, esas almohadas perfumadas, y sobre ese colchón, iba ser mío de todas las formas posibles. Que lo iba a taladrar hasta las entrañas.

THIRD:
Se cuidadoso, por favor...

Lo miré fijamente a los ojos. No sabía que responderle. En ese momento ya no estaba allí para ser cuidadoso y delicado con él. Quería desatar mi furia, y lo haría porque de lo contrario, el que se iba a consumir de la frustración sería yo.

KHAI
Lo siento, Third. Quiero cogerte sin miramientos.

Y lo volví a besar alzando más sus piernas y poniéndolas sobre mis hombros. Seguíamos besándonos y Third no se negaba a nada y estaba entregado al placer y al tipo de amor que le brindaba.


Third me besaba y me tocaba a sus anchas. Era así como lo quería tener, sin obligarlo a nada. Se perfectamente que Third se estaba entregando por amor, mientras yo me dedicaba a chupar con fruición su cuello y sus rosados y tiernos pezones, le metí el dedo índice en su boquita para mojarlo con su saliva y luego ese mismo dedo, lo enchufé de un solo golpe en su culo. Él se sorprendió y emitió un ligero gemido,

THIRD:
Mmmmmm...ahhhhh...

Third apretó el esfínter por la sorpresa, dándome una agradable bienvenida al dedo explorador. Comencé a moverlo sin ningún tipo cariño, lo estaba follando así, con mi dedo, adentro, afuera y de forma circular, quería prepararlo para lo que le venía.

KHAI:
¿Lo estás disfrutando, verdad?

Third no contestaba, su gesto en la cara lo decía todo, le encantaba, lo sé, su culo estaba comenzando a encenderse, un fuego interior que solo se iba a calmar con el machete de carne de un hombre como yo.

THIRD:
Tengo un poco de miedo, no quiero que me duela

Dijo Third tímidamente, como si tuviera derecho a pedirlo. Pero lo miré depravadamente.

KHAI:
Cuando te lo meta hasta el fondo quiero que grites que te perdone.

Third estaba sorprendido, con la calentura no entendía mi mensaje.

KHAI:
Vas a gritar: Khai, perdóname, perdóname...perdóname por ser hijo de Arthir.

THIRD:
Pero eso es humi...

KHAI:
Shhh....no tienes derecho a quejarte. Esta es mi venganza.

THIRD:
Por favor, khai...no me lastimes, prométemelo.

Mi instinto primitivo no me dejaba pensar mucho. Ese nong me tenía loco de lujuria, y de otros sentimientos que no he podido resolver. Lo odio como también lo amo. Lo quiero lastimar, y a la vez, quiero que disfrute. Al final dije:

KHAI:
No puedo prometerte nada, Third

THIRD:
Khai... yo en verdad te amo. Sueño con ser tuyo, pero...

KHAI:
No va ser de otra manera. Lo siento.

THIRD:
Pero...

KHAI:
Pero yo soy un hombre... y un hombre muy caliente y arrecho como un toro enfurecido, así que probablemente sí te duela, y mucho, pero tienes que aguantar

Nuevamente alcé sus piernas, quedando su cculo levantado, así me acerqué y pasé mi lengua en su rayita...me dediqué a mamar ese orificio delicioso. Third se estaba retorciendo del placer, gemía como una hembra.

THIRD:
Ohhhhh...ohhhh....mmmmm

Alternaba mi dedo con mi lengua, después de un rato estaba bien dilatado, ya lo tenía listo para follarlo.

Coloqué con cuidado la cabecita de mi vergga en ese delicioso portal del placer, se le restregué un poco por la raja, lo golpee varias veces contra sus nalguitas, se lo puse sobre la espalda para ver hasta donde le llegaría y finalmente comencé a introducirlo en ese hoyito, que estaba muy apretado y caliente.

KHAI:
¡Oh, Third...!

THIRD:
¡Ahhhjjj!... ¡duele, duele!

KHAI:
Se te va a pasar.

Yo me estaba volviendo loco de placer, no puedo decir lo mismo de Third que ahogaba sus sollozos en la almohada y golpeaba furiosamente el colchón con el puño cerrado, me encendía mucho lastimarlo así, y trataba de calmarlo con besos para que su tensión no fuera tan ruda. Yo metía y sacaba despacio para que se acostumbrara. Era normal que le doliera, pues era virgen. Hasta a mí me dolía un poco en la unión del prepucio y el glande. Pero cuando ya iba la mitad le empujé un buen trozo, y Third ya no pudo aguantar más pegando un pequeño grito.

THIRD:
¡¡Ahhhhhh!!

KHAI:
¡Pídeme perdón! ¡Pídeme perdón!

Lo callaba besando, pero seguía encajándole más y más mi carne en sus entrañas. En alguna parte Third dijo

THIRD:
¡Me estas rompiendo! ¡Para por favor!... ¡por favor!

Gritaba con su voz ya quebradiza

KHAI:
¡Pídeme perdón! ¡Pídeme perdón!

THIRD:
Khai...

KHAI:
¡¡¡PIDEMELOOO!!!

Tomé impulso agarrándome de sus hombros y se lo mandé hasta el fondo

El Nong se retorció y gritó ensordecedoramente...

THIRD:
¡Perdón Khai!... ¡perdón por lo que mi familia le hizo a la tuya!

KHAI:
No te escuché

THIRD:
¡¡PERDÓN KHAI!!... ¡¡MIL VECES PERDÓN!!

Third gritaba tanto que tuve que sellarle su boca con mi mano. Me quedé un rato quieto y cuando se calmó lo dejé respirar de nuevo, estaba llorando copiosamente y eso me ponía a mil, me acosté por completo sobre él, sujeté sus manos juntas por encima de su cabeza quedando nuestras caras frente a frente. La cara de Third era de la víctima, mientras que la mía era la de un depravado disfrutando de su festín. Me acerqué a su oreja...


KHAI:
Prepárate para saber lo que bueno.

Y me dispuse a follármelo tal como se lo había advertido. Ahora su cculo y todo su cuerpo me pertenecía por completo.

El sonido de la cama chocando contra la pared se mezclaba con mis jadeos y bufidos y con sus gritos y sollozos de Third. Era algo totalmente animal, yo estaba alienado de placer, poseso de venganza y de lujuria, como si fuese una entidad demoníaca que gozaba llenando de fuego ardiente las entrañas de ese Nong, ese hijo de Arthir Prayachet que me habían dado en sacrificio. Recordaba las escenas de dolor, de sangre, de llanto por las muertes de mis seres queridos. Recordé como mi padre era consumido por el fuego. No podía dejar ese sentimiento de venganza.

THIRD:
Te amo Khai, pero soy yo quien no te va a perdonar después.

Por alguna razón lo dicho por Third, me dolió mucho, y a la vez, me sacó de mis cabales. Aceleré mi cogida a un ritmo infernal que ni yo mismo me había imaginado. Si él no iba a perdonarme, pues tampoco me iba a olvidar, como yo no olvidaba la masacre de mi familia. Ahora sí quería hacerlo pedazos, pero...también estaba mi sentir noble.

KHAI:
Te amo, Third, y sé que tú y yo, estaremos condenados para siempre.

THIRD:
Tu más que yo...

No me había dado cuenta pero lo había hecho sangrar un poco, ya que mi vergga parecía un puñal de carne siendo culpable de un asesinato.


Hice con él muchas posiciones, ambos de pie, el misionero, de lado, él cabalgándome, tan vicioso que lo disfrutábamos y a la vez nos atormentaba

THIRD:
Perdón, Khai...¡¡Mil veces perdón!!

Perdón, Khai...¡¡Mil veces perdón!!

Perdón, Khai...¡¡Mil veces perdón!!

Khai, perdóname, perdóname...perdóname por ser hijo de Arthir.

Khai, perdóname, perdóname...perdóname por ser hijo de Arthir.

Lo decía en muchas repeticiones, y aunque le dolía, para mí era un placer amargo.


THIRD:
Jamás te voy a perdonar

Eso me hacía enloquecer más y darle más duro, pero a esa altura de la situación, ya no sabría definir si en verdad había cometido un error. Lo que estaba haciendo no había marcha atrás. No sé en qué parte de la cama estábamos, pero al final, yo estaba detrás de él, lo violentaba, y en algunos gestos, Third lo disfrutaba, y en otras lo padecía. Al final...

KHAI:
Ohhhh... me... me vengo...oh....

Hasta que me vine en torrentes chorros de leche dentro de sus entrañas.

KHAI:
¡¡¡Ohhhh...mmmmm....ahhhhhh!!!

Lancé ese grito en gran placer. Nunca antes había eyaculado tanto, aún se lo tenía metido cuando mi leche comenzó a salir por las comisuras de su ano.

Lo traje a mi pecho, y con mi mano tomé la verrga de Third y comencé a masturbarlo frenéticamente mientras le decía.

KHAI:
Te perdono...te amo Third, te amo. Aunque tú...no me perdones.

Third se retorcía y fue cuando acabó copiosamente aventando sus chorros de lechita caliente juvenil.

Al finalizar ambos quedamos exhaustos tirados uno al lado del otro en la cama. Lo miré y ahí estaba él, llorando. Ahora tenía que actuar mi corazón. Lo abracé quedando detrás de él.

THIRD:
Has consumado tu venganza ¿estas feliz, Khai Phaibun?